SEMANA: ¿Cuál es la importancia de la reunión que va a sostener el presidente Gustavo Petro con el presidente Joe Biden?
Luis Gilberto Murillo (L. M.): Muestra de manera muy clara que la relación está en un muy buen momento, tiene muy buena salud. Marca un hito porque iniciamos de manera muy cuidadosa este proceso, hace siete meses, con intercambios en todos los niveles, a nivel técnico. Concluyó con muchas visitas e intercambios y se construyó confianza, la fase técnica concluyó con el diálogo de alto nivel que dejó listo ya la plataforma para el diálogo entre los dos presidentes. Es una relación muy importante porque esta es una relación estratégica para ambos países y va a sentar las bases de hoja de ruta para las relaciones en este nuevo momento. Hemos dicho que esta relación hay que modernizarla, hay que reinventarla con nuevos temas y los dos presidentes van a definir ese rumbo, que seguiremos para para poder fortalecer aún más la relación hacia el futuro.
SEMANA: Dice que en este momento la relación goza de una buena salud. ¿En algún momento estuvo enferma?
L. M.: No, simplemente lo digo porque siempre ha sido así. Colombia ha mantenido un tratamiento especial por parte de Estados Unidos en el pasado. Apenas el presidente Petro triunfó en las elecciones lo llamó el presidente Biden y antes lo había llamado el secretario Antony Blinken. La cercanía se ha mantenido y la muestra son los intercambios de alto nivel, varios secretarios han ido a Colombia. Eso muestra que la relación es sana y se ha construido confianza. Es inusual que tan temprano un presidente de Estados Unidos invite a otros mandatarios de América Latina, esto demuestra que hay un gran interés en poder consolidar la relación entre ambos países.
SEMANA: ¿Entonces concretar esta cita tardó siete meses?
L. M.: Sí, un trabajo muy cuidadoso y una hoja de ruta. Sobre todo sentando las bases técnicas para lo que debe ser la relación en este nuevo momento, tanto de Colombia como de Estados Unidos, porque se han dado transformaciones importantes.
SEMANA: Las relaciones entre Colombia y Estados Unidos se han mantenido históricamente, pero las visiones de los gobiernos pueden ser distintas. ¿En el tema del narcotráfico hay diferencias?
L. M.: Colombia siempre ha buscado desnarcotizar las relaciones con Estados Unidos y Colombia debe desnarcotizar la relación con Estados Unidos, eso se ha logrado porque la relación es muy amplia en muchos temas y la nueva base deben ser los asuntos climáticos. En cuanto a la política de control de drogas, el presidente Petro ha planteado unos cambios sustanciales a través de la interlocución con el ministro Justicia, con el ministro de Defensa y otros, para que tengamos discusiones de hacia dónde se mueve la política y hay unos principios muy claros: no vamos a criminalizar campesinos que cultivan coca porque no tienen otra oportunidad, focalizar más en los eslabones fuertes de la cadena, más interdicción e inteligencia precisamente para apoyar esa finalidad. Además, el combate al lavado de activos.
Hay preocupación en los dos gobiernos y estamos trabajando en eso, porque obviamente el desafío del tráfico de drogas, pero también de otras actividades ilegales, es inmenso.
En estas transiciones, siempre cuando se están haciendo ajustes de políticas, se pueden presentar malas interpretaciones de lo que puede estar ocurriendo. La verdad es que hoy se entiende mucho mejor la orientación de la política de control de droga, pero entre socios y aliados estratégicos, pues estos temas se discuten y se llega a un entendimiento.
Por ejemplo, tenemos ocho dimensiones donde se habla no solamente de la erradicación de cultivos, sino de la dimensión ambiental, de restauración de ecosistemas, de mayor presencia del Estado en las regiones, mayor presencia de la Policía, los sistemas judiciales y más de 27 nuevos indicadores más allá del indicador de erradicación de coca.
Hay que hacer más interdicción marítima y ribereña, se tiene que aumentar la capacidad de la Armada y otras capacidades que tiene que aumentarse la Fuerza Pública.
SEMANA: ¿La cooperación judicial?
L. M.: La cooperación e inteligencia van bien. En la cooperación judicial se siguen haciendo extradiciones de manera decidida, eso funciona muy bien. La cooperación militar y policial siempre se ha mantenido, entonces vemos que los temas fundamentales de la relación se mantienen, simplemente que hay énfasis de cada gobierno.
SEMANA: Usted dice que se debe desnarcotizar la relación con Estados Unidos y en ese sentido muchos creen que ese país debe dar la bendición para el tema de la ‘paz total’. ¿Es así?
L. M.: Colombia toma decisiones soberanas como país soberano. Nosotros tenemos una alianza estratégica con Estados Unidos. Usted con sus aliados estratégicos habla, define áreas de cooperación y en algunas puede estar de acuerdo o no, pero en lo que sí estamos de acuerdo es que el Gobierno colombiano tiene una política de ‘paz total’. En ese sentido tenemos tres líneas y Estados Unidos siempre ha apoyado los esfuerzos de paz. Recuerdo que en diciembre, cuando me reuní con el presidente Biden, él manifestó que Estados Unidos tenía mucho interés en los esfuerzos de paz de Colombia y quedó claro que Estados Unidos apoya los esfuerzos de paz de nuestro país y que los seguirá apoyando.
SEMANA: ¿Cuáles son las tres líneas?
L. M.: Primero la implementación del Acuerdo de Paz con las antiguas Farc y ahí Estados Unidos ha venido apoyando decididamente la implementación. La segunda línea tiene que ver con la negociación con grupos que han tenido un origen político, allí tenemos la negociación con el ELN, puede resultar alguna otra negociación. La tercera línea es la del sometimiento de redes criminales de distintos tipos de crimen, narcotráfico y otros que tienen un alto impacto en la región. Hay un proyecto de ley de sujeción a la justicia que está avanzando en el Congreso y, obviamente, hay mucho interés de los Estados Unidos en ver cómo evoluciona ese proyecto para saber cómo se desmantelarán este tipo de organizaciones.
SEMANA: La extradición es lo que le preocupa a Estados Unidos...
L. M.: Colombia ha sido muy clara con Estados Unidos en que aquí no se toca la extradición, no se tocan otros aspectos que son fundamentales en nuestra cooperación judicial y allí, dado que se está definiendo el marco legal y esa política, pues tendremos que seguir conversando porque son temas de mucho interés de ambos países.
SEMANA: ¿Entonces cabe la posibilidad de un enviado especial de Estados Unidos para los diálogos de paz?
L. M.: La experiencia con las Farc, por ejemplo, muestra que al final de este proceso Estados Unidos pudiese considerar el tema, un acompañamiento a través de algún enviado especial. Puede ser una posibilidad para el futuro.
SEMANA: ¿Se pedirá un cambio en el enfoque de lucha contra las drogas?
L. M.: Las políticas que se han implementado de control de drogas han sido ineficaces, ahí están los cultivos de coca y se sigue con el mercado de cocaína. Hay que hacer las cosas de manera distinta y hay que reinventar la política de lucha contra las drogas, ese tema se tocará con el presidente Biden.
El presidente Petro ha dicho que sobre la erradicación no hay que perseguir a los campesinos y habrá cambios en ese sentido y eso lo sabe Estados Unidos. La erradicación ha sido ineficaz porque hay mucha resiembra, entonces una erradicación manual sin glifosato en acuerdo con las comunidades. Los cultivos que sean industriales o protegidos por redes criminales tendrán erradicación forzada y ahí habrá diálogo con Estados Unidos. El ministro de Justicia Néstor Osuna se reunirá con el fiscal general de este país en una reunión aparte para hablar de estos temas.
Es un nuevo enfoque con ocho dimensiones y 27 indicadores más allá de la erradicación. Además, hay que trabajar la interdicción y allí es un trabajo fuerte, sobre todo marina; mire que se han incautado 190 toneladas de coca y se seguirá en ese camino. El presidente Petro ha planteado estos temas y los hablará con el presidente Biden, es un tema de salud pública.
SEMANA: ¿A qué viajaron los presidentes del Senado y la Cámara?
L. M.: Es una decisión únicamente del presidente Petro, pero sin duda, una de las fortalezas de nuestro país es la democracia que funciona correctamente y cada vez avanza más. Se reconoce a Colombia que funcionan los partidos políticos, que hay una coalición muy grande y que se respetan las diferentes ideologías. El presidente Petro respeta la oposición. Entonces estar con los representantes del más alto nivel del Congreso pues envía un mensaje de que Colombia es un país maduro donde funciona la democracia y hay armonía entre los diferentes sectores del poder.
SEMANA: Del tema del cambio climático, ¿qué puede surgir de la reunión Petro-Biden?
L. M.: Es un asunto muy importante, el eje de la nueva relación con Estados Unidos debe ser la respuesta a la crisis climática porque es una crisis existencial. Hay una pérdida de biodiversidad, hay que trabajar en la transición energética y la descarbonización de la economía. El presidente Petro le va a plantear al presidente de Estados Unidos que lideren la integración del hemisferio occidental de las Américas a través de un sistema de descarbonización de la economía con el de la generación de energías renovables, de fuentes no convencionales.
El presidente Petro ha dicho que se requiere un esquema de canje de deuda por acción climática de todos los países, hay que hacer un esfuerzo para que eso suceda. Van a tener una conversación muy fluida porque el presidente Biden tiene una agenda superambiciosa en ese sentido.
SEMANA: En materia de migración, ¿qué pasará en el encuentro entre los presidentes?
L. M.: En migración va a haber varias dimensiones. Colombia tuvo que responder al desafío de tener cerca de 2,5 millones de migrantes venezolanos. Colombia respondió de manera muy generosa con un modelo a nivel mundial y les dio un estatus de protección temporal. Tenemos que lograr que otros países sigan el mismo ejemplo para estabilizar esta población y, además de eso, poder lograr más recursos. Se agradece lo que aporta Estados Unidos, pero los recursos son mucho mayores para tratar el tema de la migración.
El otro componente de la migración tiene que ver con los intereses de Colombia en la agilización de trámites de visas. Además, garantizar que los colombianos que vengan de turistas no requieran el documento. Es un proceso largo, pero ya lo empezamos a recorrer y hay buen ambiente. Será largo, pero nos vamos a mantener en la senda. Otro asunto es la visa de trabajo para los profesionales porque muchos colombianos están haciendo trabajo en Colombia para Estados Unidos y no tienen la visa.
Finalmente, el alivio migratorio para la población que está en los Estados Unidos. La idea es que la gente no se meta por esa trocha, que llegue a Estados Unidos legalmente y se trabaje en su situación. El presidente Petro planteará todos estos temas.
SEMANA: El presidente Petro pedirá cero sanciones para el régimen de Nicolás Maduro. ¿Qué pensará el presidente Biden?
L. M.: Bueno, en temas de Venezuela no me meto mucho y mis asuntos son otros, pero en lo que se ha dicho públicamente pues el presidente Petro quiere que la sociedad venezolana y la oposición se pongan de acuerdo para normalizar la situación. Nuestro presidente quiere más democracia y el cumplimiento de los estándares del derecho humanitario, así que Gustavo Petro está planteando unas metas que se deberían lograr para solucionar de fondo los desafíos de Venezuela. Es un tema del canciller Álvaro Leyva y del embajador Armando Benedetti.
SEMANA: ¿Qué llevó el presidente Petro de regalo para el presidente Biden?
L. M.: (Risas) Eso es algo del señor presidente y él debe tener sus preferencias junto con su equipo de protocolo. No sabría qué decirle, pero seguramente traerá algunos regalos así como el presidente Biden tendrá unos para Gustavo Petro, aunque desconozco ese tema. Solo ellos saben eso.