Desde el inicio de la nueva legislatura del Congreso de la República, la Cámara de Representantes ha estado llena de cuestionamientos y polémicas, siendo, en su mayoría, el presidente de la corporación, Jaime Raúl Salamanca, el principal protagonista de las historias.
El liderazgo del congresista boyacense ha estado en entredicho y se han presentado varios reparos no solo de representantes de su propia bancada, sino también de congresistas aliados y cercanos al Gobierno Petro.
Salamanca ha estado en el centro de las críticas, al brillar por su inexperiencia legislativa y el maltrato a sus colegas.
En medio de las diferentes discusiones de proyectos de ley y debates de control político, los representantes han cuestionado la falta de garantías, los malos tratos y la férrea defensa que hace Salamanca a las reformas del Gobierno Petro.
La más reciente polémica de Salamanca se vivió ayer miércoles 18 de diciembre, en medio del debate de la reforma a la salud, por la fuerte discusión que protagonizó con la representante de la Alianza Verde, Katherine Miranda, a tal punto que la expulsó de la plenaria.
En medio de sus redes sociales, la representante por Bogotá explicó lo sucedido: “Quiero contarles que el presidente (Jaime Raúl Salamanca) me acaba de suspender el derecho de voz en la reforma a la salud — algo inaceptable— simplemente porque le reclamé de manera airada que tenía que leer todas las preposiciones y decirnos cómo quedaba el sentido de cada artículo teniendo en cuenta que son unas 600 proposiciones las presentadas y no se están estudiando”, dijo.
Por su parte, en medio de la acalorada discusión, Salamanca aseveró que Miranda usó groserías para referirse a la mesa directiva, aunque en el video no se registró ninguna agresión verbal.
“¿Por qué me dice groserías? Respeto, usted no me puede decir groserías y le voy a aplicar el artículo. Se retira de la sesión y aplico el artículo 73, se le quita el uso a la palabra durante todo el debate”, dijo el presidente de la Cámara.
Y agregó: “Decirle marica a alguien no es insulto, pero la llamo al orden. Me faltó al respeto y le suspendo el ejercicio de la palabra, le suspendo el derecho a intervenir”.
Tan airada fue la discusión, que Salamanca amenazó con hacer uso de la Policía Nacional para retirar a Miranda del recinto, algo que no había ocurrido en esa corporación.
Pero esta no es la primera vez que Salamanca protagoniza una polémica con algunos de los representantes.
En noviembre, la representante a la Cámara, Catherine Juvinao, señaló a Salamanca de ejercer violencia política contra ella y otras congresistas.
“Tuve que salirme de la plenaria de la Cámara de Representantes porque realmente yo no aguanto más, yo no soporto una plenaria más la increíble patanería, arbitrariedad y autoritarismo del presidente de la Cámara, del representante Jaime Raúl Salamanca para con las mujeres congresistas”, aseguró Juvinao en su momento.
En medio de importantes discusiones de la reforma laboral y la reforma política, Juvinao y otras representantes mujeres han alertado que Salamanca les ha cortado sus intervenciones en múltiples ocasiones y ha negado el uso de la palabra en la discusión de bloques de artículos claves.
De hecho, a Salamanca lo han tildado de tener un trato diferencial entre mujeres y hombres en el marco de los debates legislativos.
“Tristemente, tengo que decir que yo no he visto que usted le apague el micrófono a los hombres en la plenaria de la Cámara. Lo hace sistemáticamente y lo viene haciendo contra las mujeres”, sostuvo Juvinao.
Además de Juvinao, la representante de Cambio Radical, Carolina Arbeláez, también ha denunciado públicamente la violencia política que Salamanca estaría ejerciendo en contra de las mujeres en la corporación.
“No nos dan la palabra, nos cortan el micrófono y se ignora nuestra representación. 450.000 empleos están en riesgo, la violencia política del presidente de la Cámara de Representantes es inaceptable. ¿Eso era lo que decían del ‘cambio es con las mujeres o no es’?”, afirmó la congresista semanas atrás.
Como lo han alertado sus colegas, Salamanca tiene un polémico estilo para manejar la plenaria. Además de tener discusiones con las representantes mujeres, también se le ha cuestionado, por ejemplo, por llegar en camiseta, jeans, tenis y por no ocultar su desconocimiento de la Ley 5a de 1992 para dar trámite a las discusiones ni para escuchar a sus compañeros.
El silenciar los micrófonos no es un comportamiento que Salamanca solo haya tenido con las mujeres de la corporación. En octubre, en medio del debate de la reforma laboral, Jhon Jairo Berrío, representante del Centro Democrático, pidió la palabra, pero Salamanca, cortó su intervención.
“Esta curul usted no me la regaló, señor. Yo tengo derecho a hablar y usted tiene que darme el uso de la palabra si lo estoy pidiendo, presidente. ¿Cuántas veces vamos a hablar cada uno? Entonces ponga las reglas del juego. Yo tengo que hablar, presidente”, le cuestionó Berrio en su momento.
Salamanca también ha tenido choques con el representante Oscar Villamizar del Centro Democrático, a tal punto que el presidente de la Cámara lo ha amenazado con “hacerse echar” con la Policía.
Como estos, son muchos los episodios protagonizados por Salamanca, quien muy seguramente será recordado no por sus logros en su presidencia, sino por las discusiones y encontronazos que tuvo con sus colegas.