SEMANA: ¿Qué balance hace hasta el momento de su experiencia como concejal de Bogotá?
JUAN DANIEL OVIEDO (J.D.O): Han sido tres meses en donde hemos tenido la oportunidad de activar todas nuestras líneas de trabajo tanto en el Concejo, como en la ciudadanía. Hemos desarrollado más de siete encuentros ‘Oviedo para oreja’ en siete localidades distintas. Abrimos la casa de Bosa como Casa de la Escucha. Abrimos otra en Suba La Gaitana. Adicionalmente hemos participado activamente en los debates de control político en materia de seguridad y en el tema de la ALO Norte. También pudimos sentar nuestra posición sobre temas asociados al plan parcial El Pedregal y el cupo de endeudamiento de la ciudad. También hemos podido ser ponentes de varios proyectos de acuerdo, que volverán a ser discutidos nuevamente en mayo cuando tengamos sesiones ordinarias en el Concejo.
Así mismo, estamos trabajando fuertemente en la estructuración de proyectos de acuerdo con tres temas fundamentales que son: Bogotá 24 horas, Gobierno del espacio público y salud mental.
SEMANA: ¿Cómo califica la administración del alcalde Carlos Fernando Galán?
J.D.O.: Sí sentimos la preocupación por la ausencia de algunos mensajes contundentes por parte de la administración distrital a la hora de responder problemas estructurales como la reactivación de la economía, que se necesita urgentemente no solo en Bogotá sino en todo el país.
Nosotros le vamos a entregar al alcalde nuestro informe de oposición el próximo 8 de abril, fecha que hemos convenido con el alcalde para entregarle las conclusiones de toda la pasada de revista, llamándolo así, de la mayoría de secretarías e instituciones distritales y de lo que ha sucedido en el Concejo.
Lo que hemos visto a lo largo de estos tres primeros meses es la conformación de un buen equipo de gobierno, de personas preparadas, pero que requiere de una mejor articulación intersectorial a la hora de enfrentar realidades concretas para la ciudad, como, por ejemplo, una mejor articulación entre las secretarías de Gobierno y Seguridad, para los temas de seguridad, pero incluyendo también a la Secretaría de Educación, porque los padres de familia están viendo que sus hijos están más expuestos a problemas de seguridad en las sedes educativas de la ciudad.
Necesitamos decisiones más contundentes en materia de fortalecimiento de los recursos de inversión de tecnología para el sector de seguridad y acciones mucho más claras frente a la ciudadanía de cómo va a empoderar a las personas a través de la conformación de redes que apoyen para mejorar las condiciones de seguridad en los barrios.
Finalmente, creo que hace falta sintonizar el discurso del alcalde frente a las prioridades de la gente, que quiere soluciones concretas. La gente se siente todavía con una ciudad sucia, insegura, pero que no quiere grandes promesas, sino que quiere acciones concretas en el territorio.
SEMANA: El alcalde ha recibido críticas por la demora en expedir un decreto que regule el consumo de estupefacientes en lugares públicos, especialmente parques y entornos escolares, ¿cuál es su postura al respecto?
J.D.O.: En este punto hay un mensaje de preocupación porque el secretario de Seguridad y el alcalde insisten en el decreto que expidió el alcalde Peñalosa en su momento que prohíbe el consumo de sustancias psicoactivas en perímetros de 200 metros de parques y sedes educativas, pero es un decreto que no pasa la prueba de constitucionalidad y cualquier persona puede demandar y ese decreto se cae.
Y además, si pasa la prueba de constitucionalidad, ese decreto de 2019 es prácticamente incumplible, porque ese perímetro implica el 89 % del área de la ciudad, entonces nosotros estamos convencidos de que con varias iniciativas de proyectos de acuerdo que fueron radicados por varios concejales, existe una posibilidad de que el Concejo defina unos criterios y unos lineamientos para que el alcalde pueda resolver de una vez por todas la regulación del consumo de sustancias psicoactivas en el espacio público.
Estamos en un limbo en donde el consentimiento que el decreto de 2019 está vigente y es efectivo pues no es cierto, porque es un decreto incumplible que no pasa las pruebas de constitucionalidad según los elementos que ha señalado la Corte en sentencias recientes.
SEMANA: El alcalde ha dicho que, después de Semana Santa, va a presentar los resultados del estudio que adelantó la Alcaldía para definir el pico y placa. Usted estando en campaña, proponía un cobro por congestión...
J.D.O.: Yo creo que no debimos esperar tres meses para hacer ese cambio. La Secretaría de Movilidad de Bogotá a lo largo de las últimas administraciones ha conformado un equipo de modeladores de tráfico y ha hecho, gracias a la cooperación de Reino Unido, pruebas para establecer esas zonas de cargo por congestión. Ha desarrollado también modelos de simulación para hacer rotaciones mucho más efectivas al pico y placa. Es una mediana crónica que nos tiene asfixiados de carros y de motos en Bogotá y que, sí o sí, necesitamos asumir riesgos y apalancar apalancarnos en la tecnología para apartarnos paulatinamente de esa medida de pico y placa.
Pero entiendo y respeto la decisión del alcalde, que ha sido mucho más cautelosa. Él está preocupado por los frentes de obra que se están desarrollando en la ciudad. Esperemos a ver qué dicen los estudios del alcalde después de esta Semana Santa.
SEMANA: El presidente Petro insiste en un metro subterráneo para Bogotá. ¿Usted, como concejal, qué le dice al jefe de Estado?, ¿Qué piensa de su insistencia?
J.D.O.: Yo creo que esas son cortinas de humo para seguir buscando sintonizar a Bogotá hacia el pasado y es reprochar decisiones del pasado pensando que hoy se pueden tomar. Bogotá necesita y se merece que reconozcamos su presencia, pero sobre todo que miremos hacia adelante y algo que no podemos repetir son los errores del pasado. La gran incertidumbre y sobrecostos que generó el Metro de Medellín fue el cambio de trazado a mitad de camino en esta importante obra de infraestructura. Entonces, aquí lo que necesitamos es, al contrario, acelerar cómo la ciudad se prepara en las diferentes zonas que van a ser atravesadas por la primera línea del Metro de Bogotá para avanzar en la recuperación de zonas deprimidas como la Caracas, hacer renovación urbana, empezar a preparar estos sectores de la ciudad para esa nueva estructura que vamos a recibir a finales de 2027.
SEMANA: ¿Qué opina de la vaca a la que se vio obligada a convocar el departamento de Antioquia?
J.D.O.: Esa vaca es una señalización muy clara no solo de Antioquia sino de todo el país frente a una decisión caprichosa del presidente de la República que no da continuidad al respeto del marco legal e institucional que existe para la construcción de obras civiles en el país. Esa vaca no va a recoger toda la plata, pero sí es una señal contundente de que la ciudadanía le está diciendo al presidente: “No, si usted quiere buscar una forma distinta para financiar infraestructura de obra civil en el país, pues vamos al Congreso y definamos en el Congreso, como se ha definido con los modelos anteriores”.
No se puede, de un momento a otro, condicionar la continuidad de unas obras como es la cofinanciación de la primera línea del Metro de Bogotá o de las autopistas 4G, o de la Vía al Mar en el Caribe, simplemente, a un prejuicio ideológico del presidente de la República de que las concesiones no son buenas porque enriquecen a los privados y de que las obras de infraestructura se utilizan para inundar de productos importados a los productores nacionales para agotar la economía agropecuaria nacional. Los dos son errores crasos, son falsos dilemas que está planteando el presidente y por eso yo creo que la vaca es una señal clara de que el país está en una tónica distinta a la del presidente. El país quiere construir, reactivarse y no quedarse inmerso en discusiones ideológicas sin sentido.
SEMANA: ¿Qué piensa de la propuesta del presidente Petro de convocar a una asamblea nacional constituyente?
J.D.O.: Es una cortina de humo frente a la imposibilidad de sacar adelante unas reformas que no están alineadas con las necesidades del país. El presidente cree que simplemente por prometer pensiones para los adultos mayores en situación de pobreza o salud en los territorios más apartados del país, el país le va a caminar a unas reformas que destruyen la construcción institucional en materia económica y social que ha hecho el país de forma rigurosa y continua en los 33 años de vigencia de la Constitución del 91. Yo creo que aquí lo que hay son unas cortinas de humo que quiere lanzar el presidente de la República para presionar la aprobación de sus reformas, que seguramente no van a ser aprobadas por el Congreso de la República. Y finalizando el segundo periodo legislativo, nos vamos a encontrar en una situación crítica, porque, ya iniciando el tercer periodo, el presidente ha perdido plenamente su gobernabilidad en el Congreso y su apuesta para una nueva reforma tributaria seguramente será un nuevo traspiés en su interés de hacer reformas estructurales.
Yo creo que lo más importante es tampoco sobrevalorar ese mensaje del presidente de la República y lo que tenemos es que seguir insistiendo en soluciones concretas desde el punto de vista económico. Necesitamos que el Gobierno nacional ejecute su presupuesto de inversión, que cofinancie obras de infraestructura civil y que no sea un palo de rueda en la autonomía y en el liderazgo de las ciudades para poder generar empleo, que tanto necesitamos en el país.
SEMANA: Líderes políticos como Germán Vargas Lleras y Enrique Peñalosa dicen estar dispuestos a participar de esa Constituyente, ¿qué les dice?
J.D.O.: Esa afirmación es bastante riesgosa en el sentido que lo que plantea el presidente como una constituyente popular no tiene nada que ver con los lineamientos que ha planteado la misma Constitución para poder convocar ese tipo de escenarios. Por consiguiente, hay que recordarle al presidente y a los demás actores que quieren darle el paso a una asamblea nacional constituyente que el pueblo en Colombia no solo está representando en el presidente, sino en las tres ramas del poder público, en el Legislativo, en la Rama Judicial y en el Ejecutivo. Aquí lo que hay es una necesidad de resolver los problemas económicos y sociales que está viviendo el país en estos momentos y no de seguir ahogando la estructura política con discusiones que no nos van a llevar a ningún lado, sino, por el contrario, nos van a distraer de las prioridades que estamos viendo.
SEMANA: Con todo lo que ha pasado en estos dos años de gobierno del presidente Petro, ¿cree que fue la mejor decisión no haber aceptado continuar en el Dane?
J.D.O.: Me siento totalmente tranquilo de haber tomado esa decisión porque, en su momento, cuando evalué la invitación del presidente de la República de primera mano, me di cuenta de la falta de articulación institucional al interior del Gobierno y de la imposibilidad de que yo, como mensajero, como director del Dane, me fuese a enfrentar a no tener línea directa con el presidente.
Y, sobre todo, tanto que me atacaron por la política de catastro multipropósito, este país no ha tenido avances significativos en la materia y eso lo que demuestra es que tenemos una ideologización de las problemáticas económicas y sociales del país que han resultado en inactividad y en retroceso contrario a esa visión de progreso que quería ver todo el país con ese cambio que prometía el Gobierno Petro con su gobierno.
SEMANA: ¿Cómo ve el panorama político para las elecciones de 2026?
J.D.O.: Yo formo parte de los cientos de miles de habitantes del país que estamos preocupados de ni siquiera ver culminados dos años de gobierno, para que el mismo presidente de la República, comenzando este año, levante el polvo para poder iniciar o tener tiempos de campaña de sus precandidaturas presidenciales para las elecciones de 2026. Es un tema supremamente costoso para el país en estos momentos porque necesitamos concentrarnos es en las problemáticas que tenemos y en usar las herramientas de gobierno y de control político que tenemos institucionalizadas y no prender nuevamente el control de promesas, de expectativas y de futuras resoluciones de una campaña presidencial que desde ya se anticipa como una campaña tensa, porque al presidente de la República así le gusta que sean las campañas políticas, así lo vimos en Bogotá con su intervención directa con la candidatura de Gustavo Bolívar y eso va a generar una tensión importante en un país que requiere entender que la economía es su activo más importante para poder garantizar que más personas salgan de la pobreza.
SEMANA: ¿Al Pacto Histórico, a la izquierda, les ve posibilidades de volver a ganar la presidencia?
J.D.O.: Es bastante difícil, en la medida en que tengamos la posibilidad de que otras vertientes políticas lleguen relativamente unificadas a la contienda electoral. No podemos dejar que suceda lo que pasó en las elecciones de 2022, donde el centro y una gran cantidad de perfiles valiosos, que podían gobernar el país, perdieron las oportunidades de dirigir la nación por la peleadera o la falta de visión conjunta frente a esos elementos básicos que requiere el futuro del país.
SEMANA: ¿A Claudia López la ve como candidata presidencial?
J.D.O.: Ella, desde antes de finalizar su mandato en la Alcaldía, era claro que tenía la intención de poder participar en las elecciones presidenciales. Es una mujer preparada que tuvo la experiencia de la Alcaldía, pero que también tuvo un desgaste muy importante por el desgobierno de la ciudad en materia de seguridad y espacio público que nos dejó a esta administración del alcalde y del Concejo de Bogotá.
Naturalmente, ella va a ser una pieza fundamental en las elecciones presidenciales, pero como ya lo hemos escuchado en los diferentes medios de comunicación, ya hay una lista innumerable de candidatos presidenciales, pero no es sano que hoy estemos hablando de eso, cuando ni siquiera hemos visto dos años de este gobierno.