En medio del escándalo por las chuzadas que envuelve a su Gobierno, el presidente Gustavo Petro no tuvo más salida que sacar de su Gobierno a su jefe de gabinete, Lara Sarabia, quien se había convertido en su mano derecha, y al embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti.
El jefe de Estado confirmó la salida de los dos funcionarios durante la ceremonia de ascenso a subtenientes ‘Curso General Jorge Duarte Blum’. Durante su discurso, se refirió sobre la polémica de las chuzadas, hechos confirmados por el fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa.
“Mientras se investiga, mi funcionaria querida y estimada (Sarabia) y el embajador de Venezuela (Benedetti) se retiran del Gobierno para que desde el poder que implican esos cargos no se pueda tener ni siquiera tener la desconfianza de que se van a alterar los procesos de investigación”, confirmó el presidente la salida de ambos funcionarios.
Este hecho generó revuelo en el entorno político que no dudó en referirse a lo sucedido.
Una de las primeras en reaccionar fue la senadora del Centro Democrático Paloma Valencia, una de las voces más fuertes de la oposición.
“Mi impresión es que tiene que haber algo muy oscuro en la plata que le robaron a la Jefe de Gabinete, Laura, para que utilicen tantos mecanismos por fuera de la ley para encontrar al culpable”, apuntó Valencia.
En el mismo sentido se pronunció el representante de oposición, Hernán Cadavid, quien dejó claro que las decisiones no deben parar aquí, sino que se debe avanzar aún más en las investigaciones para dar claridad de los hechos.
“A Petro lo sepulta la evidencia y tiene que tomar la decisión de sacar del poder tanto a Armando Benedetti como a Laura Sarabia, es lo que tenía que suceder, necesitamos las respuestas judiciales y políticas a este hecho”, manifestó Cadavid.
Desde este sector del espectro político se pronunció también el senador de Cambio Radical David Luna, quien no solo reprochó lo sucedido, sino que envió de un derecho de petición a la Dirección Nacional de Inteligencia, con el que interrogó si mediante la unidad de operaciones existe la posibilidad de que se adelanten procesos de índole ilegal.
De hecho, el senador cuestionó sobre si esta misma Dirección, probablemente, se encuentra adelantando actividades de control y verificación de mensajes vía WhatsApp a través de una agencia en Brasil.
Las reacciones también llegaron de parte de los sectores afines al Gobierno nacional, desde donde salieron en respaldo del presidente Gustavo Petro, pero no fueron tan enfáticos a la hora de meter las manos al fuego ni por Sarabia ni por Benedetti.
“El presidente Petro confirma la salida de Laura y Benedetti para no interferir en las investigaciones. Difícil decisión, pero pone fin a la crisis y despeja cualquier manto de duda sobre su accionar democrático al frente de esta Nación”, indicó el exsenador Gustavo Bolívar, uno de los principales alfiles del jefe de Estado.
En el mismo sentido se pronunció la senadora del Pacto Histórico, Piedad Córdoba, quien salió en defensa de Petro, pero reconoció que hubo un “abuso de autoridad”.
“Desde mi punto de vista, lo que ha pasado aquí es un claro abuso de autoridad. Se nota que es un caso aislado. En ese punto confío plenamente en el presidente Gustavo Petro”, aseguró Córdoba.
No obstante, la congresista fue enfática en afirmar que “es un crimen que de manera ilegal a alguien le intercepten su vida y se la escudriñen. Es una violación a algo tan básico y elemental como el derecho a la intimidad y la privacidad”.