En la mañana de este miércoles, 13 de diciembre, durante la entrega del Colegio Jaime Niño Diez en la localidad de Suba, la alcaldesa mayor, Claudia López, oficializó la firma de un convenio entre la Secretaría de Educación y el Ministerio de Educación.
El convenio busca aunar esfuerzos para el financiamiento de la construcción y puesta en marcha del multicampus de Suba y la ampliación del de Kennedy. El convenio se firmó el pasado 7 de diciembre.
“Hoy quiero contarle a Suba que hemos firmado el convenio con el Ministerio de Educación, que garantiza que los jóvenes de esta localidad tendrán su universidad pública, en lo que eran los antiguos terrenos de la ALO”, puntualizó emocionada la mandataria de la ciudad.
Este acuerdo es el primer paso para la construcción del Multicampus Universitario de Suba, en el marco de la “actuación estratégica ciudadela educativa y del cuidado”. Los términos del convenio establecen que el Distrito aportará los predios y el Gobierno nacional financiará el proyecto con los diseños, construcción e interventoría. La infraestructura tendrá un área superior a 59.700 metros cuadrados y una capacidad para cerca de 17.000 estudiantes.
“El Distrito pondrá el suelo, que ya está titulado a nombre de RenoBo (Empresa de Renovación Urbana), y el Gobierno nacional aportará alrededor de 346.000 millones de pesos para que Suba tenga el primer multicampus con las cuatro universidades públicas de Bogotá: la Nacional, la Distrital, la Pedagógica y el Sena. Eso es un hecho, un compromiso que le agradezco al presidente de la República haber honrado”, agregó la alcaldesa.
El convenio también incluye la ampliación de la Universidad Pública de Kennedy, concebida como en el primer multicampus de Bogotá, construido en la Alcaldía del hoy presidente Gustavo Petro. En este lugar, el Gobierno nacional apoyará la ampliación de estas instalaciones en el mismo lote, con 10.000 metros cuadrados de disponibilidad para extensión, aumentando así la capacidad de operación de las universidades públicas que ofrecen sus programas en dicha infraestructura.
Estos proyectos se suman a la apuesta decidida de la Administración Distrital y el Gobierno nacional por incrementar el acceso y permanencia en la educación posmedia, privilegiando la oferta de universidades públicas que tienen sede en la capital.
Impedimento para construir la ALO Norte
Este anuncio de la firma del convenio para la construcción del multicampus de Suba es interpretado como una clara jugada, tanto de la alcaldesa López como del gobierno del presidente Gustavo Petro para impedir que en Bogotá se construya la ALO Norte, una vía trascendental para descongestionar a la ciudad.
En X, antes Twitter, donde la mandataria distrital también destacó el anuncio de la firma del convenio, los cibernautas le reclaman a la alcaldesa enterrar la construcción de la ALO, que iba a ayudar a descongestionar la localidad de Suba.
Aunque hasta el momento el alcalde electo, Carlos Fernando Galán, no se ha pronunciado, es de mencionar que las ciudadelas que se harán en Suba y Engativá generaron discordia en el proceso de empalme.
Dicha actuación estratégica se trata de un gigantesco proyecto inmobiliario en los predios comprados por el Distrito hace varios años para construir la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO Norte).
SEMANA conoció que el pasado 17 de noviembre, la Empresa de Renovación y Desarrollo Urbano de Bogotá (RenoBo) inició el millonario proceso para contratar una empresa que gerencie, estructure, comercialice y desarrolle un gigantesco proyecto inmobiliario.
El problema del asunto es que esta licitación estaría siendo sacada a las carreras, por lo que serían, al parecer, presiones directas desde el Palacio Liévano.
Según los estudios previos, este proyecto está ubicado en la franja de predios que en el pasado compró el Distrito para construir la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO) entre la calle 80 y la calle 153. Esto le significaría al Distrito y a la empresa que quede seleccionada recibir 322 mil millones de pesos por el valor del suelo, de los cuales 84 mil millones corresponderían a la primera etapa urbanística y 238 mil millones a la segunda.
El problema del asunto es que al interior de la Empresa de Renovación Urbana se habría presionado a altos funcionarios para que firmen una adenda que le permita al Distrito adjudicar la licitación sin las firmas necesarias y el aval técnico de quienes habitualmente hacen control a estos millonarios contratos.
Según pudo conocer SEMANA, dicha presión generó que llegaran hasta el despacho del gerente de RenoBo las cartas de renuncias de tres altos funcionarios de la entidad. Todos se negaron a firmar la adenda, argumentando graves problemas e irregularidades en la estructuración del millonario proceso.
Con esta actuación estratégica, y ahora con la firma del convenio para la construcción del multicampus en Suba, se enterraría la ALO Norte.