Las autoridades de Brasil retomaron este domingo el control de las tres sedes del poder en la capital, luego de una intervención federal decretada por el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva ante la multitudinaria invasión de seguidores del exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro.

Al caer la noche la fuerza pública parecía tener la situación bajo control, aunque numerosos manifestantes, que rechazan la elección de Lula, permanecían en Brasilia cerca del centro de poder del gigante sudamericano.

A lo largo del día, una marea humana vestida de amarillo y verde ocupó las sedes del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial en la capital brasileña (centro), según constató la AFP, dejando imágenes impactantes que evocaron las de la invasión del Capitolio (sede del Congreso estadounidense) en Washington, el 6 de enero de 2021.

La “intervención federal” decretada por el presidente izquierdista consiste en la toma de control del comando de fuerzas de seguridad, habitualmente dirigidas por autoridades locales.

Cientos de manifestantes llegaron al Palacio de Planalto, el Congreso y el Tribunal Supremo. | Foto: Reuters / ADRIANO MACHADO

Desde Colombia ya se emitieron reacciones ante la situación que vive el vecino país. El presidente Gustavo Petro rechazó la invasión al Congreso brasilero y expresó su solidaridad con su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva.

“Toda mi solidaridad a @LulaOficial y al pueblo del Brasil. El fascismo decide dar un golpe”, sentenció el primer mandatario de los colombianos.

En el mismo trino señaló a la derecha brasilera de no mantener un pacto de no agresión ante las diferencias políticas e ideológicas que tenían ambos candidatos a la presidencia, antes, durante y después de las elecciones.

El presidente Petro llamó la atención a la Organización de Estados Americanos (OEA), para que se lleve a cabo una reunión urgente en donde se tomen medidas ante la situación que vive Brasil.

“Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia. (...) Es hora urgente de reunión de la OEA si quiere seguir viva como institución y aplicar la carta democrática”, señaló el mandatario por medio de su cuenta de Twitter.

Otra personalidad de la política colombiana que se manifestó ante el hecho fue el exministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, quien por medio de su cuenta de Twitter rechazó los actos violentos presentados en Brasil.

“Total rechazo a hechos ocurridos en Brasil. Violentos deben ser castigados”, señaló Pinzón.

Pero también mostró su indignación al oír pregonar sobre democracia a aquellos que, no tendrían moral para hacerlo.

“Pero indigna ver posando de adalides de la democracia a quienes: han cometido crímenes de lesa humanidad, fueron parte de grupos terroristas, o se han aliado con ellos, o avalan a regímenes criminales”, sentenció el Ex embajador de Colombia en Estados Unidos.

Juan Carlos Pinzón, Brasil | Foto: Twitter: @PinzonBueno

Inaceptable

Según diferentes medios locales, al menos 150 bolsonaristas fueron detenidos tras la invasión y saqueo del Congreso, el Palacio presidencial de Planalto y el Tribunal Supremo Federal -STF, máxima corte de Brasil, ubicados en la denominada Explanada de los Ministerios.

Imágenes de la cadena de televisión CNN Brasil mostraron a bolsonaristas bajar la rampa del Palacio presidencial de Planalto en fila, con las manos a la espalda, flanqueados por policías.

En otras imágenes se vio un autobús lleno de manifestantes arrestados siendo trasladados hacia una repartición de la Policía en el Distrito Federal de Brasilia.

El gobernador del distrito de Brasilia, Ibaneis Rocha, aliado de Bolsonaro, pidió disculpas a Lula y calificó los responsables de “verdaderos vándalos” y “verdaderos terroristas”.

“Vigilábamos con el ministro (de Justicia) Flavio Dino todos esos movimientos (...) En ningún momento pensamos que estas manifestaciones tomarían tales proporciones”, afirmó.

Otros aliados del expresidente también se desolidarizaron de los hechos.

En el mundo, numerosos dirigentes condenaron la toma de las sedes del poder en Brasilia.

El presidente estadounidense, Joe Biden, calificó de “escandalosa” la violencia de los manifestantes. Y su secretario de Estado, Antony Blinken, declaró que “usar la violencia para atacar a las instituciones democráticas es siempre inaceptable”.

Los mandatarios de Francia, España, Argentina, Colombia, Venezuela y Chile, entre otros, también rechazaron el ataque.

Caos

Durante varias horas el centro de poder quedó sumido en el caos. Aunque las autoridades habían acordonado la zona, los bolsonaristas lograron abrirse paso a la fuerza, saltar vallas y congregarse en el techo del Congreso, de arquitectura modernista, constató un reportero de la AFP.

Los policías trataron de rechazarlos con gases lacrimógenos, pero se vieron rápidamente rebasados. Un policía fue tirado de su caballo y golpeado por la multitud. En tanto que al menos cinco reporteros también fueron agredidos, según un sindicato de periodistas, entre los que se cuenta un fotógrafo de la AFP.

La marea humana irrumpió en el Congreso nacional, con muchos manifestantes ondeando banderas brasileñas en un tinte patriótico similar al de los seguidores de Trump.

Manifestantes, simpatizantes del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se sientan frente a la policía después de ingresar al Palacio de Planalto después de asaltarlo, en Brasilia, Brasil, el domingo 8 de enero de 2023. Planalto es el lugar de trabajo oficial del presidente de Brasil. (AP Photo/Eraldo Peres) | Foto: Copyright 2023 The Associated Press. All rights reserved

Los daños en los edificios, tesoros de la arquitectura, son considerables. Cuadros de un valor inestimable fueron dañados, como “Mulatas”, de Di Cavalcanti, según fotografías que circulan en redes sociales.

De acuerdo con la cadena de televisión CNN, manifestantes incendiaron la alfombra del Congreso, que tuvo que ser inundado para apagar el incendio.

“Tenemos que restablecer el orden, tras esta elección fraudulenta”, dijo a la AFP Sarah Lima, ingeniera de 27 años y partidaria de Bolsonaro llegada de Goianesia (ciudad a 300 km de Brasilia, en el vecino estado de Goiás) en el lugar de los hechos.

Bolsonaro, quien perdió por estrecho margen ante el expresidente Lula (2003-2010), salió de Brasil a fines de año y viajó a Estados Unidos, al estado de Florida (sureste), donde ahora reside Trump.

Algunos de sus simpatizantes manifestaban ante cuarteles militares desde que fue derrotado para reclamar la intervención del Ejército, con el objetivo de impedir la vuelta al poder de Lula para un tercer mandato.

*Con información de AFP.