La relación entre la alcaldesa de Bogotá, Claudia López y el presidente de la República, Gustavo Petro, ha estado marcada por constantes distanciamientos y agresiones verbales de parte y parte, teniendo su punto más álgido en el marco del estallido social, en 2021, cuando los desmanes y los bloqueos fueron el común denominador en la capital, y en otras zonas del país.

Para esa época, el tono entre ambos subió de nivel, a tal punto de llegar a los insultos y las palabras de grueso calibre, pues la mandataria distrital responsabilizaba al petrismo de estar detrás del vandalismo en diferentes puntos de la ciudad y, particularmente, al entonces senador Gustavo Bolívar de una posible financiación de la primera línea.

El rifirrafe entre mandatarios fue aumentando con el pasar de las semanas, a tal punto de que en diciembre de 2021, López y Petro se reunieron para establecer un pacto de no agresión entre ambos. Se trató de una estrategia para destrabar las iniciativas de la administración distrital.

Incluso, cuando Petro ganó la segunda vuelta presidencial y se convirtió en el jefe de Estado electo, la alcaldesa celebró la victoria del Pacto Histórico y días después en la mañana del 23 de junio de 2022, López y Petro se reunieron para conversar sobre los temas clave para la ciudad en el nuevo gobierno, dando señales de la buena relación que empezaba entre ambos.

“Mil gracias al presidente electo Gustavo Petro por su disposición y tiempo para que conversáramos sobre temas claves de ciudad y país. Él cuenta conmigo y yo con él para sacar adelante los programas de cambio social, económico y ambiental que apoyamos los bogotanos y colombianos”, aseguró la mandataria distrital para esa fecha.

La alcaldesa Claudia López cuando se reunió con el presidente electo, Gustavo Petro. | Foto: Tomada del Twitter de Claudia López.

Pocos días después de haberse posesionado, el 31 de agosto de 2022, una de las primeras gestiones del presidente Petro, fue la de liderar un consejo de seguridad conjunto entre Bogotá y la Nación, en la sede de la Alcaldía de la capital del país y al llegar al Palacio de Liévano, López y el primer mandatario se enfundaron en un fuerte abrazo, poniendo una vez más de presente el buen momento de la relación entre ambos.

Se acabó el idilio

A finales de 2022 y a principios de 2023, cuando el presidente Petro le pidió al consorcio chino, encargado de construir la primera línea del Metro, estudiar la viabilidad técnica y financiera de poder modificar el trazado y la tipología del proyecto, la relación entre la alcaldesa López y el primer mandatario empezó a deteriorarse nuevamente y el pacto de no agresión se diluyó.

La burgomaestre, en repetidas ocasiones, sin mencionar al jefe de Estado sentenciaba de manera tajante que más reversa tenía el río Bogotá, que el Metro.

“No hay ninguna probabilidad de que tengamos alguna reversa, ningún atraso, hemos esperado 60 años y no vamos a permitir que nos hagan esperar más tiempo. Más reversa tiene un río que el metro de Bogotá”, señalaba.

Alcaldesa de Bogotá, Claudia López, inspeccionando el avance de las obras en el patio taller de la primera línea del metro de Bogotá. | Foto: Alcaldía de Bogotá

La tensión entre Petro y López se hizo más fuerte cuando desde el Gobierno nacional empezaron a presionar para que la Alcaldía de Bogotá aceptara la propuesta del jefe de Estado para modificar la primera línea del Metro y de hecho, en su momento, el entonces ministro de Transporte, Guillermo Reyes, lanzó unas polémicas declaraciones que fueron tildadas como un chantaje a la administración distrital.

“Es muy claro: si no se acepta, como se ha venido diciendo, que se hagan las modificaciones propuestas dentro del marco jurídico, pues el Gobierno también, en la medida en que financia el 70 % de los otros proyectos, pues esos otros proyectos se van a tener que parar”, fueron las palabras del entonces funcionario, a las que Claudia López no dudó en responder.

Pero la relación entre la alcaldesa López y el presidente Petro no solo se fracturó por la injerencia del Gobierno en la primera línea, sino también por las trabas que desde el Ejecutivo se le puso a la apertura de la licitación de la segunda línea del metro.

López había anunciado en diciembre de 2022, que en enero de este año, se abriría la licitación de la segunda línea del metro, sin embargo, la mandataria distrital, no pudo cumplir con su promesa, pues según denunció, el Gobierno Petro se negaba a otorgarle la garantía y contragarantía para que el Distrito pudiera firmar créditos con la banca multilateral. Fue hasta abril de 2023 que el Ministerio de Hacienda entregó la contragarantía y solo hasta mayo el Distrito pudo abrir el proceso licitatorio.

Así mismo, López se empezó a distanciar del Gobierno con fuertes críticas a la llamada ‘Paz Total’, más aún después del ataque de un grupo de encapuchados a la Universidad Nacional en el que salió herido un patrullero de la Policía.

“No más gabelas a los delincuentes, señor presidente, es un error, es una equivocación, no es con gabelas a los delincuentes, mientras asesinan impunemente a policías y a ciudadanos, que vamos a llegar a la paz”, comentó López en su momento.

Llegada de Gustavo Bolívar a la contienda electoral

El pasado 25 de julio, el Pacto Histórico confirmó que el exsenador de la República, Gustavo Bolívar, iba a ser el candidato del Pacto Histórico en las elecciones a la Alcaldía de Bogotá en octubre próximo y en ese momento cuando el ya candidato anunció que iba a ser hasta lo imposible para frenar el metro, la relación entre la alcaldesa López y el presidente Petro se resquebrajó casi que de manera irremediable.

Rueda de prensa Pacto Histórico | Foto: GUILLERMO TORRES

“Vamos a evitar a toda costa, hasta el 31 de diciembre de este año, para que la línea del Metro de Bogotá en su trazado por la Caracas sea subterránea. Si de aquí a que nos posesionemos no se logra, vamos a respetar la obra, pero haremos el mayor esfuerzo para que sea subterránea”, precisó Bolívar en ese momento.

Tan solo días después de esta oficialización de la candidatura de Bolívar, la alcaldesa López empezó a subirle el tono a sus críticas al Gobierno e indicó que durante el primer año del presidente Petro, el Ejecutivo fue tratando de “parar” proyectos.

“He sido yo tratando de defender que no paren el metro, que no paren la PTAR Canoas, que no paren el Regiotram de Occidente, todos los días es tratando de que no paren algo”, dijo López.

Las palabras de grueso calibre fueron apareciendo cada vez más. Ya en septiembre, luego de que el presidente Gustavo Petro se mostrara en desacuerdo por la ampliación de la Avenida Boyacá por medio de la reserva Thomas Van der Hammen, López tildó al mandatario de los colombianos “de creerse el Mesías”.

“Si gobernar consiste en llegar a parar, destruir y sabotear, todo lo que ha hecho el Gobierno, no solamente nacional sino local porque estos son proyectos de Bogotá y Cundinamarca, entonces nunca avanzamos. Esa manía maldita de creerse pues el Messías, el único que sabe, el que llega a hacer las cosas destruyendo y desconociendo todo lo anterior lo único que nos produce es parálisis, saboteo, pérdidas de los recursos de los bogotanos”, cuestionó López.

Gustavo Petro y Claudia López | Foto: Semana

El presidente Petro, por su parte, no se quedó cayado y señaló a López de querer “sabotear la vida”. “A nadie se le ocurre que impedir que se acabe una reserva forestal sea saboteo. Quienes acaban las reservas forestales y los árboles sabotean la vida”, escribió el primer mandatario.

Días después, la alcaldesa López arremetió en contra del Gobierno Petro por reducir las transferencias monetarias a familias vulnerables en Bogotá y subrayó de manera tajante que incluso el gobierno del expresidente Iván Duque hizo más por la superación de la pobreza que el propio Petro.

Como era de esperarse, la respuesta de Petro no se hizo esperar y no solo señaló que lo dicho López era “una barbaridad histórica”, sino que además le subió el tono a la tensión y precisó que las transferencias de Duque “eran limosnas”, mientras que renta básica sí es para superar pobreza.

La toma por Bogotá

En medio de esta fuerte tensión en su relación con la alcaldesa López, el presidente Petro, a un mes para que se celebren las elecciones regionales y se conozca el nuevo mandatario distrital, anunció la celebración de dos jornadas de trabajo en la capital del país de su programa “Gobierno con el pueblo”, jornadas que fueron catalogadas por los candidatos a la Alcaldía de Bogotá, como una clara injerencia y participación política del jefe de Estado para promover la candidatura de Gustavo Bolívar.

De hecho, desde la cuenta oficial en X, antes Twitter, de la Presidencia de la República, no solo se invitó a participar de las jornadas, sino que además se resaltó la gestión de la Bogotá Humana, cuando Petro fue alcalde, algo que sucedió hace 8 años y se puntualizó que “hoy ese cambio vuelve a Bogotá”.

“¿Sabías que durante la Bogotá Humana que lideró el hoy residente Gustavo Petro se obtuvieron buenos resultados en materia de educación y salud? Hoy ese Cambio vuelve a Bogotá para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes”, se lee en la publicación.

Después de estos encuentros liderados por el Gobierno Petro, se registraron actos vandálicos en las localidades de Kennedy y Usme, en el sur de Bogotá, los cuales fueron controlados por la Policía y la Secretaría de Seguridad, sin embargo, la alcaldesa López le mandó un fuerte dardo al petrismo.

A través de X (Twitter), la mandataria distrital afirmó que la denominada “toma a Bogotá”—como fueron llamadas las manifestaciones en favor del Gobierno nacional y unos encuentros que realizó el presidente Gustavo Petro en Kennedy y Engativá— se cerró con estos “actos vandálicos de su primera línea”.

La alcaldesa señaló en referencia a las elecciones del próximo 29 de octubre: ”Bogotá rechazará en las urnas su politiquería y vandalismo. ¡Bogotá se respeta!”.

“Amables desacuerdos”

En el marco de esta ‘toma de Bogotá', el presidente Petro y la alcaldesa López lideraron conjuntamente un consejo de seguridad en la localidad de Kennedy, al sur de la capital del país. Cuando inició el encuentro fue evidente el frío y distante saludo entre ambos mandatarios, y al final, la burgomaestre manifestó que hay “amables desacuerdos”, entre ellos.

“Nos ha notificado hoy el ICBF (que) con los impuestos de los bogotanos, en Bosa, en Campo Verde, se construyó un centro de justicia penal restaurativa para jóvenes, que tiene 200 cupos disponibles para jóvenes que delinquen; los jueces les imponen una medida privativa de la libertad y se cumplen en este tipo de establecimientos. El ICBF nos ha informado hoy que siguiendo la directriz de la política nacional no recibirá el complejo de justicia penal restaurativa de Campo Verde”, aseguró la mandataria local.

Otro de los desencuentros con Petro fue sobre las transferencias monetarias. La mandataria local afirmó que el Gobierno no hará cambios en los subsidios en la capital. “Las transferencias monetarias no han sacado de la pobreza a tanta gente como quisiéramos, pero sin transferencias monetarias nacionales y locales hoy habría más de 350.000 personas pasando hambre y empobrecidas. Hay muchas más, desafortunadamente”, dijo López.

Presidente Gustavo Petro y la alcaldesa de Bogotá Claudia López | Foto: Presidencia

“Caudillo de turno”

Este lunes, 2 de octubre, la alcaldesa López volvió a encender la polémica sobre la primera línea del Metro de Bogotá y se atrevió a tildar al presidente Gustavo Petro “como un caudillo de turno”.

“La primera línea del Metro me has costado sangre, sudor y lágrimas. A mí que me ha denunciado la guerrilla por denunciarlos, los políticos corruptos por denunciarlos, los paramilitares por denunciarlos, nunca en mi vida me habían acosado y difamado tanto que por defender el metro de Bogotá, nunca, y a mí me han amenazado corruptos de calibre, y guerrilleros y paramilitares armados hasta los dientes”, señaló López.

Y luego, bastante afligida, la alcaldesa puntualizó: “No voy a dejar parar el metro de Bogotá, punto final, me pueden tratar de matar en vida si quieren, esta ciudad se respeta, es la vida de los bogotanos, es el tiempo de los bogotanos, son los impuestos de los bogotanos lo que está en juego, no es el ego de un caudillito de turno lo que está en juego, es la vida y la productividad de la ciudad, que a su vez, es la vida y la productividad de Colombia. Entonces esto no es un chiste”.

Es así como la relación entre el presidente Gustavo Petro y la alcaldesa López ha sido bastante punzante y ni siquiera un pacto de no agresión fue respetado por ambos.