Si bien hay voces que piden la independencia del Partido Liberal, todavía no hay cómo concretarla y el partido seguirá siendo declarado como afín al Gobierno de Gustavo Petro, al menos, durante este semestre cuando se define si dos reformas clave del Ejecutivo, la pensional y la de la salud, se caen o se convierten en ley, aunque todo puede cambiar en el camino.
Uno de los que pide dar un paso al costado del Ejecutivo es el senador Mauricio Gómez Amín, quien asegura que “fue un error habernos ido como partido de Gobierno y pronto debe darse una reunión para asumir otra posición, porque es la mejor manera de pararse firme en lo que no le conviene al país”.
Los congresistas de ese partido cuentan que a medida que va pasando el tiempo, la confianza entre liberales y la administración del presidente Petro se ha venido fraccionando de manera profunda, lo que ha alimentado los argumentos de la postura del expresidente César Gaviria contra el Ejecutivo: está reclamando independencia de manera reiterada.
Pero ahora, los liberales deben decidir si se van a la independencia o se mantienen en el Gobierno, teniendo en cuenta que unos congresistas quieren seguir de la mano de Gustavo Petro, otros se reúnen, analizan y exigen ser independientes, e incluso algunos piden oposición, mientras que el expresidente Gaviria se mantiene en ser independiente.
Es claro que hay quienes en micrófonos se van contra el Gobierno nacional, pero en la práctica se mueven a favor de él y tienen burocracia en este, por lo que existen intereses internos que todavía se mantienen en seguir de la mano con el presidente Petro.
Entre los del bando del expresidente Gaviria no ven necesario convocar a una convención, porque aseguran que con el comunicado que publicó como presidente de la colectividad, el 26 noviembre de 2023, es suficiente para que se consideren en la independencia.
La senadora Karina Espinosa advierte que no ve “una postura contundente del Partido, son posturas aisladas, el presidente Gaviria tiene una visión, y diversos senadores y representantes otras, no hay una decisión de bancada, el partido liberal hoy sigue siendo partido de Gobierno, no obstante hemos sido críticos de ciertos temas”.
La facción más alineada con el Ejecutivo viene de congresistas liberales del Sur del país, además de la línea del propio presidente de la Cámara de Representantes, Andrés Calle, pero el mismo desorden del Gobierno no le ha permitido fortalecer la coalición en el Congreso. Administración que, al fin de cuentas, tendría tres cuotas de bases liberales en los ministerios del Interior (Luis Fernando Velasco), Justicia (Néstor Osuna) y Vivienda (Catalina Velasco).
Es así como el expresidente Gaviria podrá seguir con sus comunicados pidiendo la independencia y cuestionando fuertemente al Gobierno, mientras las bancadas deberán reunirse, sin embargo, para decidir si se van contra el Gobierno o se mantienen, pese a que el descontento crece a diario, pues el Ejecutivo no les ha cumplido con sus expectativas.
Es más, ya hay unos diez congresistas liberales que han ganado burocracia dentro del Ejecutivo y otros están a la espera de cómo se mueven las fichas en el inicio del Congreso, otro obstáculo para que se cambie la postura sobre el Ejecutivo.
Es de anotar que congresistas como Carlos Ardila y un grupo de mujeres parlamentarias tendrían poder en entidades como el Fondo Nacional del Ahorro y Findeter, lo que les impediría irse del Gobierno y se mantendrían firmes apoyando a Gustavo Petro.
El representante Julián Peinado detalla que “la independencia liberal es un paso perentorio. Debería ser el momento para que un partido que es de regiones defienda los intereses de sus regiones. Sin embargo, hay congresistas que van a preferir pasar de agache y seguir acompañando al Gobierno en sus malas ejecutorias”.
Se avecina un fin de la segunda legislatura de discusiones liberales, porque ni los que promueven la independencia en micrófonos ni los que respaldan las propuestas del Ejecutivo quieren dar su brazo a torcer.
En una bancada de 45 congresistas el aliento en contra de Gustavo Petro crece, pero aún no es suficiente como para irse a la oposición, pese a que esa compañía con el Gobierno les puede traer costos políticos para su reelección y mantener sus credenciales de congresistas. Haciendo petrismo no se van a hacer elegir, sostienen muchos.