Casi una semana después de las elecciones, en Santa Marta siguen contando los votos para definir quién ganó la Alcaldía de esa capital, que por varios años ha sido gobernada por Fuerza Ciudadana, el partido del exgobernador del Magdalena Carlos Caicedo, quien se enfrentó al Consejo Nacional Electoral (CNE) y a la Registraduría hasta el último momento de la campaña por los comicios territoriales de 2023.
La situación es tan crítica que esa colectividad está acusando a la Registraduría, al CNE y a la Policía de falta de garantías para la contienda y hasta tuvo que intervenir una comisión escrutadora internacional para revisar el escrutinio porque la diferencia es de escasos 282 votos entre el virtual ganador, Jorge Luis Agudelo Apreza, de Fuerza Ciudadana, y Carlos Alberto Pinedo, de la coalición Santa Marta Sí Se Puede, cercano al Partido de la U y a Cambio Radical.
“La institucionalidad se alineó con las mafias y los narcoclanes de Santa Marta. Ellos han intentado crear un clima de zozobra porque pretenden que se lleven los escrutinios en Bogotá para que los haga el CNE, que está parcializado hacia Pinedo”, sostuvo el gobernador electo del Magdalena por Fuerza Ciudadana, Rafael Martínez.
La versión de Pinedo es diferente. Su coalición pidió esperar el escrutinio para declarar el ganador por el estrecho margen que porcentualmente separa a los dos punteros de la elección: solo 0,13 puntos porcentuales.
“Pedimos que se abran las mesas para que prime la democracia, pero ellos no quieren que lo hagamos. Ellos saben que hemos encontrado muchos más votos y por eso les da miedo que las abramos. Hay una manipulación de los jurados de votación y no voy a perder un segundo hasta evidenciar que hubo un fraude”, sostuvo Pinedo Cuello.
Ambos están convencidos de que pueden ganar las elecciones. Lo cierto es que ya se escrutó cerca del 40 por ciento de las urnas y le han aparecido cinco votos a Agudelo Apreza, de Fuerza Ciudadana, el político en cuerpo ajeno de los Caicedo.
La molestia de ellos viene de la revocatoria de la candidatura de Patricia Caicedo por parte del CNE que los dejó entutelando a las entidades para tener candidato. Ganaron, pero tuvieron solo 12 días para hacerle campaña a Agudelo Apreza.
Ni Fuerza Ciudadana ni Pinedo dan el brazo a torcer. Si los escrutinios aterrizan en Bogotá, la crisis se terminará ahondando.El de Santa Marta no es el único caso.
El debate político ha subido tanto de tono que llegó a arder: en La Jagua del Pilar, en La Guajira, se acusan entre dos campañas de haber iniciado un incendio en la biblioteca del pueblo, donde se estaban haciendo los escrutinios. El material electoral se perdió, pero las elecciones no se repetirán porque ya se había documentado el conteo de forma digital.
La Jagua es un pueblo pequeño con un potencial electoral de apenas 4.240 votantes, un municipio de sexta categoría con poco presupuesto que entró al catálogo de los 40 en los que se registraron alteraciones del orden público en las elecciones. En ese listado también está Facatativá (Cundinamarca), donde hubo hasta riñas.
SEMANA conoció delicadas denuncias de otros casos en varias regiones que tienen encendidas las alarmas. Según dijo Carlos Chacón, gerente de campaña de Álvaro Bernal, candidato a la Alcaldía de Facatativá, hubo varias irregularidades que piden que sean investigadas por los entes de control y por la autoridad electoral.
Resultados en vilo
Asegura que hubo irregularidades como que, al momento de votar, algunos ciudadanos se daban cuenta de que ya estaban registrados. Asimismo, dice que les informaron que del coliseo municipal, que era lugar de votación y a donde llegaban los votos, estaban sacando material electoral. De hecho, tienen fotos y videos de un camión trasladando bolsas negras, lo que les generó esa alerta. Desde las autoridades electorales les contestaron que era residuo electoral, pero cuestionan si en esos momentos se habría podido romper la cadena de custodia.
A eso se le suma que a algunos ciudadanos les entregaron tarjetones que estaban en la calle en los que salían marcados votos por candidatos. Eso llevó a que tres aspirantes a la alcaldía de Facatativá: Bernal, Luz Marina Gaitán y Luis David Olaya presentaran una denuncia formal ante la Registraduría y la Procuraduría para que se investiguen estos hechos. En el caso de Facatativá, el virtual alcalde, Luis Carlos Casas, le ganó a Bernal por 295 votos, por lo que piden que haya una verificación exhaustiva.
A ese panorama en ese municipio se le suma una riña entre un candidato al Concejo y un hijo de Bernal, en el que el primogénito del aspirante terminó apuñalándolo. “Ya tenemos la denuncia ante la Fiscalía donde se hace la respectiva señalización y se pone en conocimiento este hecho”, aseguró Chacón. Además, dijo que los agresores habrían estado ingiriendo bebidas alcohólicas, estando aún en ley seca. Afortunadamente la víctima está fuera de peligro.
En Arauca se presentó otro hecho que ha generado gran alarma. Manuel Pérez ganó el pulso a la Gobernación; sin embargo, el segundo le pisa los talones con una diferencia de 137 votos. El ganador, que es del Centro Democrático, reclama que el ELN tiene una fuerte incidencia en la zona y que uno de sus propósitos sería evitar que él quede electo en el escrutinio.
Reclama que se registró un retraso en la entrega de los resultados de tres mesas ubicadas en los corregimientos de Arauquita, Puerto Rondón y La Esmeralda, las cuales habrían permanecido más de una hora sin reportes consolidados. Pérez denunció una supuesta trashumancia de colombianos que habrían llegado de Venezuela con el visto bueno de la guerrilla para votar en ese departamento y que en algunos casos no se habría realizado prueba biométrica para suscribir el voto. Además, que el ELN habría censado a la población y decomisado cédulas en algunos casos.
En Guaviare sucedió otro caso que llamó la atención. Y es que varios de los candidatos, incluso favoritos en las encuestas, decidieron renunciar a su aspiración previo a la jornada electoral. Uno de ellos fue el candidato a la Gobernación Nebio de Jesús Echeverry; también desistió Álex Ocampo a la Alcaldía de San José del Guaviare, quien argumentó “motivos personales”.
Todo eso generó algunas inconformidades ciudadanas, por lo que varias personas salieron a las calles a manifestarse tras los resultados. “La situación aquí es muy compleja, hay intereses turbios, oscuros, mucho dinero, se tomaron las elecciones del Guaviare. Podemos decir que aquí no permitieron la democracia”, le dijo a SEMANA una fuente que pidió reserva de su identidad.
En Soacha también hay problemas. El segundo en los comicios, Danny René Caicedo Vásquez, denunció posibles irregularidades electorales: aparecieron formularios E-14 con tachones en la totalización de los votos, justo en los espacios en los que debía diligenciarse la votación del ganador de la contienda, Víctor Julián Sánchez Acosta, conocido como Perico.
Los datos de los desórdenes en el orden público son contundentes: hubo una alteración en Amazonas, una en Antioquia, tres en Atlántico, una en Bolívar, una en Boyacá, una en Caldas, cuatro en Cauca, tres en Cesar, seis en Córdoba, una en Cundinamarca, cuatro en Chocó, tres en La Guajira, dos en Magdalena, una en Nariño, dos en Norte de Santander, dos en Putumayo, una en Risaralda y tres en Tolima.Ahora serán las autoridades electorales y los entes de control los que verifiquen si, efectivamente, se afectó la democracia.