Poco a poco la novela del nombramiento del expresidente del Congreso y exembajador de Colombia en Cuba, Juan Manuel Corzo, como nuevo jefe de la misión diplomática en Paraguay comienza a aclararse y empiezan a conocerse las razones para que el excongresista saltará del gobierno del expresidente Iván Duque a la administración de Gustavo Petro.
El pasado 2 de diciembre se conoció el decreto mediante el cual el Gobierno nacional designó a Corzo en la embajada de Colombia en Paraguay. De inmediato se desató toda una polémica por la designación, tomando en cuenta que Corzo venía de trabajar en la administración del expresidente Duque, con la que Petro sostuvo un duro enfrentamiento durante varios años.
Pues la historia, según la reconstruyó SEMANA con diferentes fuentes, es la siguiente. Para el periodo 1998-2002 Corzo y Petro fueron dos de los representantes a la Cámara que integraron la Comisión Tercera de esta corporación. Corzo venía del Partido Conservador y Petro del Movimiento Vía Alterna, una fuerza política que surgió con algunos exintegrantes del M-19 y que tuvo como protagonista al actual codirector de Alianza Verde Antonio Navarro Wolf.
Pese a las diferencias ideológicas que habría entre los dos congresistas, los cuales provenían de orillas abiertamente diferentes, la relación entre ellos dos fue de camaradería y aunque debatieron duramente para defender sus puntos de vista, también trabajaron de la mano y sacaron adelante varios proyectos de ley en esta célula legislativa.
El 12 de abril de 1999, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) secuestró a varios pasajeros que iban en un vuelo entre Bucaramanga y Bogotá, entre los cuales cayó Corzo, quien ese día cambió su itinerario y viajó desde la capital santandereana.
Según lo dijo el mismo Corzo hace algunos años, la guerrilla le hizo un juicio disciplinario por su supuesta responsabilidad en masacres en Norte de Santander, su departamento de origen. Lo que poco se sabía es que varias facciones de esa organización armada ilegal estaban decididas a fusilar a Corzo, una orden que logró revertirse por acercamientos como el de Gustavo Petro.
En pleno cautiverio, el cual duró hasta septiembre de 2000, una comisión de congresistas fue hasta Caracas para reunirse con Pablo Beltrán, uno de los comandantes del ELN y quien tenía en sus manos parte de la decisión de fusilar a Corzo.
Según cuentan varios de quienes estuvieron en esa delegación, al único que Beltrán accedió a recibir fue a Petro, con quien se habría reunido en un apartamento abandonado en Caracas. Durante la charla, al parecer, Petro intercedió para que la guerrilla respetara la vida del entonces representante a la Cámara nortesantandereano.
Internamente hubo otras gestiones, las cuales se habrían hecho ante el también comandante del ELN Antonio García, y, al final, la decisión del fusilamiento fue reversada y Corzo fue liberado en septiembre de 2000. Pero, para varios sectores políticos, la intervención de Petro para que no se ajusticiara al designado embajador en Paraguay habría sido clave.
Varios años después, el 13 de abril de 2020, llegó el momento para que Corzo le devolviera el favor a Petro y fue cuando este último se desplazó a Cuba para someterse a un procedimiento para remover una lesión entre el esófago y el estómago, el cual, según el reporte médico, fue exitoso.
En ese momento Corzo era embajador de Colombia en Cuba y, luego de una serie de consultas con sectores del gobierno del expresidente Duque, se resolvió que el diplomático acompañara al entonces senador de la oposición en el tratamiento médico que se le realizó en la isla.
De acuerdo con diversas fuentes consultadas, Corzo recibió a Petro en Cuba, lo acompañó al centro de salud en el que le hicieron el procedimiento y le brindó todo el acompañamiento necesario para que cumpliera con sus citas médicas de manera satisfactoria. Ahí ya el agradecimiento se volvió mutuo.
Por ello no fue una sorpresa cuando Petro, siendo Presidente de la República, le envió a Corzo el mensaje -a través de la Cancillería- que seguiría con el Gobierno nacional y, posteriormente, lo designara como embajador de Colombia en Paraguay.
Para varios observadores, la experiencia de Corzo en una embajada como la de Cuba podría ser clave para el gobierno de Petro, especialmente en lo relacionado con el tratamiento a los jefes del ELN, varios de los cuales permanecieron varios años en la isla.
Según conoció SEMANA, todo parece indicar que Petro y Corzo tienen previsto sostener una reunión presencial en los primeros días de enero, luego de lo cual se procedería a la posesión y al viaje de embajador a Asunción, desde donde despachará con la actual administración.