El ruido está a punto de ser regulado en Colombia. La plenaria del Senado alista el último debate del proyecto de ley contra la contaminación acústica que pretende dejar una regulación clara contra el exceso de volumen en el país.

La iniciativa ha sido una de las principales banderas del representante a la Cámara por Antioquia, Daniel Carvalho, y tiene como objetivo atender este problema de salud pública que genera quejas de residentes de ciudades y municipios y puede afectar el bienestar de los ciudadanos.

El texto está en el cuarto punto del orden del día de la plenaria de este martes (10 de diciembre) en lo que será su último debate. Este busca establecer las herramientas y lineamientos para la formulación de una Política de Calidad Acústica en el país.

“Este es un fenómeno que tiene implicaciones en la salud física y mental, en la convivencia y en los ecosistemas. Además, la actual normativa es dispersa y dificulta que los ciudadanos y autoridades puedan resolver esta problemática de manera integral”, comentó el representante Carvalho.

El objetivo de esta iniciativa legislativa es garantizar el bienestar de las personas y de los ecosistemas (flora y fauna) a través de un ambiente libre de los impactos nocivos del ruido, teniendo en cuenta las afectaciones que este puede tener con el exceso de volumen, por ejemplo, para las aves que habitan en las zonas verdes de las ciudades y los municipios.

La exposición de motivos de ese articulado detalla que las ciudades más ruidosas de Colombia son Bogotá, Medellín, Cali y Cartagena, lugares en los que alrededor de la mitad de sus habitantes está molesta con los niveles de ruido que se generan en el espacio público o en viviendas ajenas y que, de cierta forma, termina afectando sus entornos privados.

El proyecto de ley sobre el ruido les da a entidades del orden nacional y territorial la tarea de regular el ruido, estableciendo políticas de medición que estarán a cargo de las carteras de Justicia, Defensa y Salud, bajo el entendido de que en los humanos los sonidos fuertes prolongados generan estrés, problemas de sueño, falta de descanso, hipertensión, ansiedad, dolor de cabeza y problemas digestivos.

“Dentro de los 12 meses posteriores a la reglamentación de la política de calidad acústica a que se refiere la presente ley, los alcaldes distritales y municipales presentarán un proyecto de acuerdo dirigido a realizar los ajustes correspondientes al Plan de Ordenamiento Territorial, encaminados a mejorar la calidad acústica en el municipio o distrito, y al cumplimiento de las demás disposiciones contenidas en esta ley”, se lee en el articulado.

El proyecto de ley contra el ruido también es respaldado por los representantes Julia Miranda, Jennifer Pedraza, Juan Carlos Losada y Juan Sebastián Gómez, entre otros que se acogieron a la iniciativa, y en el Senado ha contado con el respaldo de legisladores como Humberto de la Calle.

Daniel Carvalho (Verde Oxígeno). | Foto: GUILLERMO TORRES

“Así como hay derecho al gozo, también hay derecho al silencio. Es un acto de respeto a la tranquilidad de los demás”, aseveró el senador De la Calle en relación con esta iniciativa. El proyecto de ley contra el ruido contaría con las mayorías necesarias para ser aprobado en cuarto y último debate.