La ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, no tuvo otra alternativa que regresar de Bruselas a Colombia con urgencia tras conocer que estaba en el ojo de la justicia porque, al parecer, se aprovechó como funcionaria pública para burlar el control de las autoridades y sacar a su hijo menor de edad del país.
Recordemos que el pequeño viajó a España y no tenía sus documentos en regla. Aún así, por una llamada de Vélez, logró salir del aeropuerto El Dorado de Bogotá.
De acuerdo con fuentes del palacio presidencial, Vélez llegó con el presidente Gustavo Petro en la comitiva que lo acompaña en su viaje por Bruselas en la Tercera Cumbre de la Unión Europea y los Estados Latinoamericanos del Caribe, donde el líder colombiano ha hablado de la deuda externa, cambio climático y descarbonización, uno de los temas que maneja puntualmente la ministra.
Sin embargo, ella optó por regresar y atender a las autoridades en el país.
Algunas fuentes de SEMANA, que piden reserva de su identidad, han dicho que el mandatario está incómodo por lo ocurrido con su ministra. Y, por eso, no se descarta que en las próximas horas, Irene Vélez ―una de las funcionarias que más dolores de cabeza le ha generado al mandatario― abandone su cargo. La noticia no está plenamente confirmada.
El problema es que la hoy funcionaria ya está en la mira del fiscal, Francisco Barbosa, y la procuradora, Margarita Cabello.
La Fiscalía General de la Nación acaba de abrir una indagación preliminar contra la alta funcionaria porque, con el hecho donde favoreció el viaje de su hijo y que ocurrió hace tres meses, habría podido incurrir en el delito de tráfico de influencias. Lo mismo hizo el organismo penal.
Según le contó a SEMANA Juan Felipe García, presidente del sindicato de Migración Colombia (Osemco), en ese entonces se le iba a negar la salida del país al hijo menor de la ministra porque faltaba el permiso de la madre, requisito indispensable para todo ciudadano colombiano que desea hacer ese trámite.
“En el mes de enero de 2023, el hijo de la ministra iba a salir del país, pero le faltaba un documento. Ella estaba en ese momento en Suiza con el señor presidente, iba a salir el hijo, pero faltaba la autorización por parte de ella. En ese momento, el funcionario hace su trámite pertinente, iba a negar la salida, se lleva a la supervisión de la persona encargada y, en ese momento, la persona queda con el menor”, contó García a esta revista.
Según su versión, la ministra tuvo que interceder directamente y comprometerse a entregar el soporte de su permiso. Además, hubo llamadas desde la Cancillería de Colombia que le solicitaron al funcionario hacer la excepción.
“Llama directamente la ministra al funcionario, donde se llega a un acuerdo, se tiene plenamente identificada que era la madre, por conocimiento público, entonces se llega a un compromiso, se hace un correo que se redacta y se deja la evidencia y demás, y se queda a la espera de que ella en Suiza se iba a acercar para cargar en la plataforma del respectivo proceso y del soporte”, afirmó el presidente del sindicato de Migración. “Las llamadas las hizo directamente la ministra”, confirmó García.
La noticia no es de ‘poca monta’ porque se trataría de un evidente caso de tráfico de influencias que hoy investigan las autoridades y se constituye en un nuevo escándalo mediático que terminó por salpicar al gobierno del presidente Gustavo Petro.