Un aparatoso y bochornoso hecho se registró el pasado viernes en la madrugada cuando Álex Flórez, senador del Pacto Histórico, protagonizó una pelea con integrantes de la fuerza pública y trabajadores de un hotel en Cartagena. “El congresista, que se encontraba en estado de exaltación, agredió verbalmente a los empleados del hotel, quienes requirieron al cuadrante de la Policía”, se lee en el texto de la Policía de la región.

El alboroto se dio porque el senador incumplió con las normas del lugar, cuando intentó ingresar a una acompañante a su habitación. El alboroto le dejó a Flórez tres expedientes que pueden terminar en sanciones legales por su comportamiento contra civiles y un miembro de la Policía.

De hecho, luego de haber rechazado los hechos en los que agredió verbalmente a uno de los uniformados, la entidad denunció penalmente al senador por injuria y calumnia, delitos que reposan en los artículos 220 y 221 del Código Penal y que le corresponde investigar a la Corte Suprema de Justicia.

Por otro lado, la Procuraduría abrió una indagación preliminar y pidió practicar pruebas. Este proceso podría terminar por sacarlo del Congreso, perdiendo su investidura.

Cabe señalar que este escándalo no es por lo único que Flórez tiene expedientes abiertos, pues el senador cuenta con tres casos más por la regional de Antioquia.

Los casos estarían abiertos por chocar carros oficiales, injuria, por contratos “corbata” y por supuestamente obligar a sus cuotas políticas a entregar el 5 % para su campaña.

A esto se suma que la Comisión de Ética del Senado, en cabeza de John Jairo Roldán, también anunció que realizaría una investigación disciplinaria en contra de Flórez.

“Ante los hechos conocidos ampliamente por los medios de comunicación, donde interviene el senador Álex Flórez del Pacto Histórico, la Comisión de Ética y el Estatuto del Congresista con base en la Ley 1828 de 2017 tomó la decisión de abrir una investigación disciplinaria al senador”, expresó Roldán.

Y agregó: “Esta investigación se abre de oficio y se le da inicio para darle plenas garantías y garantizarle el debido proceso al senador Flórez. Esta investigación se da a partir de la Resolución 03 del 2 de septiembre”.

Esto se sumaría a la larga lista de escándalos que tiene el actual senador, además, es preciso recordar que a Flórez también le pesa una pérdida de investidura en su periodo como concejal en Medellín, varios incidentes con camionetas que le fueron asignadas de la UNP y procesos abiertos por comportamientos violentos con compañeras de trabajo y exparejas.

El alboroto que armó Florez

Todo habría comenzado porque en la recepción le cerraron el paso a una mujer que Flórez pretendió ingresar a la habitación que alquiló. Ella no estaba registrada en el libro de huéspedes, requisito indispensable para todo aquel que cruce la puerta de este exclusivo hotel de Cartagena. La respuesta del senador fueron palabras de alto calibre.

Ese comportamiento fue el mismo que tuvo cuando los uniformados de la Policía llegaron al sitio referenciado en la llamada. “Fueron recibidos con improperios, insultos y señalamientos por parte del senador”, reseñaron los testigos. Esa escena quedó registrada en los celulares de los patrulleros que optaron para guardar el material probatorio.

En una parte de la grabación se escucha a uno de los funcionarios sugerir la captura del político con el fin de controlar la situación. “Lo esposamos y lo ponemos allá en la estación”, comentó el policía. Mientras tambaleaba por el consumo de licor y era sostenido por otra persona, Flórez lanzó fuertes acusaciones contra el patrullero.

“Oye, ¿cómo te llamas? Asesino, cuéntale a Colombia cómo mataste a los pelados inocentes. Cobarde”, sentenció el congresista refiriéndose a la masacre de los tres jóvenes que ocurrió en Sucre, situación que ha denunciado ampliamente en los pasillos del legislativo. Ahora bien, el policía le pidió respeto y el senador lo amenazó con un manoteo.

Frente a este incidente, los miembros de la fuerza pública procedieron a aplicar el comparendo por irrespetar a las autoridades, establecido en la ley 1801 de 2016 del Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana. Esa actuación está tipificada como un comportamiento contrario a la convivencia.