Para nadie es un secreto que gran parte del movimiento estudiantil estuvo comprometido con la campaña de Gustavo Petro desde su inicio. El gran apoyo recibido por el jefe de Estado en las urnas también fue considerado como un triunfo de estos sectores con una importante base de jóvenes de instituciones de educación superior públicas.
Sin embargo, en los últimos días un sector de los estudiantes ha mostrado inconformidad con algunas de las decisiones que ha tomado el Gobierno.
Así se ha hecho evidente con algunos de los pronunciamientos de la Organización Colombiana de Estudiantes, desde donde ya empiezan a hablar de “movilización social pacífica”.
El mayor malestar que se ha generado en este sector social tiene que ver con la reforma tributaria que tramita el gobierno de Petro en el Congreso, proyecto que, según los estudiantes, afectaría a los docentes en Colombia.
“¿Qué posición asumirán las organizaciones gremiales, por ejemplo, con la tributaria que trae entre otras, rapar a las familias pobres 3 billones, mientras no toca a las grandes corporaciones que sí son los verdaderos ricos y no los que ganan 10mill al mes? Como varios de nuestros docentes”, se preguntó la organización.
A pesar de que en el estudiantado Petro tiene una importante base social, la Organización Colombiana de Estudiantes pidió a los jóvenes del país “mantener la independencia” y prepararse para “impedir que descarguen la crisis económica sobre los hombros y bolsillos de la educación pública y la sociedad en general”.
De esta manera, la organización pidió “mantener el análisis riguroso para llamar a la movilización”.
Esta no es la primera vez que el movimiento estudiantil habla de movilización social, ya lo había hecho hace pocos días, cuando se mostró inconforme por la demora del gobierno Petro en anunciar reformas que permitan resolver la crisis que viven las universidades públicas del país.
“Para ello hay que insistir en los medios probados por la historia: la organización y la movilización pacífica, democrática y masiva”, indicó la organización.
Indígenas
Este no es el primer sector de las bases sociales que se muestra inconforme con Petro. Hace una semana, el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) se mostró molesto con la orden del gobierno Petro de desalojar predios privados ocupados de forma violenta.
La organización indígena no solo desacató el plazo de 48 horas para abandonarlos, sino que advirtió que seguirá ocupando nuevas tierras, tal como lo ha venido haciendo.
En un comunicado revelado a través de su página web, el Cric afirmo que “ni siquiera” los gobiernos de Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos o Iván Duque les habían puesto un plazo de este tipo.
Los indígenas le lanzaron, además, un duro reproche al presidente Petro y la vicepresidenta Francia Márquez: “Ahora sembraron la mentira que le estamos robando la tierra a nuestros vecinos de las comunidades afrodescendientes que viven arrinconadas en las orillas de los cañaduzales”.
“También al aparato judicial de la democracia colombiana dice que porque somos terroristas nos van a capturar en retenes o con órdenes de captura y nos van a llevar a la cárcel”, agregó el Cric, acusando a los azucareros de aliarse con paramilitares.
A comienzos del Gobierno, el malestar se dio fue desde los sindicatos. Así quedó claro con las declaraciones de Diógenes Orjuela, integrante del Comité Nacional del Paro y quien por años estuvo como secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), quien denunció que líderes del Pacto Histórico están “dividiendo” al movimiento sindical.
“La @cutcolombia no es un partido político. Grave que líderes del Pacto Histórico estén dividiendo al movimiento sindical tratando de obligar a organizaciones a apoyar al nuevo gobierno ¡La independencia y la autonomía son irrenunciables!”, indicó Orjuela desde su cuenta de Twitter.