El expresidente César Gaviria, líder del Partido Liberal, volvió a arremeter contra la reforma a la salud del gobierno del presidente Gustavo Petro. Esta vez, por medio de un documento titulado ‘Por qué el proyecto de ley de reforma a la salud destruye el sistema’, de cinco puntos, el exmandatario reiteró sus reparos.
En primer lugar, Gaviria destaca que la reforma limita el modelo de aseguramiento mixto por uno estatal.
“Se eliminan las funciones centrales de las EPS como aseguradoras, a cargo de la gestión integral del riesgo. En el proyecto, se les asigna unas funciones de administradoras, las cuales, además, son ambiguas”, se lee en el documento.
Según Gaviria, el Estado se encargaría del aseguramiento en tres etapas, las cuales comienzan con la organización de redes y atención. Posteriormente, fórmula y ejecuta los contratos o acuerdos de voluntades para la atención de todas las personas.
Luego, de acuerdo con el expresidente, “direcciona a los pacientes a lo largo de las redes de atención: es el encargado de indicar qué entidad y qué médico atiende a cada usuario”. Finalmente, se realiza el pago de todas las atenciones en salud, priorizándolo de acuerdo con su criterio.
Según el expresidente, esto garantiza presupuesto a los hospitales públicos “sin importar si son eficientes”.
“Lo que colocará en alto riesgo financiero al sistema de salud y de corrupción y, al final, perjudicará el derecho fundamental a la salud de todos”, advierte el líder del Partido Liberal.
Al exmandatario también le preocupa que las funciones de gestión del riesgo se “atomizan en una serie de estructuras estatales, burocráticas, y no conectadas y politizadas”.
A los fondo-cuentas regionales se les generará estructuras burocráticas, que para Gaviria Trujillo serán “ineficientes” y los comparó con el Fondo de Seguridad y Garantía (Fosyga).
“Unidades de planeación y consejos de evaluación cuyas funciones se duplican y no quedan claras. La gestión del riesgo operativo se atomiza entre los Caps, el sistema de referencia y contrarreferencia, la coordinación de este sistema y las gestoras de salud (sin claridad sobre el verdadero papel de estas últimas)”, se lee en el texto del expresidente.
En tercer lugar, el expresidente asegura que el texto ha sido sometido a tantos cambios que su redacción y técnica jurídica es “confusa y ambigua”.
“Utiliza verbos blandos que permiten que, vía reglamentaria, se pueda interpretar de diversas formas lo que plantea, marginando de todo el sistema a las gestoras de salud (EPS) y conduciéndolas a su desaparición. Con el agravante que el diseño institucional Estatal para gestionar el riesgo es deficiente y antitécnico”, argumentó.
Finalmente, el expresidente Gaviria, quien no afloja su postura en contra, concluye en siete puntos los peligros de la reforma a la salud.
“Será altamente ineficiente, presenta riesgos de corrupción y politiquería, no cuenta con un adecuado arreglo institucional para gestionar el riesgo en salud, no es un modelo de aseguramiento mixto, sino enteramente estatal, permitirá que vía reglamentaria se eliminen por completo a las EPS (gestoras) haciéndolas irrelevantes, no tiene incentivos a la contención sana del gasto y conducirá a una quiebra inminente. No garantiza el derecho a la salud”, resumió el líder del partido.
El expresidente y líder del liberalismo no cambia su postura frente a la reforma a la salud, la cual se encuentra debatiendo lentamente sus artículos en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes.