El exministro de Hacienda Rudolf Hommes no se ha guardado nada y se ha convertido en uno de los mayores críticos de los anuncios en materia económica del nuevo gobierno, a pesar de que en la recta final anunció su apoyo a la candidatura de Gustavo Petro.

Hommes fue ministro en el gobierno de César Gaviria y participó como asesor en el de Álvaro Uribe, tiene gran conocimiento del Estado y especialmente de los asuntos económicos, asunto en el que sabe que el país necesita cambios, pero no tan drásticos como los propuestos por el nuevo gobierno.

Así lo dejó en evidencia este fin de semana cuando criticó lo planteado por el gobierno entrante de ampliar el impuesto al patrimonio para personas cuyos bienes superen los mil millones, lo que podría afectar especialmente a los adultos mayores que ahorraron toda su vida para poder vivir de los arriendos, por ejemplo, en sus últimos años.

“Si una persona mayor planeó que derivaría sus ingresos durante la vejez de arriendos de finca raíz, va a salir muy perjudicada con el impuesto al patrimonio”, apuntó Hommes desde su cuenta de Twitter.

El pronunciamiento no tardó en generar reacciones, incluso de sectores del nuevo gobierno. El director de la Dian designado por Petro, Luis Carlos Reyes, aseguró que quienes serán afectados por el aumento en este impuesto serán un sector muy reducido de la población, inferior al 0,5%.

“Es importante poner las cosas en perspectiva: menos del 0,5% de los colombianos tiene patrimonios netos superiores a $ 1.000 millones y el impuesto al patrimonio en ningún momento contemplaría gravar patrimonios menores a ese monto”, aseguró Reyes.

La respuesta no cayó bien en Hommes, quien invitó al petrismo a “superar el odio de clases”.

“Una persona mayor es un pato renco. Tomó decisiones que ya no puede cambiar. Hay que superar el odio de clases y pensar en las personas mayores con algo de simpatía, aunque no se hagan acreedores a ella”, indicó el exministro.

Muchos se preguntan cómo fue que Hommes, un hombre que estuvo en gobiernos de sectores políticos tradicionales como el liberal, llegó a las toldas políticas de Gustavo Petro, si en apariencia no hay mucha afinidad ideológica.

Por eso, él mismo se encargó de responder a esta inquietud: “Yo no me uní al Pacto Histórico por su política económica, sino porque era la posibilidad de tener por primera vez un gobierno popular. Y sigo en el Pacto Histórico por la misma razón, defendiendo mis líneas rojas, pero firmes”.

A pesar de que ha lanzado críticas al nuevo gobierno en temas como la eliminación de las EPS o la suspensión de la importación de algunos alimentos, en esa mordaz lengua quien la ha sacado peor es quien va a ser el ministro de Hacienda de Petro, José Antonio Ocampo.

“Es terco y caprichoso”, dijo hace unos días. SEMANA le preguntó qué había detrás de ese malestar y su respuesta sorprendió:

“Es una opinión personal. Yo lo conozco hace mil años, es enemigo mío desde hace tiempo. No creo que haya sido buen ministro porque el gobierno en el que participó terminó en una recesión, la peor del siglo pasado”, dice Hommes sobre sus evidentes conflictos con las propuestas y políticas económicas en manos de Ocampo.

Sobre ese momento de la historia, Hommes tiene aún quejas. “Él ha tratado de echarme la culpa a mí. Tanto él como el expresidente Ernesto Samper. Decidieron borrarse del mapa. Dijeron que los culpables fueron los gobiernos de Gaviria y después los de Pastrana. También digo yo: solo nos tocó estar ahí”, agregó.