Iván Velásquez, ministro de Defensa, reaccionó al paro armado impuesto por el ELN en el departamento del Chocó, a pocas horas del inicio del quinto ciclo de negociaciones entre el Gobierno nacional y la guerrilla. El funcionario rechazó lo ocurrido e incluso cuestionó la voluntad de paz del grupo.
“En esto hay una situación que hemos afirmado también en diversas oportunidades. Lo que tiene que ver con el compromiso real de las organizaciones que están en proceso de negociación porque situaciones como esta... Lo que se ve es, por lo menos, una duda, poner en cuestión la voluntad real de paz”, manifestó Velásquez.
De esa forma, el ministro de Defensa calificó como “incomprensible” la decisión de la guerrilla, a pesar del nuevo ciclo de conversaciones.
“Resulta incomprensible que anunciado y ya desplazándose las delegaciones a México para el quinto ciclo, precisamente se desarrolle y se anuncie ese paro armado”, agregó.
En el Chocó, Velásquez aseguró que se encuentran en una “reubicación de fuerzas”, dado que en otros territorios del país también se necesita la presencia de la fuerza pública.
Velásquez también informó que se tiene conocimiento de una unión del ELN y las disidencias de las Farc, con el fin de enfrentarse al Clan del Golfo. De esa forma, la fuerza pública debe posicionarse “en defensa de la población”.
La situación en el departamento del Chocó
La medida empezó a regir desde las 6:00 p. m. del martes, 28 de noviembre, sobre los afluentes de San Juan, Cajón y Sipí en las jurisdicciones de Sipí, Medio San Juan, Istmina, Litoral de San Juan y Nóvita, de acuerdo con la Defensoría.
“El Frente Guerrillero Ernesto Che Guevara, adscrito al Frente de Guerra Occidental Omar Gómez, decretamos paro armado. Esta medida la hacemos para salvaguardar la seguridad e integridad de los pobladores”, dijo alias Fabián, cabeza visible del Frente Ernesto Che Guevara.
También acusó a las Fuerzas Militares de tener una supuesta alianza en Chocó con el Clan del Golfo, tal como lo ha replicado en los últimos dos años. Incluso, advirtió que serían parte de su nómina.
Las autoridades realizarán un consejo de seguridad este miércoles en la ciudad de Quibdó, donde se evaluarán los impactos de la amenaza del grupo guerrillero y las medidas a adoptar para salvaguardar a la población civil.
La administración municipal de Sipí narró que, de momento, las comunidades frenaron sus movimientos por el afluente por miedo de caer en medio de las balas de las dos estructuras delincuenciales.
Mientras el Clan del Golfo seguiría retando al ELN para arrebatarle las economías ilícitas, principalmente, la ruta del narcotráfico y la extracción ilegal de yacimientos mineros en ese sector de Colombia.
Como efecto de esa batalla a sangre y fuego, la Defensoría del Pueblo ha emitido varias alertas tempranas en las que advierte sobre homicidios selectivos, amenazas, secuestros e instrumentalización de comunidades enteras.
También, con el paso de los días, se agrava la situación en el sur de Bolívar, en donde la presencia del Clan del Golfo y el ELN, que se encuentran enfrentados, ha hecho que decenas de familias abandonaran sus hogares a raíz de la violencia.
“Son cerca de 560 familias de Santa Rosa del Sur, Arenal, Morales y Montecristo las que debieron dejar sus bienes a merced de la suerte y salir hacia el sitio conocido como la Y de San Luquitas. La situación ha desencadenado una crisis humanitaria”, dijo la Defensoría del Pueblo.