La directora del Dapre, Laura Sarabia, decidió este miércoles, 18 de diciembre, denunciar ante la Fiscalía General de la Nación a Sandra Ortiz, exconsejera presidencial para las Regiones, por el delito de injuria y calumnia, luego de que la exfuncionaria del Gobierno la salpicara en el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres (UNGRD).
De acuerdo con los argumentos de la denuncia, se expresa que Ortiz “presentó ante una jueza de la República acusaciones falsas y sin fundamento sobre un complot en su contra desde Presidencia, señalando incluso una supuesta conspiración con la fiscal y la procuradora”.
“La denuncia será incorporada al expediente presentado en la audiencia de hoy como prueba de un comportamiento de obstrucción y peligro para la comunidad por reincidencia”, señaló un comunicado que se conoció desde la Casa de Nariño.
La acción legal de Laura Sarabia se dio luego de que Sandra Ortiz, quien finalmente fue cobijada con medida de aseguramiento en una guarnición militar, afirmó directamente que Laura Sarabia es una mujer con mucho poder que “está al lado del presidente” y que fue ella, Laura, la que “armó ese complot” en su contra.
Por eso advierte que tiene miedo por su seguridad y la de su familia. Dice que tiene cómo demostrar su inocencia y que se trata de un complot para llevarla a la cárcel.
“Ahí están las pruebas y las evidencias, tengo la trazabilidad de los correos, de los computadores donde no se perdió nada. Ese show que están armando desde la Presidencia y en los medios de comunicación, es un complot, lo que querían era un chivo expiatorio, porque sí hubo corrupción. Esa persona que tiene mucho poder en la Presidencia, es una mujer y me preocupa mi seguridad y la de mis hijas; esa persona tiene mucho poder y ella fue la que me armó este complot”, detalló Ortiz en la audiencia que se llevó a cabo en los juzgados de Paloquemao.
Entre tanto, en esa audiencia, la exconsejera Ortiz negó tajantemente su responsabilidad en los hechos materia de investigación y en la versión que entregaron los testigos de este escándalo: Olmedo López y Sneyder Pinilla.
No obstante, la Fiscalía argumentó, durante la imputación de cargos, de qué forma la exconsejera para las Regiones sirvió como “mensajera” para llevar 3.000 millones de pesos al entonces presidente del Senado, Iván Name.