La reforma a la salud se destrabó en la Cámara de Representantes en la noche del pasado martes, 5 de septiembre. La corporación negó las proposiciones de aplazamiento y votó en contra de la ponencia de archivo, un logro para el Gobierno nacional y muestra de que podría existir un consenso a favor de la iniciativa.
Además, Andrés Calle, presidente de la Cámara de Representantes, aseguró que la subcomisión aprobada para concertar un texto de reforma a la salud no interrumpirá el debate y solo podrá aportar un informe.
“Por supuesto vamos a darle creación a la comisión accidental, como lo ha pedido la mayoría de la plenaria y el pueblo colombiano, pero esto respetando los principios que rigen a esta corporación. (...) Vamos a crear esta comisión accidental, pero de ninguna manera vamos a impedir el debate que debe darse en esta corporación. Esta comisión accidental no puede abrogarse las tareas que le corresponden a la plenaria de la Cámara, ni tampoco las que le corresponden a la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes”, dijo el representante.
A pesar de que no es claro cuándo se creará dicha subcomisión, Katherine Miranda, representante de la Alianza Verde, asegura que esta instancia salvó a la reforma a la salud de hundirse en la sesión del martes.
“Gracias a la subcomisión, por la cual fuimos objeto matoneo y violencia, hoy la reforma a la salud sigue viva. Esta subcomisión es esperanza de consensos entre los congresistas, por eso negaron el archivo. Entiendan que aquí no es imponiendo o agrediendo, sino llegando a acuerdos como se hace país”, publicó Miranda en Twitter.
En el debate de la reforma, la congresista recalcó que todos los sectores están de acuerdo con llevar sus inquietudes a la subcomisión.
“El día de ayer y el día de hoy fue tendencia ‘No jugaditas a la reforma’. Varios de los representantes del Pacto Histórico aquí presentes tuitearon eso, dijeron que había sido una jugadita esta proposición. Proposición que en estos momentos partidos de la oposición, independientes y de gobierno, avalan y aplauden. Ven como una manera real de crear ese gran acuerdo nacional que presenta el presidente Gustavo Petro”, dijo Miranda.
Sin embargo, a pesar de que congresistas del petrismo como David Racero están de acuerdo con que la subcomisión logrará acuerdos para que se apruebe la reforma, Carolina Corcho, exministra de Salud, asegura que se trata de una “maniobra dilatoria”.
En un trino, la exministra aseguró que “no es cierto que la subcomisión haya dado oxígeno a la reforma”.
“Ahora bien, si hay a una mujer a quien han fustigado, perseguido y matoneado en este país por esa reforma, es a mí. Pero no voy a apelar a esa victimización para evadir el debate de fondo, y este es que existen poderosos intereses que juegan en el Congreso para evitar que una reforma que pone en cintura la corrupción y los negocios de la salud fracase, y para eso utilizan maniobras dilatorias y filibusteras”, dijo la exministra en su cuenta de Twitter.
La reforma a la salud salió con vida de la plenaria de la Cámara, la mayoría de congresistas votó en contra de la ponencia que pretendía archivarla
Después de más de seis horas de discusión en la plenaria de la Cámara de Representantes, 97 congresistas votaron en contra del archivo de la reforma a la salud y 48 a favor. Así las cosas, la iniciativa del Gobierno del presidente Gustavo Petro salió con vida en su primera prueba de esta legislatura.
El debate se originó porque un sector propone la creación de una subcomisión que busca la redacción de un nuevo texto, concertado con todos los partidos políticos. Sin embargo, el Gobierno se opone. Ahora bien, con el hundimiento del archivo de la iniciativa, se espera que el proyecto siga su trámite en el Legislativo.
Para los congresistas opositores a la reforma a la salud, el presidente Gustavo Petro quiere imponer esos cambios en el actual sistema, que para muchos es bueno.
El jefe de Estado, entretanto, dijo que “este intento burdo de silenciar el que la reforma a la salud ya lleva un largo proceso de concertaciones y reuniones, solo tiene un fin: hacer olvidar que el proyecto actualmente en discusión ya es otro, transformado por la discusión pública y hacer aparecer que solo las ideas muy neoliberales de un grupo de oposición son las válidas y el Gobierno debe dejarlas imponer”.