La “nueva” reforma a la salud del Gobierno de Gustavo Petro no ha sido radicada en el Congreso de la República. Van dos semanas en las que sus voceros señalan que el articulado está por ser presentado ante el Legislativo, pero las demoras han sido una constante de la Casa de Nariño.
El proyecto ya está escrito y fue redactado herméticamente en el despacho del ministro Guillermo Alfonso Jaramillo tomando las mismas bases que tenía el texto anterior, aunque reduciéndolo porque una de las piedras en el zapato para el documento fue la extensión de más de un centenar de artículos.
El texto fue ajustado por el despacho de ministro Jaramillo y sus más cercanos asesores después de reuniones con el sector médico, pacientes y partidos políticos que se realizaron durante un mes en un intento de concertar el articulado.
Son pocas las personas que han visto el nuevo proyecto de reforma a la salud, ni siquiera los congresistas que fueron sus promotores en la legislatura anterior han tenido acceso al compendio del texto, y lo único que le falta es el visto bueno del presidente Petro para ser radicado.
Esa revisión se iba dar el jueves (29 de agosto) en la noche cuando los ministros de Salud, del Interior (Juan Fernando Cristo) y otros funcionarios del sector fueron convocados a Palacio para que el mandatario leyera y aprobara el texto esa misma noche con el objetivo de radicarlo al día siguiente.
Sin embargo, esa cita no se dio por la agenda del presidente Petro y terminaron aplazándola para la tarde del viernes, pero las agendas una vez más no coincidieron y se le volvieron a dar largas a la revisión final del articulado.
Hay puntos que ya están claros sobre este. Por ejemplo, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, aseguró que no habrá mensajes de urgencias para los proyectos prioritarios de la Casa de Nariño. Empero, hay otros que no se han dirimido.
Si bien la idea que más le suena tanto al Gobierno como a los legisladores es que se vuelva a radicar un proyecto de ley por la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, sobre la mesa también han tenido la idea de presentarla por alguna de las Comisiones Primeras.
Precisamente, en el pasado los opositores a la reforma a la salud alegaron que ese texto, al tocar un derecho fundamental como es el de la salud, debía ser tramitado por las Comisiones Primeras del Congreso como proyecto de ley estatutaria y no por las Séptimas.
Entonces, el Gobierno alcanzó a debatir la posibilidad de radicarlo por esas corporaciones, hasta que desde la bancada del Pacto Histórico y la Alianza Verde llegaron mensajes de alerta sobre el riesgo de que las bases del texto fueran modificadas por ellas, como sucedió con la propuesta de reforma a la salud en la Comisión Primera de Senado.
“Espero que sea como ley ordinaria porque en Colombia hay ley estatutaria de salud (1751/2015) que define la salud como derecho fundamental. Y bueno, considero que en Cámara se han logrado mayores consensos que permiten que avance la reforma”, defiende el representante del Pacto Histórico, Alfredo Mondragón, quien fue ponente del texto.
Martha Alfonso, representante de la Alianza Verde, también estuvo reclamando que la reforma a la salud vuelva a entrar a la Comisión Séptima de la Cámara porque los legisladores afines al Gobierno saben que en la cámara baja del Congreso y en esa comisión les es más fácil concretar las mayorías.
La nueva reforma a la salud incluye los puntos que se acordaron hasta el segundo debate en la Cámara de Representantes, pasó de tener 152 artículos a solo 48, mantiene la transformación de las EPS en gestoras de salud, los giros directos de la Adres como el gran administrador del sistema (lo que obligará a que esa entidad tenga que fortalecerse) y el fortalecimiento de la Superintendencia de Salud.
“Se espera que la próxima semana pueda ser radicada la reforma según conversación que tuvimos con los ministros del interior y salud”, aseguró Mondragón. Esta semana comienza el periodo clave para el articulado bandera del Gobierno Petro.