La tercera legislatura se instalará este 20 de julio en medio de todas las polémicas que se han generado por los escándalos de corrupción en el Gobierno Petro y que salpican al Congreso de la República.
Sumado a la intervención directa de la Casa de Nariño para que la plenaria elija a Jaime Raúl Salamanca en la presidencia de la Cámara en reemplazo del cuestionado Andrés Calle, ahora la pelea en la bancada de las curules de paz, coalición que tiene derecho a la primera vicepresidencia de la corporación.
A pocas horas de que se haga la elección de las nuevas mesas directivas, al interior de las curules de paz hay división porque un sector quiere postular a Karen Manrique, a pesar de que está salpicada directamente en el escándalo de corrupción de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGRD).
Como el rumor se ha esparcido por los pasillos del Legislativo, su nombre genera rechazo en las otras bancadas que afirman que si dicha postulación se da, no votarían ella, justamente, porque debe aclarar todos los cuestionamientos que se le están haciendo y porque su nombre no debe estar en la mesa directiva de la Cámara.
Integrantes de Cambio Radical, La U, Centro Democrático, conservadores y liberales dijeron que no es viable elegir a Manrique y que tenían entendido que el postulado sería Jorge Tovar para esa dignidad. Por esa razón, si Tovar es postulado se respetarán los acuerdos políticos, pero si la aspirante es Manrique podría romperse todo lo pactado.
Por esa razón, al interior de las curules de paz (Citrep) hay una puja interna que debe ser resuelta en las próximas horas para no llegar divididos a la plenaria y presentar un solo nombre.
No hay duda de que postular a Manrique sería una burla para los colombianos porque primero debe aclarar todo lo que está pasando con el escándalo de la UNGRD para poder aspirar a un cargo de la corporación.
Varios congresistas están recomendando a esa bancada que se definan por Tovar y no generen ruidos innecesarios, ya que hay bastante polémica por la postulación de Jaime Raúl Salamanca de la Alianza Verde para la presidencia de la corporación.
Las dudas sobre Manrique
El escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) es tan grave que hasta involucra al ELN. En uno de sus interrogatorios en la Fiscalía, conocido por SEMANA, Olmedo López, exdirector de esa entidad, puso de presente lo complicado que era entregar contratos en Arauca, a propósito de las negociaciones que reveló entre el Gobierno Petro y algunos congresistas para comprar sus votos. En una de las diligencias, López aseguró: “Muchas de las obras que se hacen en el departamento de Arauca, necesariamente, deben contar con la bendición o la orden para su ejecución del ELN”.
El exdirector le reveló algo más grave a la fiscal María Cristina Patiño. “El informe que me entrega el subdirector Sneyder es que era notoria la relación entre el contratista y la representante a la Cámara Karen Manrique”. Según López, ella había negociado el contrato de Saravena con el gobierno.
“Veníamos de unos paros en la región de Arauca, donde la UNGRD tuvo que participar, donde era clara la influencia guerrillera en ese paro y lo que nos quedaba claro era que las obras en Arauca se hacían si el ELN decía. Si no había permiso del ELN, no se hacía”, le dijo López a la fiscal.
Luego vino una perla en medio del interrogatorio. “Por eso mi temor con la libreta”, dijo. En ese momento, López no había entregado todavía la hoja que, según él, había firmado la representante Manrique, de su puño y letra, y en la que había dejado por escrito cuáles eran los congresistas que conformaban su grupo, del cual era vocera ante el ‘cónclave’.”Yo creo que detrás de la libreta y buscando la libreta hay un grupo armado colombiano, el ELN”, advirtió López en el interrogatorio.
La fiscal se interesó por conocer si había sido amenazado por el ELN. Él empezó a relatarle varios hechos y le dijo que sabía y le habían advertido “que la orden está dada y no se la van a perdonar”. Enseguida, explicó que ese fue el motivo por el cual tuvo a su familia confinada, evitó los medios de comunicación y, prácticamente, se escondió a la espera de su cita en la Fiscalía. “Eso llevó a especulaciones, que yo estaba fuera del país y que me había ido”.
También reveló que hubo personas que se le acercaron. “Que querían hablar conmigo, que saliera solamente un minuto, que no me demoraban sino un minuto”.
SEMANA conoció que López, en dos oportunidades, cuando intentó rescatar la libreta con la hoja escrita por la representante Manrique, no pudo. En las dos ocasiones recibió amenazas de muerte. Luego le hizo un recuento a la Fiscalía de lo que le sucedió a su abogado con “la incursión de los hombres armados en su apartamento”.
Y contó cómo fue el robo de sus cajas fuertes en Medellín, de cómo le vandalizaron la casa donde vivía. “Me tocó llevarme a mi familia para otro lado”. Dijo que en el barrio donde creció sus vecinos le hicieron esta advertencia: “Ojo que vinieron al barrio, ojo que está en riesgo la familia y ojo que lo están buscando”. López contó que a través de su familia le han enviado mensajes amenazantes. “Que para que cuide su vida y abandone el país unos dos años, que salga de Colombia”.