La representante a la Cámara María Eugenia Lopera, del Partido Liberal, quedó esta noche en el ojo del huracán luego de apoyar la ponencia positiva de la reforma a la salud de la ministra Carolina Corcho. Lopera, una congresista de la cuerda del polémico exsenador Julián Bedoya, quien apoyó a Gustavo Petro a la Presidencia, desobedeció la directriz del director del Partido Liberal, César Gaviria, y apoyó la iniciativa del Gobierno en la Comisión Séptima de la Cámara.
“Voté a conciencia, lo hice pensando en las personas de a pie, en los campesinos, en los usuarios, en los colombianos. Hoy voy a dormir tranquila. Cuando regrese a mi ciudad, Medellín, voy a mirar tranquila a los ojos a mi mamá porque lo hice a conciencia, porque a esas personas que confiaron en mí en Antioquia, 87.730, les puedo decir que voté pensando en las personas de a pie, en los campesinos, en quienes tienen que arrodillarse ante un sistema para que lo atiendan. No voy a ser más cómplice de este sistema. Con tranquilidad y conciencia he dado mi voto”, sostuvo en la Cámara.
Lopera, oriunda de Entrerríos (Antioquia), es ingeniera sanitaria, tiene una especialización en alta gerencia y llegó por primera vez a la Cámara en las elecciones de 2022.
La gran pregunta que muchos se hacen hoy es si recibió mermelada del Gobierno Petro a cambio de su voto a la reforma a la salud. El expresidente César Gaviria, antes de la votación, advirtió que recibir cualquier dádiva podría configurar un cohecho.
Así mismo, debido a su decisión, ella se podría someter a una sanción de hasta tres años sin derecho a voz y voto en la colectividad. Su caso será evaluado por el tribunal disciplinario del Partido Liberal en las próximas horas.
Urgente: el Congreso aprobó la ponencia positiva de la reforma a la salud de Carolina Corcho. Hay polémica por congresistas que se entregaron, ¿a cambio de qué?
La ministra de Salud, Carolina Corcho, y su reforma a la salud pasaron su primera gran prueba de fuego en el Congreso.
La Comisión Séptima de la Cámara aprobó este martes 25 de abril la ponencia y le dio oxígeno a uno de los proyectos más controvertidos del Gobierno de Gustavo Petro que amagó con naufragar hasta última hora.
En total recibió 10 respaldos y 8 votos en contra de 21 representantes a la Cámara que adoptaron una jugada bajo la mesa que consistió en no participar en la votación, desbaratar el quorum a última hora y lograr que el Gobierno garantizara sus mayorías.
Fueron 3 los representantes a la Cámara que se retiraron. Uno de ellos, el congresista Camilo Ávila, del partido de La U, uno de los ponentes de la iniciativa que respaldó y firmó la ponencia radicada el 31 de marzo de este año, un día antes de Semana Santa. Ávila no entregó explicaciones, pero desapareció del Capitolio.
Lo mismo ocurrió con los representantes del Partido Conservador Gerardo Yepes y José Quevedo.
El primero es ponente del proyecto y argumentó que tenía que ser coherente con su postura. Su decisión se dio porque el conservatismo, en bancada, decidió este martes oponerse a la reforma de Carolina Corcho, una postura que él no compartió.
“Uno tiene que tener coherencia con lo que piensa, dice y hace. Hoy el partido ha manifestado que no apoya la reforma, es una manifestación tomada en bancada. Entonces, presidente, yo he tomado la determinación de no participar de esta votación. Si voto positivo, iré en contra de las determinaciones del partido. Por eso, me retiro de este recinto para ser coherente con mi pensamiento, lo hago de cara al país. Soy respetuoso de las decisiones del Partido Conservador”, dijo.
“Esta es mi posición, asumo los riesgos, pero aquí me interesan los ciudadanos. No puedo olvidar lo que me reclama la gente del sector rural. Lo hago de cara al país con la conciencia tranquila”, añadió.
Minutos después, el representante del Partido Conservador, José Quevedo, también se salió del recinto.
El retiro de tres congresistas de la votación fue analizado por la representante de Cambio Radical, Carolina Arbeláez, como una “jugadita” para ayudarle al Gobierno a obtener las mayorías. De hecho, SEMANA, anticipadamente, contó en qué consistía esa movida bajo la mesa.
“Más disimulado un chichón. Lo que pasó en la Comisión Séptima fue muy lamentable, las líneas azules del Partido Conservador se rompieron con la presencia del senador Carlos Trujillo en medio del debate. Qué casualidad que los dos representantes del conservatismo se retiraran, qué vergonzoso con el país prestarse para aprobar una reforma a la salud tan destructiva y regresiva. A estos representantes que se retiraron poco les importa la salud de los colombianos. Las consecuencias se pagarán con vidas. Lamentable que estos congresistas se prestaron para la marrulla”, le dijo Arbeláez a SEMANA.
La congresista de la Alianza Verde, Katherine Miranda, quien hace parte de la coalición de gobierno, dijo que esas movidas le parecen “absolutamente graves”. La razón: “porque el cambio que se le vendió a la ciudadanía por parte de este Gobierno no incluía hacer transacciones burocráticas”, afirmó.
“Eso no es lo que la ciudadanía espera de nosotros. Les pido que retomemos esos principios que se le vendieron al país. Y le pido presidente que esta discusión se haga de manera rigurosa”, añadió durante el debate.
La Comisión Séptima aprobó exclusivamente la ponencia positiva radicada el 31 de marzo, pero el paso siguiente es la discusión del articulado de la iniciativa.
Ese escenario será aún más complejo porque el partido de La U y el Partido Conservador empezarán a destapar sus cartas y a debatir e incluir, a través de proposiciones, algunas modificaciones al articulado de la iniciativa.
Recordemos que durante el debate de este martes, el congresista Víctor Salcedo, de La U, y quien votó en contra de la ponencia de la reforma, dijo que el partido aún mantiene varias dudas frente al papel que asumirán la Adres y las Gestoras de Vida –como se llamarán las nuevas EPS–, si se aprueba, eventualmente, la reforma a la salud.
Una de las congresistas que votó positiva la ponencia fue María Eugenia Lopera, de Antioquia. Ella desobedeció las instrucciones del expresidente y director del Partido Liberal, César Gaviria, y respaldó, contra viento y marea, la iniciativa de Carolina Corcho. “Lo hice a conciencia, lo hice solo pensando en las personas de a pie, en los campesinos, en los usuarios”, argumentó.
Ella podría, eventualmente, enfrentar una sanción hasta de 3 años en el partido. Incluso, podría ser castigada con voz y voto, pero será la comisión de ética de su colectividad quien tome la decisión.
Carolina Corcho y las maquinarias del Gobierno ganaron esta primera batalla legislativa. Sin embargo, el camino aún es largo para la reforma y, como están las cosas, pueden cambiar en las siguientes votaciones.