Contrario a los vaticinios del presidente Gustavo Petro, la Comisión de Acusaciones le cerró cinco investigaciones que cursaban en su contra durante años, cuando fue alcalde de Bogotá y congresista.
En una sesión a puerta cerrada que se adelantó en la Comisión este jueves 15 de junio, los congresistas, por amplias mayorías, decidieron archivar los procesos en su contra.
Uno de los procesos que se fallaron a favor del presidente es que se le abrió por las declaraciones que en su momento entregó el exgeneral de Venezuela, Hugo ‘El Pollo Carvajal’ en contra de Gustavo Petro y el supuesto ingreso de dineros provenientes del chavismo a la campaña presidencial. Esos señalamientos los desmintió el hoy presidente.
“Y no se cansan de intentarlo una y otra vez. Quienes esperan que aparezcan financiaciones de gobiernos extranjeros a mis campañas en algún momento de mi vida política, se quedarán esperando. Ni conozco a Saab ni al general Hugo Carvajal. Estoy alistando una intervención jurídica para confrontar al general y presunto narcotraficante Hugo Carvajal, sea en España, sea en EE. UU.”, respondió Petro en su momento, en su cuenta en Twitter.
Otro de los procesos está relacionado con la decisión que tomó el entonces alcalde de Bogotá frente a la reducción de las tarifas del servicio de TransMilenio.
A través de un decreto, Petro pidió que se disminuyera el precio del tiquete en horas valle, quedando en 1.5000 pesos en los periodos con baja afluencia de pasajeros en las mañanas y en las tardes. La Contraloría, quien habló inicialmente de un presunto detrimento patrimonial, se echó para atrás.
SEMANA conoció que la congresista de la Alianza Verde, Katherine Miranda, solicitó que el debate se hiciera abiertamente, pero las mayorías optaron por tomar las decisiones a puerta cerrada. Desde hecho, desde hace varias semanas estaba claro que los procesos contra el presidente quedarían saldados.
En la sesión de este jueves, los congresistas del Centro Democrático, contradictores a Gustavo Petro, no asistieron.
Este pronóstico es favorable para el presidente, pese a que desde que se enteró de las conformaciones de las mesas directivas del Congreso en julio de 2022, Petro no ocultó su preocupación por la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes, un escenario que tal como quedó conformado, podría convertirse en una eventual amenaza política y jurídica en su contra.
Antes de posesionarse, en una reunión privada con sus más cercanos colaboradores, el presidente hizo pública su preocupación. Después, volvió a encender las alarmas en varias bancadas del Pacto Histórico. Y el miércoles 7 de junio aprovechó el agite de las marchas en favor de sus reformas estructurales para lanzar nuevamente la advertencia.
“Una vez tumben las reformas, piensan destruir al presidente en la Comisión de Acusaciones para hacer lo mismo que se hizo en el Perú, es decir, llevar al presidente a la cárcel y cambiar el gobierno por un nuevo presidente no elegido por el pueblo”, dijo.
Según el presidente, eso se llama “golpe blando”, “es un golpe de Estado, un golpe contra la voluntad popular”, afirmó.
A la Comisión de Acusación pocos gobiernos le ponen cuidado porque los expresidentes, casi siempre, se confían porque obtienen las mayorías en dicho escenario que tiene las garras para adelantar un juicio penal, disciplinario, fiscal y político que le puede costar la salida del cargo a un jefe de Estado.
Las preocupaciones de Petro tienen lógica. De 18 representantes investigadores, hoy tendría 9 en favor y el mismo número en contra, una cifra que no le permite estar tranquilo porque ni siquiera él tiene claro en qué terminará su más reciente escándalo del supuesto ingreso de 15.000 millones de pesos a su campaña presidencial, un ruido que crece como una bola de fuego.
Por ahora, dos congresistas del Pacto Histórico (Alirio Uribe y Gloria Arizabaleta) forman parte de los dirigentes que investigan al mandatario por su más reciente escándalo.