Tiene 51 años, pisa los pasillos del Congreso desde 2002, cuando fue representante a la Cámara por primera vez, y se convirtió en uno de los congresistas más poderosos del Partido Conservador. Alfredo Ape Cuello es un dirigente de Valledupar que, pese a su estilo silencioso y sin dejar mayor evidencia, ha logrado resquebrajar una fracción de su casa política, hoy declarada en independencia, y acercarla a los brazos de Gustavo Petro.
Cuello, quien llegó al Congreso en 2022 con más de 115.000 votos, se convirtió en una ficha clave del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, cuando el proyecto de reforma pensional amagó con hundirse por falta de trámite. Ocurrió en las primeras dos semanas de junio.
El político de Valledupar ideó, junto con otros congresistas, una salida urgente para salvar la pensional del naufragio: una proposición que adoptó la plenaria de la Cámara, con la que se acogió el texto aprobado en el Senado. De esa manera, no hubo discusión. Cuello firmó la proposición, la empujó entre su bancada conservadora y le lanzó un salvavidas al Gobierno Petro. A la hora de votar, lo hizo de forma positiva. “Acompañé la reforma pensional porque me parece justa, así como voté negativa la de la salud porque me parecía un desastre”, respondió Cuello a este medio.
En cambio, ante la reforma a la salud, el político del Cesar votó negativo porque el Partido Conservador se opuso al proyecto por decisión de bancada. Pese a eso, habría hecho lobby entre congresistas de otras bancadas para congraciarse con Petro e invitarlos a respaldar esa iniciativa, según le contaron algunos congresistas a SEMANA. Cuello niega esa versión: “En la bancada del partido nadie tiene autoridad sobre nadie. Cada quien actúa como le parece o como lo decide la bancada”.
En las presidenciales, Cuello no votó por Petro, respaldó la aspiración de Federico Gutiérrez en primera vuelta. Y en segunda lo hizo a favor de Rodolfo Hernández. De hecho, el diario El Pilón publicó un video del político diciendo: “Estamos relocos, papi”. Esa frase la hizo popular el ingeniero. Sin embargo, Cuello la borró de sus redes sociales.
Con Petro en el poder, Ape se acercó a la Casa de Nariño. La excusa fue el distanciamiento del grueso del conservatismo con el Gobierno para ofrecer sus apoyos. Además, fuentes aseguran que tiene un combo de congresistas que le copian y le siguen sus pasos, entre ellos Wadith Manzur y Fernando Niño, vicepresidente de la Cámara. Él, por ejemplo, le garantizó al ministro Velasco el avance de la reforma pensional, cuando el presidente de la Cámara, Andrés Calle, fue recusado por el escándalo de corrupción en la UNGRD.
Hay dudas sobre hasta dónde Cuello ejerce poder sobre Manzur, el presidente de la Comisión de Acusación de la Cámara, que tiene diez procesos de Petro y no ha mostrado mayores avances en su año de presidencia, que culmina este 20 de julio.
Manzur, salpicado por Olmedo López, exdirector de la UNGRD, de beneficiarse de contratos de la entidad, habló con SEMANA y desmintió que obedezca órdenes de Ape. “¿Por qué influye sobre mí? ¿Porque se sienta a mi lado? Ape y yo pensamos distinto. Si ejerce liderazgo sobre mí, ¿por qué no voté la reforma pensional que él apoyó?”, respondió Manzur. Por su parte, Cuello afirmó: “Con Wadith soy amigo. Somos costeños. Ojalá fuera su jefe. Él sacó más votos que yo, él debería ser mi jefe”.
Aunque Manzur dice que es un congresista solitario y no tiene combo político, varios episodios controvertidos están relacionados con Cuello. Uno de ellos, el 18 de julio de 2022, cuando la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia confirmó que abrió una indagación penal contra los representantes Ape Cuello, Wadith Manzur y Yamil Hernando Arana por presunta participación en un escándalo de corrupción alrededor de los dineros que destinó el Estado para la implementación del acuerdo de paz.
De acuerdo con el Oficio 5318 del alto tribunal, la Justicia busca establecer si los parlamentarios habrían cobrado coimas entre el 2 y el 12 por ciento para la adjudicación de dineros de regalías. La investigación sigue en indagación.
El 29 de noviembre de 2023, bajo el liderazgo de Ape Cuello, Wadith Manzur, Juan Loreto, Íngrid Sogamoso, Fernando Niño y Nicolás Barguil sostuvieron una reunión privada con el presidente Petro en la Casa de Nariño. El encuentro, al que asistió el ministro Velasco, ocurrió en el marco del trámite de la controvertida reforma a la salud en la Cámara.
Horas después del encuentro, el Partido Conservador desautorizó a los dirigentes y dijo que actuaron a título personal y nunca a nombre de la colectividad. “La visita fue de un grupo de representantes. El Partido Conservador no apoya la reforma a la salud”, expresó el movimiento.
Cuello, quien le agregó el Ape a su nombre en la Registraduría, tiene varios registros de ingresos a la Casa de Nariño, entre ellos uno el 6 de febrero de 2024 para una cita con Petro. Se desconoce el motivo de la conversación.
Sorpresivamente, el 21 de ese mes, el vallenato, al parecer, resultó premiado. El Gobierno anunció a Luz Cristina López Trejos como ministra del Deporte, un nombramiento atribuido a Cuello y a otros congresistas godos. “Ni la ministra es vallenata ni yo conozco Manizales”, respondió Cuello a SEMANA.
La designación de la nueva funcionaria erosionó al Partido Conservador. En el Congreso, algunos expresaron que Ape, solo con su curul de representante, tiene un ministerio, mientras que el presidente de la colectividad, Efraín Cepeda, no tiene una joya igual. “Quiero reafirmar que ninguna persona que esté en el Gobierno nacional lo hace en nombre del Partido Conservador. No sabemos cuál es la intención del Gobierno al nombrar esta persona”, reclamó Cepeda en ese momento.
Prueba de que el congresista costeño tiene poder en el Ministerio del Deporte es que Elmer Jacit Jiménez, uno de sus más cercanos aliados de Valledupar, fue nombrado asesor de ese despacho. SEMANA estableció que luego de que la capital del Cesar se quedara sin equipo de fútbol, Cuello y Jiménez trabajaron para que Alianza Petrolera saliera de Barrancabermeja y llegara hasta su tierra, como ocurrió.
Cuello es reconocido como un mandamás en el Cesar. Políticamente, influye en la Alcaldía de Valledupar, que amasa un presupuesto de un billón de pesos al año. Ernesto Orozco, quien llegó al poder con 67.357 votos, es su ahijado político. Además, sus aliados están al frente de otras 17 Alcaldías: Aguachica, Codazzi, Astrea, Bosconia, El Copey, El Paso, Gamarra, La Paz, La Gloria, Pueblo Bello, San Martín, Tamalameque, San Diego, San Alberto, entre otras. En su cuenta de Instagram exhibe una cascada de fotografías en la posesión de todos sus mandatarios. También, el retrato de un encuentro que sostuvo con el ministro Velasco y los alcaldes de Valledupar, Ernesto Orozco, y de Aguachica, Víctor Roqueme, en diciembre de 2023.
Todos esos alcaldes tienen el aval del Partido Conservador y de Cuello, aunque, en algunos casos, contaron con la venia del senador Didier Lobo, del partido Cambio Radical. “Aquí tiene más poder el representante que el senador”, le dijo a SEMANA un dirigente político de Valledupar.
Cuello, administrador de empresas de la Universidad Sergio Arboleda y magíster en Administración de Negocios de la Xavier University, fue clave en el acercamiento de los Gnecco al Gobierno Petro y de la gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuán, ahijada de Cielo Gnecco, según fuentes en el Cesar.
Ape sabe cómo jalonar recursos del Estado, pues coordina respaldos políticos de varios de sus compañeros. Por eso, en su tierra creen que, si nada extraordinario ocurre y si la Corte Suprema de Justicia no frena sus aspiraciones, podría ser senador o gobernador del Cesar.