Este martes 12 de marzo, el presidente Gustavo Petro sufrió un duro golpe en el Congreso de la República, luego de que la cuestionada reforma a la salud quedara en cuidados intensivos al darse un virtual hundimiento del proyecto de ley.
La reforma, que tardó 11 meses para ser debatida y aprobada en sus dos primeros debates en la Cámara de Representantes, llegó a la Comisión Séptima del Senado para continuar con su trámite, pero este martes se conoció que ocho de los 14 senadores firmaron la ponencia de archivo del proyecto.
Inicialmente, la ponencia de archivo fue firmada por siete senadores: Lorena Ríos Cuéllar, de Colombia Justa Libres; Nadia Blel, del Partido Conservador; Alirio Barrera, del Centro Democrático; Miguel Ángel Pinto, del Partido Liberal, y Berenice Bedoya, del partido ASI.
Este grupo de senadores estuvo liderado, en gran parte, por el senador Pinto, del Partido Liberal. “Los siete senadores aquí presentes, miembros de la Comisión Séptima (…), después de un minucioso estudio, largo y extenso sobre la reforma a la salud, proyecto que está en trámite en nuestra comisión, hemos llegado a la conclusión de radicar hoy ponencia negativa solicitando el archivo de este proyecto por razones de vicio de forma, razones de vicio de fondo y por ser innecesaria para el país por muchísimas razones que ahondaremos en nuestro debate”, aseguró el senador.
Pero la estocada final estuvo a cargo de la senadora Norma Hurtado, del partido de La U, quien decidió respaldar la ponencia de archivo radicada por siete de sus colegas de la Comisión Séptima del Senado.
La dirigente, después de analizar el panorama, de evidenciar que el Gobierno no había accedido a hacer los ajustes que ella había solicitado que incorporaran al texto final, tomó esta decisión que, sin duda, afecta el corazón del gobierno del presidente Gustavo Petro.
Luego de que estos ocho senadores firmaran la ponencia que pide el archivo de la reforma a la salud, se conoció que el expresidente César Gaviria hizo varios movimientos para lograr frenar el cuestionado proyecto de ley del Gobierno Petro.
El expresidente siempre sostuvo que el sistema de salud debería ser reforzado, no eliminado como quiere el Gobierno. Durante más de un año, Gaviria ha sido obstinado y firme contra la reforma a la salud por considerar que arrasa el sistema de salud de los colombianos.
La tesis de Gaviria ha tenido al Gobierno en contra y a un sector de la Cámara. Sin embargo, el expresidente se mantuvo incólume. Uno a uno, el expresidente llamó a los jefes de los partidos y algunos congresistas directamente para convencerlos de lo nocivo de la reforma.
Inicialmente, Gaviria confió en la decisión del senador liberal Miguel Ángel Pinto, quien le ratificó que se opondría a la reforma por considerarla lesiva. Con ese voto firme, el exmandatario inició su estrategia y con teléfono en mano y varias visitas a su casa, fue convenciendo a las diferentes fuerzas de no permitir arrasar el sistema de salud.
El expresidente liberal siempre estuvo firme para que el proyecto no fuese aprobado, pese a que en la Cámara de Representantes sus parlamentarios la votaron favoreciendo al Gobierno Petro. “El Gobierno cree que sabe manejar el sistema de salud, la crisis que genera le va a pasar factura, pues con la salud de los colombianos no se puede jugar”, ha sostenido Gaviria en varias oportunidades.
Gaviria jamás bajó los brazos y se la jugó en la Comisión Séptima del Senado, donde solo cuenta con el voto del senador Pinto, pero se encargó de ayudarle en la tarea de convencer a sus colegas de los daños que podría causar la propuesta del Gobierno.
Fue así como en las últimas horas, Gaviria hizo las llamadas necesarias para conseguir que aparecieran los ocho votos que hoy tienen hundida la reforma a la salud por la que se la ha jugado a fondo el Gobierno. Incluso, el expresidente estaba listo para ir a la Corte Constitucional a cuestionar el trámite legislativo de la iniciativa por considerarlo totalmente viciado.
¿Qué viene para el proyecto de ley?
Mientras la propuesta de archivo cuenta con el apoyo de senadores de La U, el Partido Liberal, Colombia Justa Libres, el Conservador, ASI y el Centro Democrático, la ponencia del Gobierno contó exclusivamente con los apoyos del Pacto Histórico y Comunes, anteriormente Farc.
Como están las cosas, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, tiene tres alternativas: esperar y enfrentar la derrota con el archivo de la reforma más importante y desgastante en el gobierno de Gustavo Petro, retirar la iniciativa o moverse políticamente para tratar de desbaratar el bloque de los 8 senadores que firmaron la ponencia de hundimiento.