Laura Sarabia, exjefe de gabinete del presidente Gustavo Petro, vuelve a la Casa de Nariño como si nada. A pesar de ser investigada por el escándalo de las ‘chuzadas’ a su niñera por el robo de una cantidad indeterminada de dinero en su apartamento, la mujer de confianza del mandatario será la directora del Departamento Administrativo para la Prosperidad Social (DPS), entidad que encabeza el sector Inclusión Social y Reconciliación en la Presidencia de la República.
Cielo Rusinque, quien dirigía el DPS, pasa a ser jefe de gabinete del mandatario. Sarabia sale beneficiada del enroque porque el presidente le confía una entidad poderosa, con una chequera incluso superior a la de varios ministerios y territorios de Colombia.
En el Presupuesto General de la Nación de 2023, el sector Inclusión Social y Reconciliación del Gobierno, que lidera el DPS y tiene como entidades adscritas al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Unidad para las Víctimas y Centro Nacional de Memoria Histórica, quedó con una asignación de 18 billones de pesos.
Por otro lado, solo el Departamento de Prosperidad Social obtuvo 6,6 billones de pesos para dicha vigencia.
Aparte de esto, según explicó la misma Rusinque en un debate de control político en la Comisión Tercera del Senado de la República, a esto se le debe agregar 3,4 billones de pesos de recursos en trámite de distribución provenientes del Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
Es decir, para este año, la entidad que liderará Sarabia maneja más de 10 billones de pesos. En total, el sector que encabezará tiene a su disposición más de 20 billones de pesos. No solo son recursos para ejecutar, sino que tendrá una planta de personal que supera los 1.400 empleados de carrera, y de libre nombramiento y remoción.
Esto es más de lo que les fue otorgado a ministerios como el de Relaciones Exteriores, Justicia, Agricultura, Minas y Energía, TIC, Transporte, Ambiente, Cultura, Comercio, Interior, Ciencia, Vivienda, Deporte e Igualdad.
Solo Hacienda ($ 50 billones), Educación ($ 48,2 billones), Salud ($ 48,6 billones), Trabajo ($ 33,4 billones) y Defensa ($ 19,5 billones) tienen un presupuesto más alto que el Departamento de Prosperidad Social.
Incluso, el presupuesto que queda en manos de Sarabia podría crecer para el próximo año. En el proyecto de ley del Presupuesto General de la Nación de 2024, el DPS pide una asignación de 10 billones de pesos. Con los recursos que libera el Ministerio de Hacienda, el costo podría llegar hasta los 15 billones de pesos anuales.
Bogotá, con más de 31 billones de pesos, es la única ciudad del país que supera en presupuesto al Departamento Nacional de Prosperidad Social. Medellín ($ 7 billones), Cali ($ 4,6 billones), Barranquilla ($ 4,2 billones) y Bucaramanga ($1,3 billones).
También pasa con los departamentos como Cundinamarca, Antioquia, Valle del Cauca, Atlántico y Bolívar.
Manejar la chequera sin experiencia
Otro detalle sobre el nuevo cargo de la mujer de confianza del presidente Gustavo Petro es que no tiene experiencia administrando una chequera tan amplia como la del Departamento de Prosperidad Social.
Sarabia estudió Relaciones Internacionales y Estudios Políticos. Si bien tiene posgrados, se trata de una Maestría en Comunicación Política y una especialización en marketing político, áreas muy distintas a crear e implementar política pública para ayudar a la población más vulnerable.
Hizo sus prácticas en el Ministerio de Defensa, donde colaboró en tareas varias relacionadas con su pregrado. Siguió con contratos de voluntariado, de prestación de servicios y a término indefinido en el Partido de la U para colaborar en el desarrollo de eventos del centro de pensamiento de la colectividad y demás funciones relacionadas con los objetivos misionales de la misma.
En 2021 pasó a trabajar como asesora política y de comunicaciones de Armando Benedetti. Después dio el salto a la campaña del ahora presidente Gustavo Petro y, al ganarse su confianza, se convirtió en su jefe de gabinete.
El enroque es darle más poder a la mujer que se consideraba la más poderosa del Gobierno Petro. A pesar de los cuestionamientos e investigaciones en su contra, Sarabia manejará una chequera de más de 10 billones de pesos, sin experiencia y sin que se resuelvan sus líos con la justicia.