El sábado 23 de noviembre, los sectores que están inconformes con la gestión de Gustavo Petro saldrán a las calles a marchar. Las expectativas son altas. Desde el 21 de abril no se convocaba una movilización de esta magnitud, en la que, según registros oficiales, más de 400.000 personas salieron a pedirle al Gobierno que los escuche.
Aunque la oposición fue quien convocó a esta marcha, no solo saldrán personas y líderes que han cuestionado a Petro desde la pasada campaña electoral, sino que se espera que figuren liderazgos y salgan ciudadanos que incluso votaron por el presidente o lo han respaldado, pero que luego de más de dos años de gobierno no están contentos con lo que ha hecho hasta el momento, especialmente porque consideran que se han incumplido varias de sus promesas de campaña.
Según le dijeron a SEMANA algunos organizadores, personajes de la centroizquierda o que han formado parte del Gobierno de Petro o lo respaldaron en la pasada campaña electoral, les expresaron su respaldo y les aseguraron que piensan salir a las calles. En la derecha abundarán los liderazgos y es claro que varios precandidatos aprovecharán esta plataforma para manifestarse en contra del Gobierno y recoger esa insatisfacción popular.
Uno de los que se verá en las calles será el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, líder de Cambio Radical, quien también estuvo en la marcha del pasado 21 de abril caminando, aunque no dio ninguna clase de discurso en tarima pública. También estarán presentes algunos precandidatos del Centro Democrático como Miguel Uribe, Paloma Valencia, Paola Holguín y María Fernanda Cabal, esta última confirmó el pasado miércoles que saldrá a manifestarse.
También saldrán sectores que tienen gran peso en las calles, como parte de los sindicatos representados en un sector de la Confederación General del Trabajo (CGT) y hasta los transportadores, un gremio que respaldó a Petro en la pasada campaña, pero que hoy está molesto por las decisiones que los han afectado.
A pesar de que en las calles se verá a líderes de distintos sectores escuchando a la ciudadanía, el propósito de estas manifestaciones es que los liderazgos no se roben el protagonismo. Por eso, una de las decisiones que se tomó es que, por lo menos para el caso de Bogotá, no habrá una tarima en la plaza de Bolívar.
La cita, para el caso de la capital, es en el Parque Nacional a las 10:00 a. m., desde donde saldrán a marchar contra Petro hasta el centro de la ciudad. La idea de los organizadores es que el mismo pueblo se haga sentir en contra del mandatario. La movilización está convocada en más de 15 ciudades del país y llegará hasta lugares de los Estados Unidos como Miami y Nueva York.
“Petro ya perdió las calles. La ciudadanía se adueñó de ellas porque hay una preocupación por el país; aquí nadie está viviendo sabroso”, aseguró Josías Fiesco, uno de los organizadores de la marcha en Bogotá.
Aunque el principal objetivo de la marcha no es que se exalten liderazgos, es innegable que esta movilización será la base para recoger la inconformidad ciudadana de cara a la campaña de 2026. “Todas las marchas tienen componentes políticos, porque es la ciudadanía movilizada. Lo que se tiene que mostrar es que hay una ciudadanía muy preocupada que no está dispuesta a entregarle este país a Petro”, aseguró el periodista y analista Diego Santos.
El objetivo de las marchas está claro. Para Jaime Arizabaleta es enviarle un mensaje contundente a Petro de que hay una gran masa de colombianos inconformes con su gobierno y que no quieren que se quede más allá del 7 de agosto de 2026. “El objetivo es asegurarnos que el mandato de Petro termine en 2026 y que no va a hacer ninguna pirueta para quedarse en el poder”, aseguró Arizabaleta.
La expectativa es que estas marchas puedan llegar a ser más multitudinarias que las de abril y que se le envíe un mensaje a Petro de que hay un gran sector de la sociedad que no está conforme con su Gobierno. El mandatario utilizó las marchas a su favor en la pasada campaña electoral; sin embargo, hoy ese mismo mecanismo puede ser el factor que le juegue en contra a su favorabilidad y a su proyecto político, con el que, como ya ha dicho, busca continuar en el poder.