Irene Vélez, ministra de Minas y Energía, anunció que renuncia a su cargo por las investigaciones de la Procuraduría y Fiscalía a las supuestas presiones a un agente de Migración Colombia para que permitiera la salida de su hijo del país, sin cumplir con los requerimientos legales.
Vélez era considerada la ministra intocable, sobreviviendo a dos remezones ministeriales que incluso terminaron en la salida de figuras cercanas al presidente Gustavo Petro, como Carolina Corcho. Sin embargo, su teflón, que parecía inagotable, no la salvó de la última polémica.
La ahora exministra, la más controversial del gabinete, protagonizó once meses de una gestión turbulenta, llena de salidas en falso, declaraciones problemáticas y acciones que sumieron al sector en la inoperancia. Siguió la narrativa del presidente sobre lo que debería ser la transición energética al pie de la letra, pero los resultados dejan mucho que desear, tanto para los actores involucrados como para la Casa de Nariño.
Su primera controversia en el cargo fue su nombramiento. El 6 de agosto, un día antes de la posesión presidencial, Petro anunció que Vélez lideraría la cartera de Minas y Energía. Lo que más llamó la atención es que era más ambientalista que conocedora de un sector que no solo garantiza el abastecimiento interno de hidrocarburos y recursos energéticos, sino que también constituye la mayor entrada de ingresos a las arcas del Estado.
Es filósofa de la Universidad Nacional y cuenta con una maestría en Estudios Culturales de la misma institución. Su doctorado, que hizo en la Universidad de Copenhague, se centró en Geografía y Geología. Sus investigaciones se centraron en la otra cara de la historia, conflictos ambientales y agrarios, en defensa del territorio y las comunidades.
Muchos percibieron el nombramiento como la llegada de una activista a la cartera. Poco después, Vélez nombró a activistas en otros cargos clave, como a Álvaro Pardo, un antiminero como presidente de la Agencia Nacional de Minería (ANM) y a Julio Fierro, un geólogo en contra de los hidrocarburos en el Servicio Geológico Colombiano (SGC).
Luego, esa inexperiencia comenzó a evidenciarse ante el sector, en el Congreso Nacional de Minería que se llevó a cabo durante el pasado mes de septiembre. En su intervención en uno de los paneles del encuentro, Vélez aseguró que se debe exigir as otros países que comiencen a “decrecer en sus modelos económicos”.
“De esto también depende que logremos un equilibrio y que los impactos del cambio climático nos afecten menos”, dijo la entonces ministra.
En el mismo congreso, los periodistas le pidieron explicaciones en una rueda de prensa sobre su idea del decrecimiento. En un recordado desplante, Vélez se retiró sin responder.
“Son como cincuenta preguntas en una, entonces yo te voy a... ¿Me dejas hablar, por favor? Gracias, porque si no no puedo responder. Entonces esto se acaba aquí, muchas gracias a los que alcanzaron a escuchar”, dijo la funcionaria, quien tuvo que pedir disculpas por su trato a la prensa.
En el mismo mes, la ministra asistió a un evento del sector energético en Cali. Los periodistas le preguntaron sobre el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc), el cual acumula un millonario déficit.
Vélez erró la cifra y dijo que el tamaño del déficit era de 10.000 billones. Era claro que esta es una cifra errada, por lo que el saldo en rojo se estimó para finales de 2022 en 30 billones de pesos.
La exministra tuvo otra salida en falso cuando respondió sobre las reservas de gas y petróleo en el país. El problema es que a las últimas, sin conocimiento de cómo se denomina este indicador en el sector, las llamó “reservas de gasolina”.
“Tenemos reservas de gas para ocho años y tenemos reservas de gasolina para 7,6 años”, dijo la exfuncionaria en su momento.
Vélez tampoco sabía las reglas del Congreso de la República. En una intervención en el Senado, la entonces ministra leyó un informe, pero Inti Asprilla, senador de la Alianza Verde, le recordó que la Ley 5 de 1992 no le permite hacer eso.
“No sabía. Entonces voy a simplemente guiarme”, fue la respuesta de la exministra.
El tire y afloje con los contratos de exploración y explotación
En agosto del año pasado, la entonces ministra, en entrevista con Blu Radio, soltó una bomba que preocupó a todos los actores del sector. Vélez dijo que Colombia no firmaría más contratos de exploración y producción de hidrocarburos, tal como lo prometió el presidente Petro.
Incluso, aseguró que estaba sobre la mesa importar gas desde Venezuela, en caso de que se necesite.
Al tiempo de los controversiales anuncios de Vélez, el dólar en Colombia llegó a su precio más alto en la historia: por encima de los 5.000 pesos. Muchos analistas coincidieron en que, si bien hubo un contexto mundial que provocó el cambio, la exministra contribuyó al debilitamiento de la divisa colombiana.
En al menos tres ocasiones, para calmar los mercados, José Antonio Ocampo, entonces ministro de Hacienda, tuvo que desmentir las declaraciones de Vélez y asegurar que la posibilidad de no suscribir más contratos de exploración seguía en estudio.
Incluso, Ocampo confesó que las declaraciones de sus “colegas” hacían que el dólar se disparara en el país.
“Es un tema de la percepción de algunas declaraciones de algunos colegas. Sobre todo el tema de petróleo ha sido objeto de mucha preocupación porque es el principal producto de exportación de Colombia. El tuit de hoy del presidente de la República aclara que vamos a respetar claramente los contratos”, dijo Ocampo.
A pesar de las veces que Ocampo la desmentía, Vélez repetía el mensaje en todos los escenarios posibles, incluso en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.
“Decidimos que desde la Administración Petro no vamos a conceder más contratos de exploración de gas y de petróleo. Sabemos que ha sido un tema polémico, pero consideramos que es una señal clara de nuestro compromiso en la lucha contra el cambio climático”, dijo.
Como un bombero, tal como lo calificaban algunos analistas, Ocampo apagó el incendio de inmediato: “La semana entrante nos vamos a reunir el equipo de Gobierno, con el ministerio de Comercio y obviamente Ecopetrol, porque todavía no hay estimaciones finales de las reservas. Tenemos que ver cómo los contratos de exploración ya firmados garantizan suficientes reservas”.
La historia no acabó con el cambio en el Ministerio de Hacienda. Ricardo Bonilla, nuevo jefe de la cartera, tuvo que desmentir a Vélez cuando propuso cambiar la forma en la que se pone el precio de los combustibles nacionalmente.
El ministro Bonilla recalcó los peligros de dicha declaración: “Nosotros no podemos obligar a Ecopetrol a vender por debajo del precio internacional, eso es ponerle control de precios a Ecopetrol y no vamos a llegar a eso”.
Mintió en un informe oficial
Vélez causó polémica a principios de 2023 con la publicación del informe Balance de contratos de hidrocarburos y recursos disponibles para la Transición Energética Justa.
Con el documento, la exfuncionaria buscaba sustentar, entre otras cosas, que Colombia no necesita nuevas exploraciones de gas porque las reservas para consumo interno podrían alcanzar hasta 2042.
Tras la publicación, funcionarios y exfuncionarios del Ministerio no solo desacreditaron el documento, sino que aseguraron que se pusieron sus nombres allí sin previa autorización o aprobación del mismo.
Belizza Ruiz, exviceministra de Energía que salió por orden de Vélez, denunció posteriormente que la jefe de la cartera mintió en el informe para sustentar su intención de no suscribir más contratos.
“Mentir no es algo correcto. Uno no tiene por qué hacer esto, es mejor uno quedar mal, en ridículo, pero no mentir. Para mí está mal, pero mientras ella, Irene Vélez, pueda resarcir ese informe, pueda replantearlo y mostrar realmente cómo debe presentarse, sería una respuesta a esta situación definitivamente problemática”, dijo Ruiz en SEMANA, quien también fue sometida a todo tipo de maltratos mientras trabajó en el Ministerio.
La última polémica
Vélez, quien dejó de sonar por sus polémicas, volvió a resaltar por el millonario contrato de su esposo, el cineasta holandés, con el Gobierno Petro. El Fondo Colombia en Paz lo contrató por 128.770.000 pesos para liderar una estrategia de comunicación sobre sustitución de cultivos ilícitos en el país.
Luego salió a la luz la denuncia de Juan Felipe García, presidente del sindicato de Migración Colombia que conoció la historia de un agente de la entidad que fue presionado por la ministra para dejar salir a su hijo del país sin los requisitos legales.
“Llama directamente la ministra al funcionario, donde se llega a un acuerdo, se tiene plenamente identificada que era la madre, por conocimiento público. Entonces se llega a un compromiso, se hace un correo que se redacta y se deja la evidencia y demás, y se queda a la espera de que ella, en Suiza, se iba a acercar para cargar en la plataforma el respectivo proceso y del soporte”, afirmó el presidente del sindicato de Migración.
Esto hizo que se abrieran investigaciones en Procuraduría y Fiscalía por posible tráfico de influencias de la ministra Vélez. Por esta razón, de acuerdo con su carta de renuncia, sale del cargo.
La polémica fue el factor preponderante en los once meses de Vélez frente a la cartera. Fue sometida a dos debates de moción de censura, y cuenta con varias investigaciones y denuncias en trámite por sus declaraciones y, recientemente, por posible tráfico de influencias. Al mismo tiempo, de los resultados de su gestión se conoce poco.