El partido de La U no quiere divorciarse del poder y por eso este martes se anunció que seguirá siendo partido de gobierno y apoyará férreamente a Gustavo Petro, aunque tengan grandes diferencias ideológicas.

La presidenta de la colectividad, Dilian Francisca Toro, y el mandatario electo Gustavo Petro se reunieron en Bogotá durante un par de horas y se concretó ese respaldo con el que se garantiza la gobernabilidad en el Congreso.

“Queremos mejorar las condiciones de vida de los independientes, de los pobres, de los millones de colombianos que construyen día a día el país real. Por esta razón apoyaremos las propuestas que contribuyan a disminuir la pobreza, la inequidad y a impulsar la paz”, dijo Toro.

En la reunión, a la que asistieron los congresistas salientes y entrantes, quedó claro que la colectividad respaldará las principales reformas que llevará el gobierno de Petro al Congreso de la República.

“Luego de reunirme con el nuevo presidente de los colombianos y de dialogar sobre diferentes aspectos, especialmente los sociales y económicos y de hallar puntos de encuentro entre nuestras banderas, quiero proponerles hacer parte de la Coalición de Gobierno, tengo confianza en que unidos podremos aportar a la construcción de un mejor país”, reiteró la directora de La U.

En el anuncio quedó claro que en los próximos días se dará a conocer las propuestas que presentará el partido al presidente electo para que también las respalde en el Congreso ya que estarán enfocadas a solucionar los problemas sociales de Colombia.

El partido de La U tendrá en el Senado 10 curules y en la Cámara de Representantes 15 escaños, por lo que Petro tendrá 25 congresistas más que respaldarán su ambiciosa agenda legislativa. “De esta manera vamos sumando voluntades que permitan alcanzar las transformaciones que el país reclama. Desde el partido de La U, los olvidados son el centro de nuestras propuestas”, aseguró Toro.

Durante la campaña presidencial La U estuvo participando en la coalición Equipo por Colombia, respaldó para la primera vuelta presidencial a Federico Gutiérrez y en la segunda hubo una especie de libertad para que sus militantes apoyaran al candidato de su preferencia. Sin embargo, desde ese momento se especuló que muchos legisladores se fueron a la campaña del Pacto Histórico.

Con este anuncio de La U ya son varios partidos que se han declarado de Gobierno. El Partido Liberal, Comunes, la Alianza Verde, el Partido Conservador y otros sectores minoritarios lo respaldan. El Centro Democrático hará oposición y Cambio Radical hará su anuncio en los próximos días.

La U, una historia de amor con el poder

Desde su creación en 2005 La U ha estado al lado del poder. Cuando se fundó, entre otros por el expresidente Juan Manuel Santos para apoyar la reelección del expresidente Álvaro Uribe, líderes políticos que hoy tienen una enemistad irreconciliable, se dijo que era para llenar el espacio de los partidos tradicionales. Fue la colectividad que arrasó en las elecciones legislativas y estuvo en la cumbre del poder.

En 2010 quiso impulsar la reelección de Uribe, pero ante lo que ocurrió se apoyó a Santos para llegar a la Casa de Nariño. Allí se creó la denominada Unidad Nacional junto con Cambio Radical y el Partido Liberal, fuera que tuvo la mayoría durante doce años.

En 2016 empezó el cambio de rumbo y de la mano de Roy Barreras la colectividad resultó fundamental para sacar adelante los Acuerdos de Paz. En 2018, cuando Iván Duque llegó a la Casa de Nariño, La U siguió siendo de Gobierno, a pesar de que el mandatario llegó con la bandera de hacer cambios a lo pactado en La Habana (Cuba).

En todo ese tiempo tuvo varios escándalos por avales otorgados y perdió a figuras como Roy Barreras, Armando Benedetti, entre otros. Ahora, lejos de los ideales con los que fue fundado, resultó en la coalición de gobierno de Gustavo Petro, quien tiene unas tesis totalmente opuestas a las que La U promovió en la campaña presidencial.

La política es dinámica y La U es muestra de ello, un partido que siempre ha querido estar al lado del poder sin importar el mandatario de turno.