José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda, es la combinación de una línea socialdemócrata y un sello de confianza para los escépticos. Desde el principio, el economista aseguró que no iba a “aceptar locuras” y en las últimas semanas ha resaltado por rechazar varias propuestas de otros integrantes del Gobierno y hasta del mismo presidente Gustavo Petro.
Su tarea como moderador en esta administración comenzó muy temprano. Desde antes de que se posesionara el presidente Petro, el ministro Ocampo ya salía a apagar incendios causados por anuncios sin la debida consulta.
Cuando Patricia Ariza, ministra de Cultura, puso sobre la mesa el impuesto a planes de celular desde los 38.000 pesos mensuales, el ministro tuvo que salir a asegurar que no estaba definido como un punto de la entonces desconocida reforma tributaria del Gobierno. Después de evaluarlo, se descartó la propuesta.
“Realmente no tenía tanto sentido”, le dijo Ocampo a SEMANA al explicar por qué se negó la petición de la ministra Ariza.
Incluso, tuvo que corregir lo que dijo el presidente Petro durante la campaña presidencial sobre el Banco de la República, la necesidad de emitir billetes y el cambio de algunos puestos dentro de la junta directiva.
“Eso es una práctica monetaria dañina. Hay formas de emisión que hace el Banco de la República normalmente, compra títulos del gobierno y emite pesos, compra dólares y emite pesos, esas son las prácticas normales. Pero la política monetaria tiene que ser consistente con la sostenibilidad económica”, dijo Ocampo sobre la propuesta del ahora presidente respecto a imprimir más billetes.
También lo hizo con la propuesta de detener la exploración de nuevos pozos petroleros en el país. Esto generó pánico entre los líderes del sector de hidrocarburos, pero José Antonio Campo salió a apagar el incendio apenas fue designado.
“Colombia tiene que explorar más petróleo y buscar más gas, es fundamental, ya que las reservas de gas en Colombia son muy cortas, podría alcanzar para abastecimiento por tres años. El autoabastecimiento es un objetivo claro, hay que seguir exportando petróleo, porque el balance de pagos se podría volver inmanejable”, dijo Ocampo como ministro designado, para Noticias Caracol en julio de este año.
Comenzando el gobierno, el ministro Ocampo ha tenido que desmentir al Ministerio de Minas y Energía, polémico por sus múltiples salidas en falso en temas que no han sido consensuados con el resto del gabinete.
En un foro, la ministra Irene Vélez aseguró que los países del mundo debían “decrecer” en sus economías como acto de solidaridad con países en desarrollo como Colombia. Esto resultó siendo una poco conocida teoría económica que causó polémica por percibirse como un discurso en contravía al desarrollo y el crecimiento.
Ocampo aseguró que los países no decrecen con la transición energética y que, en cambio, hay más inversión social: “Mejor que crezcan para contribuir a la economía mundial, pero eso sí, con sostenibilidad ambiental”.
La ministra aseguró que se contemplaba importar gas desde Venezuela e inmediatamente se retractó, resaltando la importancia de la autosuficiencia y el abastecimiento para el país. Después de los regaños, el discurso de Vélez se centra en no cerrar la puerta a exploración futura, solo si se mantienen ciertos compromisos ambientales.
Quien aún no entiende es Belizza Ruiz, viceministra de Energía. Frente a empresarios del sector, la funcionaria dijo: “No habrá más exploración ni explotación de hidrocarburos. No sé qué parte de esa frase no han entendido”.
Ocampo, por su parte, salió rápidamente a desmentir y dijo que no es una decisión que se tomó, lo que logró calmar las aguas.
En los últimos días, también ha tenido que sacar la cara por las salidas en falso del presidente Gustavo Petro en Twitter. El mandatario aseguró que el alza de la tasa de interés por parte del Banco de la República no controla la inflación. A su vez, dijo que para bajar el costo de vida se podría aplicar un “impuesto transitorio de remesas a capitales golondrinas”.
Después de un arduo primer debate de la reforma tributaria y frente a las presiones alcistas del dólar, el ministro desmintió e invitó a los inversionistas a confiar en el país.
“El Gobierno no va a proponer control de cambios, ni va a imponer impuestos a los ingresos de capital (...). No hay ningún temor para estos inversionistas. Más aún celebramos que los capitales extranjeros estén entrando al país”, dijo Ocampo.
Finalmente, frente a la propuesta del presidente de financiar la compra de tres millones de hectáreas de tierras por medio de Títulos de Deuda Pública (TES), el ministro aseguró que no es posible.
“No sé si el presidente dijo eso o no (la compra de los tres millones de hectáreas), en todo caso desde el Ministerio de Hacienda tiene claro, ya que no se puede hacer, o sea, no se puede comprar tierras con TES”, dijo.
Ocampo señaló que tampoco es viable aumentar la deuda pública, argumentando que como prioridad es necesario que el país cumpla la regla fiscal.
“Igual si hiciéramos eso (...) igual tenemos la regla fiscal que hay que cumplir”, indicó Ocampo.
El ministro, más bombero que aliado del presidente Petro, ha destacado por su sensatez y su preocupación por el bienestar económico del país. Ha regañado a su propio jefe para calmar las aguas entre los sectores y el Gobierno, fiel a su promesa previa a la posesión: “No vamos a hacer nada irresponsable”.