Gloria Gaitán Jaramillo, la hija del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, le escribió un sentido derecho de petición al presidente Gustavo Petro en el que le solicita que dejen de llamar Autodefensas Gaitanistas al Clan del Golfo, el grupo armado dedicado al narcotráfico.

El documento lo reveló en su cuenta personal de Twitter el senador Gustavo Bolívar y se lee en su encabezado que no es la primera vez que la hija del dirigente político expresa su inconformidad ante el alto gobierno.

“En sucesivas y reiteradas ocasiones me he dirigido a su señoría para que tanto su excelencia y el vocero oficial del gobierno, Alfonso Prada, y los miembros de su gabinete no se refieran al Clan del Golfo con el pseudónimo de Autodefensas Gaitanistas o con el uso de sus iniciales AGC”, dijo.

Nada ha valido -agregó Gaitán- “porque sus Twitter y las comunicaciones de los miembros de su equipo de gobierno encargados del tema de la desmovilización de los grupos armados, continúan llamándolos por su torticero pseudónimo y no por su nombre oficial que es el Clan del Golfo, con lo cual se está violando el derecho moral que cobija a Colombia (…)”.

Recordó que el término gaitanista surgió de la formalización del Movimiento Gaitanista en 1940 y de su ideario, plasmado en su plataforma aprobada en la Constituyente Popular de 1947.

Es decir, según ella, “el término gaitanista cuenta con todas las características que le otorgan los derechos de autor, ya que son ideas expuestas por escrito o en conferencia, discurso o cátedra y aceptadas como doctrina por un grupo significativo de ciudadanos”.

Por esto, “es un delito otorgarle ese apelativo a quienes explotan el término sin ningún vínculo moral, espiritual o ideológico, siendo el caso del Clan del Golfo cuyas acciones e ideas representan todo lo contrario”.

El Clan del Golfo se llamó en su momento el Clan Usuga porque uno de sus fundadores es Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel. | Foto: JMM/PRESIDENCIA

Aclaró en la misiva “que el derecho moral se conoce como aquel que protege la personalidad del autor en relación con su obra”. Y después de citar la normativa legal vigente, pidió que “no se argumente que Gaitán y muchos de sus seguidores han muerto porque sería una fórmula torticera al estilo utilizado por Alfonso López Pumarejo y denunciado ampliamente por Jorge Eliécer Gaitán en el Congreso. En ese caso leguleyo, yo puedo afirmar que somos herederas, tanto mis hijas como yo, de la obra ideológica y científica de mi padre, y estoy dispuesta a llevar la defensa de este derecho moral hasta las últimas consecuencias”.

Pidió además que le entreguen al Clan del Golfo su carta “porque la carta debe ser conocida por quienes, siendo abiertamente delincuentes, paramilitares, negociantes de cocaína y exportadores de drogas tóxicas, se disfrazan dolosamente con el nombre que designa un camino de liberación, equidad y buen vivir para el pueblo colombiano, ideas que le costaron la vida a mi padre, el genocidio a sus seguidores y persecución a mi familia”.

La hija de Jorge Eliecer Gaitán dice que llegará hasta las últimas jurídicas consecuencias si el apellido de su padre lo siguen usando para identificar el Clan del Golfo.

Esta no es la primera vez que el Gobierno ha tenido que lidiar con el problema de la identificación del Clan del Golfo. La organización criminal se llamó el Clan Usuaga, por el apellido de quienes fundaron el grupo armado, entre ellos, Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel. Sin embargo, todos los homónimos pegaron el grito en el silencio porque los asociaban a los fundadores de la banda criminal.

Posteriormente, se llamó Los Urabeños, pero líderes del Urabá protestaron porque estigmatizaban la región. Ahora, el Gobierno tendrá que tomar una decisión o llamarlo exclusivamente el Clan del Golfo.