El senador Ariel Ávila, de la Alianza Verde, se refirió a las reformas del Gobierno y su relación con el Congreso actualmente. Reconoció que lo que se denomina el “bloque progresista” no tiene los votos suficientes para sacar adelante las reformas y que por eso dependen de los partidos tradicionales.
“Lo que llamamos el bloque progresista tiene 40 senadores de 108, es decir, es el sector más grande, pero no somos ni siquiera la mitad. Y de esos 40 incluso hay votos con los que no se cuenta en muchas de estas reformas. ¿Eso qué significa? Que la mayoría de reformas van a tener que ser negociadas y acordadas con sectores tradicionales punto. O dejarlas hundir, no hay de otra forma”, reconoció Ávila.
El congresista aseguró que varias de estas iniciativas serán ‘el florero de Llorente’ de los procesos políticos que tendrá que enfrentar el Gobierno en las próximas semanas.
Para Ávila también están influyendo las elecciones locales del 29 de octubre de este 2023. “Van a estar muy agitadas y eso va a terminar afectando el futuro de las reformas y la propia coalición de Gobierno. Les aseguro que en términos políticos y de coalición de Gobierno uno será el país antes del 29 de octubre y otro desde el 30 de octubre en adelante. Vamos a ver cuáles son los resultados”, aseguró el senador.
El tercer factor de toda esta ecuación de Ávila tiene que ver con las reformas y por qué se están tramitando de manera tan acelerada. “Son 35 reformas agrupadas en al menos 5 bloques. Lo que llamamos las reformas de paz, de seguridad, donde está por ejemplo la Ley de sometimiento, Ley de orden público, las reformas al sistema de medio ambiente, la reforma a las CAR, al no fracking, las reformas de infraestructura, las reformas sociales que van a ser seguramente las más polémicas como la laboral, pensional y salud”, afirmó Ávila.
El congresista dijo que lo que tiene que ser fundamental en este escenario es saber cuál es la prioridad del Gobierno en materia de reformas. “Las 35 es muy complicado que vayan a pasar completo. Dentro de cada reforma cuáles son las líneas rojas y hasta dónde se negocia y hasta dónde no. Y lo tercero es un método para poder concertar”, dijo Ávila. Y reconoció: “Lo cierto es que hasta el momento el método no ha sido el más eficiente”, señaló.
Por estos días, Ávila ha estado en el ojo del huracán por el hundimiento de la reforma política, ya que el congresista era uno de los que lideraba el proyecto junto al presidente del Senado, Roy Barreras. De hecho, el senador del Pacto Histórico lo responsabilizó de los ‘micos’ que contenía el proyecto.
“El coordinador de ponentes que no nos acompaña hoy (23 de marzo) tampoco fue el que propuso en la última ponencia la modificación de ese avance en el sentido de que como era antaño los senadores que son llamados a gobernar volvieron a su curul. Fue idea del senador Ariel Ávila, no fue idea mía”, aseguró Barreras.
Igualmente, se generó un disgusto en la Alianza Verde con Ávila, porque fue el único que quedó respaldando el proyecto. “Puedo decir con completa seguridad que Ariel Ávila era el único que estaba apoyando este adefesio; de resto todos estábamos en contra”, afirmó la congresista Katherine Miranda, de la misma colectividad de Ávila. Miranda fue quien lideró que se hundiera la iniciativa y denunció los ‘micos’.
Incluso, eso generó una pelea entre ambos y otros congresistas del partido. “Yo creo que él considera que ser gobierno es quedarse callado ante los atropellos y acompañarlo en las buenas y en las malas. Él me atacó fuertemente el año pasado diciendo que yo tenía “incontinencia verbal”. La verdad, me siento orgullosa de tenerla, aunque es violencia de género y política, porque eso tumbó esa reforma política”, afirmó la representante en entrevista con SEMANA.