El presidente de la República, Gustavo Petro, en el marco de un evento que moderó sobre educación en las Naciones Unidas defendió la estrategia que pondrá en marcha de rescatar a más de 100.000 jóvenes que están en organizaciones criminales, como uno de los pilares que, según él, será clave para sustentar la política de paz total.
El mandatario colombiano en su discurso destacó la necesidad de ofrecer a los jóvenes opciones reales desde el Estado para que no se dejen tentar de organizaciones armadas al margen de la ley.
En días pasados, el jefe de Estado anunció que revivirá el programa que implementó cuando fue alcalde de Bogotá de “jóvenes en paz”, iniciativa que ha generado varías reacciones desde diferentes orillas políticas y en las propias redes sociales
“En mi gobierno que a penas empieza, la que he promovido en un trasegar político que me trajo hasta aquí y la que demandan la mayoría de los colombianos, tiene tres partes, la primera es esencial, mi gobierno aspira a la paz total, a dejar atrás las tragedias de la exclusión y la violencia”, sostuvo Petro.
Y agregó el mandatario colombiano: “Para ello tenemos que multiplicar las oportunidades, lograr que el joven que hoy ve en una organización criminal un alivio para el hambre y la soledad pueda imaginar un futuro distinto”.
Además, el jefe de Estado indicó que en su plan de gobierno están las medidas definidas sobre la construcción de universalidades para ofrecer programas educativos en las regiones más apartadas del país.
“Jóvenes en paz”
Sin embargo, tan solo dos días después de que el presidente Gustavo Petro anunciara la creación de Jóvenes en paz, un programa que concentrará a los colombianos que hayan hecho parte de la delincuencia y la criminalidad, pero que estén dispuestos a resocializarse, la directora de Prosperidad Social, Cielo Rusinque, confirmó que los recursos para financiar esa iniciativa saldrán de su despacho.
“Eso saldría de la adición presupuestal que se está solicitando por $14 billones. El monto para esta entidad sería de 1 billón de pesos y eso corresponde a un aproximado de $800.000 por cada joven”, informó en Noticias RCN.
Agregó: “Que estamos hablando de un ingreso que por lo menos satisface unas mínimas condiciones de subsistencia que permitiría garantizar, de pronto, saciar esos niveles de extrema vulnerabilidad de cara a la criminalidad, apuntándole a reducir los índices tan altos de violencia que tenemos en el país, dentro del contexto de apostarle a la paz integral que ha sido propuesta de este Gobierno”.
De momento no está definido cómo se adelantaría el proceso de selección de los jóvenes que estén en las bandas delincuenciales porque la propuesta involucra a diferentes entidades del Estado, entre ellas la Dirección Nacional de Planeación, el Dane y el Ministerio de Defensa.
“Estamos evaluando precisamente esa focalización para el caso del programa que vamos a emprender y que estaría claramente orientado a esos jóvenes que se encuentran haciendo parte de esos grupos delincuenciales, bandas criminales, o que por su grado de precariedad y falta de opciones son susceptibles o están en alto riesgo de incursionar en las vías ilegales”, afirmó la directora del DPS.
Jóvenes en paz no es un programa nuevo para el presidente porque lo implementó en la Alcaldía de Bogotá con la finalidad de arrebatarles a gran cantidad de jóvenes a las bandas criminales bajo la propuesta de un recurso con la obligación de ir al colegio.
Por eso, según las expectativas del presidente, en esta oportunidad pasaría de 10.000 jóvenes (los beneficiados cuando él fue alcalde de Bogotá) a 100.000 menores a lo largo y ancho del país.
“Si nosotros trasladamos esto a nivel nacional, ubicamos el mapa de calor de tasas de homicidios urbanas y seguramente aparece Cali, seguramente aparece Palmira, seguramente Barranquilla, Santa Marta, Cartagena, Tibú y ahí reubicamos y rehacemos el programa ‘Jóvenes en paz’,” pero ya no son 10.000, sino 100.000 jóvenes”, explicó en una pasada conferencia de prensa.