La ministra de Agricultura, Cecilia López, se refirió sobre los problemas que tiene el país en materia de seguridad alimentaria.
“Hemos tenido una política social que ha fracasado, que generó, además, trampas de pobreza. Llevamos 30 años con la misma población, mujeres en acción, todo en acción, y eso ha sido una de las razones por la que seguimos igual”, señaló la jefa de cartera en medio de un panel sobre las consecuencias generadas por tener un índice de seguridad alimentaria bajo.
En ese orden de ideas, López señaló que el sector privado debe prestarle atención al control de precios entre el campesinado y las grandes superficies, debido a que, según sus cifras, la diferencia es de 300 %. Sumado a ello, si se contrasta el valor de precios en los mercados campesinos y las centrales de abasto, la separación es aproximadamente de 26 %. “Aquí hay que pensar en cómo mejorarnos eso”, manifestó.
Con respecto a la reforma agraria impulsada por su gestión, la ministra destacó que uno de los pilares de esta es evitar que el país reincida en las ‘trampas de pobreza’, refiriéndose a que la política no debe ir enfocada en regalar tierras a cualquier persona, sino que deben haber ciertas condiciones y parámetros para proporcionarle un suelo a la población que en verdad lo necesita.
“La oferta agrícola no se ha reducido significativamente. El problema aquí no es de oferta, es peor todavía, es un problema de ingresos. Y ahora, donde se junta la oferta e ingresos ya lo sabemos, y es La Guajira. Es inconcebible lo de La Guajira”, declaró la jefa de cartera al puntualizar sobre la raíz del problema de la seguridad alimentaria.
Finalmente, López culminó su intervención haciendo un llamado a continuar trabajando en conjunto para promover las políticas de desarrollo, las cuales incluyan a los pequeños productores que hacen parte de la llamada economía pequeña.
La ministra ha estado recientemente en otros espacios hablando sobre la reforma. Durante el desarrollo de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo), la jefa de cartera participó en un panel, en el cual mencionó que el proyecto de ley busca el cierre de la frontera agrícola y repoblamiento del campo colombiano.
“La reforma agraria es para repoblar el campo. Volver a traer gente que se fue a donde no hay bienes públicos, que fueron expulsados de la frontera agrícola. Ese es un objetivo claro de la reforma agraria”, sostuvo la ministra al indicar que dos amenazas agrícolas se encuentran en alza; la deforestación y el uso inadecuado del suelo.
Frente a la deforestación, López afirmó que, si continúa, el PIB perderá 1,5 billones de pesos en los próximos siete años, lo que implica que tomar acciones lo más pronto posible es necesario.
La jefa de cartera indicó que “si algo va a ayudar a prevenir la deforestación es que delimitemos y frenemos la expansión de la frontera agrícola”. Sumado a ello, afirmó que las Zonas de Reserva Campesina son figuras que contribuirán a estabilizar a la población en las zonas fronterizas. Actualmente, ya se han delineado algunas, localizadas en Sumapaz y La Tuna. Próximamente se hará lo mismo en Güejar–Cafre y Losada–Guayabero, territorios ubicados en el Meta.
Por último, la ministra resaltó que desde el sector agro hay un compromiso con la biodiversidad mediante la implementación de la economía rural verde que busca frenar el uso indiscriminado de agroquímicos, que afecta la fertilidad de los suelos, así como a los polinizadores y el papel que representan en la producción.