El presidente Gustavo Petro Urrego radicó este lunes 13 de febrero ante el Congreso de la República, el proyecto de reforma a la salud.
En el momento de la radicación del proyecto, el jefe de Estado dijo: “hemos llegado a otro momento clave de este gobierno. Después de la Reforma Tributaria, hoy entramos a las reformas sociales. Esperamos que nadie quede excluido, para mejorar el diario vivir de todos los colombianos (...) Con esta reforma a la salud, lo que queremos es que los médicos puedan ir a los lugares más apartados del país y atender a los enfermos. Que las mujeres embarazadas tengan el tratamiento adecuado para ella y su hijo”.
Tras la radicación de la reforma a la salud, el exalcade de Bogotá, Enrique Peñalosa, lanzó a través de su cuenta en Twitter una advertencia. Dijo que no era cierto que con este proyecto las EPS no desaparecerán y, que por el contrario, estas se volverán centros de salud para la atención primaria.
“Es otra gran mentira del gobierno Petro decir que con la reforma a la salud las EPS no desaparecen. Por supuesto qué sí: dejan de ser aseguradoras que permitían a sus afiliados ser atendidos en cualquier sitio, para volverse centros de salud para la atención primaria”, indicó puntualmente Peñalosa en Twitter.
El presidente Petro también aseguró este martes que la intención de la nueva reforma a la salud es lograr una atención prioritaria para las personas más vulnerables, focalizada en la prevención de enfermedades y detección temprana para salvar vidas.
El Gobierno nacional reveló que otro de los pilares que integra la iniciativa es el fortalecimiento del sistema de atención primaria en salud, el cual busca –según el nuevo esquema de salud– robustecer el fundamento de un modelo preventivo y predictivo, pero que “permita la atención de los pacientes en los niveles de complejidad de las redes integrales e integradas de servicios en salud”.
A renglón seguido, la reforma tiene como objetivo fortalecer los hospitales públicos, “no como empresas, sino como instituciones de salud del Estado, cuyo objetivo no es la rentabilidad financiera, sino la rentabilidad social”, explicó el Gobierno nacional.
Manifestó que cada persona se afiliará a un CAP y cada persona quedará con su centro de atención primaria. “Pueden ir allí a ser atendidos o los médicos y enfermeras del lugar irán a tu casa para ser atendidos”, dijo.
Agregó que cuando se diagnostique la enfermedad, en un segundo nivel, las personas podrán entrar en una red a donde los funcionarios del CAP podrán remitir.
Así mismo, el jefe de Estado aseguró que en su reforma “no habrá intermediación de los recursos”. Afirmó que ese modelo ha quebrado muchos hospitales y consultorios. “Ingentes recursos de la salud se fueron esfumando así”, dijo.
Agregó que “hoy no tendremos eso, si este proyecto de la salud se vuelve ley”. Pero aclaró que “el dinero público se manejará por lo público”. Y que esas compañías pueden organizarse para tener Centro de Atención Primaria privados.
“No habrá más clientes en la salud. Las personas serán personas”, dijo. Agregó que están pensando en un sistema mixto, que permite la presencia privada, pero que el objetivo central no es la “codicia”.