Jesús Alfredo Ariza Obregón, diputado y presidente de la Asamblea de Santander, renunció a su curul después de que se conociera un video en el que insulta a su pareja y confiesa haber usado sustancias psicoactivas.
“Malparida. ¿Usted piensa que no escuché el carro que se fue?”, dijo en un aparte. Luego, después de que la mujer le pregunta si consumió alguna sustancia, el diputado le responde: “Perico, del que usted me vendió a mí”.
“El perico que usted me ha dado, malparida hijueputa. Lo que le falta es voltearle la jeta, hijueputa”, continúa con los insultos.
Este martes, a través de una carta, el diputado renunció a su cargo, asegurando que quiere preservar su dignidad y defender su buen nombre.
“Manifiesto a la honorable corporación, que he tomado la decisión de renunciar a mi curul de diputado del departamento y a la presidencia de la misma, con el propósito de preservar la dignidad de la Asamblea y el normal ejercicio de sus atribuciones públicas, y simultáneamente dedicarme a la defensa de mi buen nombre y de mi presunción de inocencia ante las descontextualizadas denuncias promovidas en mi contra por una presunta violencia intrafamiliar”, expresó en el texto.
En el texto, tal como lo expresó en una rueda de prensa previa, asegura que siempre ha “profesado un gran amor y profundo respeto por las mujeres”.
“Mi familia está integrada totalmente por mujeres (mi madre, mis tres hermanas, mi sobrina, mi pareja) y por mi formación y por un entrañable afecto y cariño al género femenino, jamás incurriría en una conducta que pudiere hacerle daño a una mujer”, sostuvo.
Además, en su carta de renuncia quiso dejar claro ante la opinión pública que no es “adicto a las drogas ni a sustancias psicotrópicas, ni tampoco ejercí violencia contra la denunciante, que ha montado una campaña de desprestigio en mi contra, a través de la producción y edición de videos espurios y manipulados”.
A pesar de esto, reconoció que incurrió en “un gran error” por el tono que usó contra la mujer en el video.
“El vocabulario y las palabras ofensivas que expresé en una conversación con la denunciante, fruto de la planeada provocación urdida por esta señora en mi contra y en la exaltación del ánimo que me causo esta injusta provocación; razón por la cual, asumo las consecuencias públicas de esa equivocación”, manifestó en el texto.
También desmintió que “accedió violentamente” a la denunciante: “Tengo pruebas documentales y testimoniales que demuestran que ella accedió voluntariamente a ir a un motel conmigo al día siguiente de los hechos; lo que desvirtúa plenamente esa grave e infundada acusación”.
Aseguró que desde hace meses tiene conocimiento de que la mujer tiene un “interés oscuro” de promover una “campaña difamatoria” en su contra.
“Me puse a disposición de la Fiscalía como buen ciudadano para colaborar en el esclarecimiento de la verdad, y que se me escuchara en interrogatorio con el fin de ofrecer mi versión de los hechos; y estaré atento a cualquier llamado de la Fiscalía porque soy el mayor interesado en probar mi inocencia ante los tribunales de justicia”, indicó.
Finalmente, reiteró su “absoluta inocencia”, afirmando que en “ningún momento” ha incurrido en una conducta penal de violencia intrafamiliar o acceso carnal violento en contra de la denunciante.
“Nunca he tenido ni tendré el ánimo de causarle ningún daño a su integridad personal o moral”, concluyó el diputado en su carta de renuncia.