La coalición NiñezYa, la cual une a 200 organizaciones de la sociedad civil alrededor de diez asuntos impostergables para la niñez, presentó un balance preliminar del gobierno de Iván Duque en torno a los logros a favor de dicha población.

La iniciativa concluye que los derechos de los niños “siguen quedando en papel”. En concreto, evaluó que durante la administración del mandatario saliente hubo avances en garantía de derechos, disparidad en los logros y retrocesos importantes en algunos temas.

En el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, el gobierno de Iván Duque estipuló acciones para la garantía de los derechos de la niñez. Frente a estos puntos, NiñezYa hizo seguimiento periódico a su ejecución.

“En aras de aportar al bienestar de esta población y entendiendo el contexto complejo en el que se ha profundizado la desigualdad por factores como la pandemia, la migración masiva, el conflicto armado y el cambio climático, entre otros”, explicó la organización.

Para el balance, la coalición tuvo en cuenta indicadores críticos para la garantía de los derechos más urgentes: salud y nutrición; educación inicial educación preescolar básica y media; ambiente sano; participación; juego; fortalecimiento familiar para el cuidado y la crianza; protección contra todo tipo de violencia; adolescentes en conflicto con la ley con justicia restaurativa y pedagógica; y cultura de paz reconciliación y convivencia.

“Sobre ellos revisó los principales programas y acciones contemplados en el PND e hizo una comparación entre las metas planteadas y los indicadores actuales. De esa manera trató de establecer una relación entre la gestión pública y la garantía de los derechos”, explicó la organización en la metodología.

En primer lugar, se destacaron los logros: “Colombia avanzó en un conjunto de atenciones y coberturas frente a la garantía de los derechos a la salud, la nutrición, la educación inicial en el marco de la atención integral, la educación preescolar básica y media, la protección frente a diferentes vulneraciones y el fortalecimiento de las familias como sujeto colectivo de derechos”.

No obstante, según NiñezYa, el cumplimiento de lo estipulado en el PND fue parcial. “Incluso en aquellas medidas que fueron redefinidas por la pandemia”, agregó.

Esta cobertura de derechos, según encontró la organización, fue dispar entre poblaciones y territorios en Colombia. De esta forma, persiste “una dificultad de cobertura y calidad en aquellos que históricamente han estado marginados”.

A su vez, evidenciaron las falencias de la implementación del Plan Nacional de Desarrollo: “Los derechos asociados a los programas y acciones contemplados en el PND tuvieron en algunos casos mejorías y en otros fuertes retrocesos sobre los que cabe un llamado de urgencia”.

Frente a los logros del PND de Iván Duque, la “integralidad de los derechos de la infancia y la adolescencia” sigue siendo un reto. “No se concretó en metas e indicadores asociados que permitieran ver su evolución durante el periodo, en cumplimiento de obligaciones legales del Estado. Fue notorio en programas y acciones asociados a derechos como ambiente sano, juego, participación infantil y adolescente y construcción de paz, reconciliación y convivencia, sin suficiente concreción ni herramientas para medir su avance”, concluyó la organización en pro de los derechos de los niños.

Frente al juego, señalan que se fijó un indicador en el Conpes 4023 de 2021 con vigencia hasta 2028. Este tiene relación con la cualificación del talento humano de los entes nacionales y territoriales sobre las comprensiones del juego y crianza amorosa.

Junto a esto, se destacó un avance en la formulación de políticas públicas a través de documentos Conpes y leyes “para afirmar la garantía de derechos de la niñez y el cumplimiento efectivo de los mismos”.

“Varios de ellos fueron el resultado de la articulación entre la sociedad civil y las entidades del Estado entre los que se destaca la cocreación de la Estrategia Nacional y el plan de trabajo 2022-2030 para prevenir el castigo con la participación de más de 200 actores nacionales y locales y la indagación a más de 5.000 familias de todo el país”, agrega el documento.

También se habló de dificultades en el seguimiento, denunciando que el seguimiento en el sistema Sinergia del Departamento Nacional de Planeación tiene diferencias con lo que se describe en el PND.

“La información sectorial no está actualizada en múltiples casos y en varios presenta inconsistencias entre la ejecución reportada por las entidades y el avance en las metas. Ello deja un vacío en el derecho ciudadano de conocer los resultados reales de la gestión pública”, denunció la organización.

La conclusión final de NiñezYa es que aún no se logran los objetivos satisfactoriamente: “Los derechos de la niñez en gran medida se siguen quedando en el papel. De igual forma, que la baja articulación interestatal, la insuficiente financiación y los pocos instrumentos para su medición dificultan su logro y la certeza de que están siendo ejecutados en la medida de las declaraciones que quedan en los instrumentos de política pública, especialmente en el PND”.

A su vez, la organización hace un llamado al gobierno entrante: “Es urgente que el PND 2022-2026 contemple las acciones concretas, financiadas y medibles que contrarresten esa situación. Un llamado de NiñezYA al gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez.”