El presidente electo Gustavo Petro no se ha posesionado y sus mayorías en el Congreso empiezan a marcar distancia con el gobierno entrante.

La elección del nuevo contralor ha puesto en evidencia una diferencia entre los partidos que conforman la coalición y el Pacto Histórico. Mientras los primeros cerraron filas en torno a la candidatura de María Fernanda Rangel, el movimiento de Petro quiere impulsar, a como dé lugar, la de Julio César Cárdenas.

En un hecho sorpresivo, los dirigentes de La U, Cambio Radical, el Partido Liberal y el Partido Conservador se reunieron con Rangel en las últimas horas y le manifestaron su apoyo. Esta decisión de los partidos de armar tolda aparte acaba de desatar una crisis y llevó al petrismo a moverse para tratar de desbaratar el acuerdo de apoyo a Rangel.

Alfonso Prada, quien podría ser el próximo ministro del Interior, empezó a llamar en la noche de este miércoles a algunos congresistas para tratar de echar para atrás el apoyo a la candidata. SEMANA conoció que algunos le ratificaron que acompañarán las decisiones de Petro.

El gobierno entrante quedó notificado del poder que pueden ejercer Cambio Radical, La U, el Partido Liberal y el Partido Conservador en los próximos cuatro años.

Una derrota de Petro con su propia coalición enviaría un pésimo mensaje y más cuando el presidente electo confía en dicha coalición para sacar adelante un ambicioso paquete legislativo que incluye las reformas tributaria, agraria, entre otras.

Esta ruptura entre los partidos y el nuevo presidente tiene varias explicaciones. Algunos congresistas están molestos porque Petro no les ha dado juego burocrático en el gabinete. De hecho, a pocos días de la posesión, el mandatario electo tiene vacante más de la mitad de los Ministerios.

Varios congresistas que conversaron con SEMANA, y quienes pidieron omitir su nombre, coincidieron en que una cosa concretan con el presidente electo y otra es lo que les oficializa Prada.

El Partido Liberal, La U, Cambio Radical y el Partido Conservador no tienen oficialmente participación en el gobierno. Lo más probable es que Petro se posesione este 7 de agosto sin el grueso de sus ministros designados. Otro hecho más que desató la polvareda política es que Prada condicionó el acuerdo de gobernabilidad a la elección de contralor. Ese anuncio lo hizo cuando Roy Barreras anunció la modificación a la lista de elegibles y desató la ira. Con anterioridad, el tema no se había hablado.

Además, hay molestia por la manera en que Barreras ha manejado el Senado. Al grueso de congresistas no les gusta que los presionen y les den órdenes, una estrategia que ha venido adoptando el senador del Pacto Histórico, quien ha pretendido mostrar su destreza para manejar el Legislativo.

El viernes pasado, desde Santa Marta, Barreras anunció que el 30 de noviembre era el plazo máximo para aprobar las 12 reformas de fondo de Petro. El mensaje fue entendido como un desafío. Históricamente al Congreso no le gusta que lo lleven a las carreras porque, indirectamente, los lleva a pupitrear los proyectos.

En realidad, la administración de Petro quiere tener un contralor cercano, como ha ocurrido con sus antecesores. Por esto, los ojos están puestos en Julio César Cárdenas, pero él no está en la lista de elegibles.

Por eso, según la oposición, Barreras busca recomponer la lista de elegibles para incluir ese nombre. “El gobierno hubiera podido perfectamente meter a Cárdenas sin ningún problema, haber solicitado ese favor y no estarían en ese desgaste tan tremendo”, le dijo un congresista a SEMANA.

En la mañana de este jueves, Prada avanzaba en las llamadas para tratar de recomponer las mayorías en el Congreso y elegir al contralor cercano al petrismo.

Por su parte, el exsenador Armando Benedetti viajó desde Barranquilla hacia Bogotá en busca de sumarse al equipo negociador. Ambos saben que Barreras está perdiendo maniobrabilidad. Así mismo, muchos plantean que a Barreras no le disgusta la candidatura de Rangel.

La conclusión es que así Petro logre recomponer las mayorías y elegir a un contralor cercano, quedó notificado por los partidos de la coalición que pueden armar tolda aparte cuando lo deseen y torpedear sus intenciones.