Con llamadas, mensajes en WhatsApp y conceptos jurídicos, la exalcaldesa Claudia López quiso intimidar a varios concejales para frenar la construcción de la ALO Norte, en medio de la discusión del Plan de Desarrollo del alcalde Carlos Fernando Galán. Pero ni la plenaria del Concejo de Bogotá ni la administración se dejaron intimidar y le propinaron una derrota a la exmandataria, quien vive en Boston.
En el POT que expidió por decreto, y en una polémica decisión, López había descartado construir la ALO Norte, una de las vías más necesarias para descongestionar esa zona de Bogotá, y, en cambio, estableció edificar en los mismos predios la Ciudadela del Cuidado. En el Plan de Desarrollo, la alcaldía de Galán planteó en su artículo 160 que los predios que anteriormente había adquirido el Distrito para la construcción de la ALO debían “destinarse a una solución de movilidad”.
No obstante, en el primer debate, en la Comisión del Plan, los concejales de la Alianza Verde, partido al que hasta hace poco perteneció Claudia López, quisieron torpedear una vez más la construcción de la ALO Norte.
Presentaron una proposición supresiva eliminando el artículo, la cual fue aprobada, pero después los demás concejales presentaron otra proposición aditiva para incorporar la ALO en el Plan de Desarrollo. Desde ese mismo instante y al llegar el Plan de Desarrollo a la Plenaria del Concejo, y desde Estados Unidos, Claudia López inició un exhaustivo lobby con el fin de evitar que el cabildo aprobara la construcción de la vía y empezó a llamar a varios concejales para intimidarlos con una posible pérdida de investidura.
Uno de los primeros en alertar del lobby de la exalcaldesa fue el concejal Daniel Briceño, del Centro Democrático. “No nos íbamos a dejar chantajear de una exalcaldesa viuda del poder. Este no es el Concejo al que ella llamaba, al que le repartía y le hacían caso”, dijo.
“No solo estaba llamando a los concejales del Partido Verde, sino a cabildantes de otros partidos, intimidándolos jurídicamente, diciéndoles que iban a cometer un prevaricato si votábamos la ALO. Lo que quería era torpedear la votación”, aseguró la concejal Clara Lucía Sandoval, del Partido Liberal.
SEMANA conoció que el lobby de López consistió en llamar y escribirles a los concejales advirtiéndoles que podían perder su investidura porque supuestamente, al darle vía libre a la ALO, estaban modificando su POT. La exmandataria les envió un concepto jurídico del Consejo de Estado con el que años atrás se anuló un proyecto de acuerdo en Fusagasugá porque modificó el POT del municipio.
“Es muy sospechoso que en el mismo lapso en el que Claudia López estaba llamando a los concejales, aparezca una demanda de pérdida de investidura. Es una intimidación contra servidor público”, advirtió el concejal Juan David Quintero, del Nuevo Liberalismo.
Efectivamente, esa demanda fue interpuesta contra ocho concejales de la Comisión del Plan que aprobaron la ALO en primer debate. Lo curioso es que la demanda habla del artículo 304 de la ponencia de segundo debate, y cuando fue radicada la demanda, ese artículo ni siquiera se había aprobado en el Concejo.
“Eso es una intimidación. Yo me he dado unas peleas muy duras por este país y a mí no me asustan con una demanda. Esa manera de hacer política sí me parece de una bajeza absoluta”, afirmó la concejal Sandra Forero, del Centro Democrático.
Tras la derrota, los verdes anunciaron su voto negativo al impuesto de alumbrado público. Galán sostuvo que atemorizar a los concejales es inaceptable y afirmó que se harán tanto la ALO como la Ciudadela del Cuidado.