SEMANA: ¿Cómo ve al Partido Conservador frente a Gustavo Petro?
HERNÁN ANDRADE: El desacierto mayor lo cometieron Carlos Trujillo y sus amigos cuando Petro incidió en la presidencia del Partido Conservador, eso fue una catástrofe. Eso llevó a la catástrofe ideológica y política de declararnos partido de gobierno con un ministro impuesto por Petro (Guillermo Reyes), claramente conservador. Después, afortunadamente, fueron tomando distancia y terminaron en la independencia. Ahora, hay un claro manejo del Gobierno, sobre todo con representantes a la Cámara, pero creo que no va a terminar en nada las mayorías de Petro ni en Cámara ni en ninguna parte porque esas mayorías iban ligadas a mantener un gobierno con imagen, pero ese desplome, los resultados regionales llevan a que muchos parlamentarios hoy piensen si, realmente, vale la pena aceptar prebendas, cargos, puestos del Gobierno. Esa carta de César Gaviria, la carta del Partido Conservador, veo al Gobierno con muchos problemas de gobernabilidad. Observo al Partido Conservador pensándolo, evaluando si recibir prebendas y apoyo del Gobierno nacional lo puede conducir a un resultado pésimo en las próximas elecciones parlamentarias.
SEMANA: Si fuera presidente del Partido Conservador hoy, ¿votaría las reformas a Petro?
H.A.: No me negaría al diálogo. El famoso tinto entre Petro y Uribe, puede haber puntos de consensos. Rodrigo Uprimny me pareció sensato cuando dijo en un programa radial que Petro no debería enterrarse con la reforma a la salud y levantar su cabeza y mirar otras posibilidades: la jurisdicción agraria, la reforma educativa. Ese tema de la salud no conduce a nada. Petro está advertido hasta el cansancio que si tramita esa reforma por ley ordinaria, se la tumba la Corte Constitucional, sabe perfectamente que no tiene mayorías en el Senado. Pero en este momento que no tiene gente, no tiene pueblo, persistir y atajar toda la agenda legislativa, es difícil. Ha sido un suicidio político de todo el semestre, de toda la agenda legislativa persistir con la reforma a la salud.
SEMANA: ¿Es decir, usted le aconsejaría a Petro que retire la reforma a la salud?
H.A.: Claro, o que acepte sacar unos puntos adelante. ¿Quién se opone al giro directo a las clínicas y hospitales? Es válido. ¿Quién se opone a que la salud llegue a las zonas apartadas del país? Hay que identificar unos temas y que Petro y los partidos lo cobren como bandera y salir con algo. Normalmente no hay cuórum. Y es que el fuego amigo lo tiene Petro, no de las otras bancadas, sino del Pacto Histórico. Yo optaría por retirar la reforma a la salud o rápidamente llegar a un consenso sobre unos puntos.
SEMANA: ¿Por qué dice que Petro tiene fuego amigo en el Pacto Histórico?
H.A.: Pobre el ministro Luis Fernando Velasco, amigo, atajando pollos como en la época del Congreso, buscando a toda hora el cuórum. Si no se forma cuórum es porque el Gobierno no tiene consolidado sus propios votos. Además, el fuego amigo también está en la Alianza Verde. Estoy seguro de que nunca asisten todos los del Pacto Histórico. El Gobierno de Petro hoy adolece de una gobernabilidad grande.
SEMANA: ¿Qué tiene que hacer Petro con el Congreso?
H.A.: El Congreso no es tan difícil como la gente cree. Estuve 20 años, el Congreso es tacto, manejo, respeto. Por ejemplo: una insultada como la de mi amigo Guillermo Alfonso Jaramillo a la Alianza Verde, ¿a qué conduce? A nada. Si alguien tiene que mostrar experiencia ―que la tiene― es el ministro. ¿Cómo va a salir con una andanada contra los propios parlamentarios? Por eso le digo, el Congreso no es como lo pintan. Ha habido ministros que han nacido de las entrañas del Congreso, como Velasco; lo que pasa es que a él le entregan un Congreso y sale Petro a las 11:00 p. m. a romper una coalición vía Twitter.
SEMANA: ¿Cree que a Petro no lo han dejado gobernar o es terco y radical?
H.A.: Terco. Es terco y encerrado. El problema de él es que es un hombre ensimismado y él no interactúa, ni dialoga. Cuando usted sale de personas como José Antonio Ocampo, Alejandro Gaviria o Cecilia López, ahí uno dice ¿qué pasa? Sacó a los de la experiencia. Petro salió de las personas de mayor experiencia. Yo no le endilgo responsabilidad a nadie más que al propio presidente Petro que todavía tiene margen. Yo volvería a armar esa coalición sobre unos puntos esenciales. ¿Quién no va a querer la paz? Pero la paz no se hace con un Gobierno débil. Con Ernesto Samper nadie negoció y con Petro nadie va a negociar si el Gobierno sigue en un estado de debilidad. La paz, históricamente, se hace con gobiernos fuertes, con los que tienen interlocución, con los que pueden dejar unas políticas trazadas. La paz no se hace con gobiernos con el 20 % de favorabilidad.
SEMANA: ¿Cómo ve el gabinete de Petro?
H.A.: Puede haber mejores figuras, pero es que si cualquier persona va de ministro de comunicaciones y no le tiran línea. A veces el problema no son los nombres, sino las políticas y seguimientos. Esta semana me preguntaba quién interactúa con las Cortes. Yo no veo al ministro de Justicia, Néstor Osuna, cumpliendo ese papel. Ahora, me gustó el cambio de Danilo Rueda por Otty Patiño. Esta última semana ha sido afortunada, la reunión con los cacaos empresariales. Vamos a ver si Petro reacciona. Es que el Congreso termina el 16 de diciembre y arranca el 16 de febrero. Así que tiene que armar coaliciones, unas mayorías, no es con burocracia, sí sobre unos puntos en común. De lo contrario, se fueron los cuatro años sin un norte claro en el Gobierno Petro.
SEMANA: ¿Cómo está viendo las reformas de Petro en el Congreso?
H.A.: No va a pasar nada. En la Cámara la reforma a la salud puede tener mayoría, pero no en el Senado. Quiero felicitar a Norma Hurtado de La U, vi una ponencia muy sensata de ella frente a la reforma pensional, bajando de 3 a 1.5, la reforma más seria es la pensional. Ahí no es tan difícil buscar puntos de consensos. Creo que en materia laboral podría haber puntos de acercamiento respetando algunos derechos de los trabajadores y los empresarios afectados con esa crisis. No veo imposible que se pueda concertar en un buen clima de trabajo unos puntos de consenso. Sin embargo, ¿a qué horas? Si quedan seis votaciones y hay 90 proyectos atajados en Cámara y debe haber 100 en Senado.
SEMANA: Usted ha comparado los gobiernos de Petro y Samper frente a la popularidad. ¿Por qué?
H.A.: Samper nunca bajó del 35 o 40 % de favorabilidad, tuvo unas mayorías consolidadas. Recuerdo a mi paisano Jaime Dussán y Samuel Moreno, había conservadores con Samper. Él tuvo un manejo político impecable para salvarse del proceso 8.000.
SEMANA: ¿Cómo ve el papel de César Gaviria frente a Petro?
H.A.: Yo creo que el Gobierno Petro no pudo equivocarse más con César Gaviria. Él es un hombre de diálogo. Yo lo tuve de presidente del Congreso y él, de jefe de la oposición, y me entendí magníficamente con él. Con Gaviria se puede sentar y conversar. Claro, nombrar de Ministro del Interior a Luis Fernando Velasco ya era un reto porque él hace parte de los liberales que se le abrieron al expresidente. Pero si nombra a Velasco, que es un hombre de buenas maneras, hace fila en la casa de César Gaviria y pone un cambuche hasta que lo reciba el director del Partido Liberal. Usted no puede retar a un expresidente como César Gaviria, a quien le pueden hacer las mayorías en Cámara, pero estoy absolutamente seguro que tiene las mayorías en Senado. ¿Usted qué gana aprobando un proyecto en una Cámara y que se le hunda en el Senado? Con César Gaviria hay que llegar a un acuerdo. Recuerden que no solo es un expresidente, sino que tiene bolígrafo y poder parlamentario. Le pongo un ejemplo: ¿a quién le hace caso el senador de Risaralda, Juan Pablo Gallo, si no es a Gaviria?
SEMANA: ¿Y cómo ve las tensiones entre el Gobierno y los Verdes?
H.A.: Ese tema sí está duro. Si el país hubiera pensado más en Antonio Navarro que en Gustavo Petro, otro gallo hubiera cantado. Hay gente con experiencia. El giro de Carlos Amaya en favor del Gobierno es explicable, es gobernador electo, no puede enfrentarse al Gobierno. Jota Pe Hernández, Catherine Juvinao, Katherine Miranda, no regresarán al Gobierno.
SEMANA: ¿Cómo ve el papel de los expresidentes frente al Gobierno Petro?
H.A.: ¿Con qué expresidente no ha peleado Gustavo Petro? Con Samper. Con Santos, distante. Las mejores relaciones las tiene con Uribe. Con Pastrana, Gaviria, Duque, pésimas.
SEMANA: Por último, ¿ya ve perfiles para candidatos presidenciales para el 2026?
H.A.: Yo no sé quién de la izquierda radical será el sacrificado. Ya fue Gustavo Bolívar en Bogotá, no sé quién de ellos tendrá ánimo de kamikaze. Admiro a Germán Vargas, esperamos que él regrese al cuadrilátero. Veo a Claudia López, inteligentemente reconciliándose con la autoridad y el orden, parece conservadora en los últimos meses, tomando una distancia radical y profunda con Petro. Eso se refleja en Invamer con el 41 %. Veo a María Fernanda Cabal, y algunos sectores empresariales miran a Juan Daniel Oviedo, con sus 614.000 votos de Bogotá, como una posibilidad.