El Gobierno de Gustavo Petro está a horas de presentar la nueva política antidrogas. El ministro de Justicia, Néstor Osuna, ya detalló cuáles serán los puntos que delimitarán esa iniciativa, que contempla darle usos lícitos a la hoja de coca.
“Esta política que ponemos en conocimiento es compatible con esa legislación vigente. No implica modificar el código penal, ni la Constitución ni tratados internacionales. Por lo tanto, no despenaliza el tráfico de cocaína ni conductas que han sido prohibidas, relacionadas con comercio, importación y exportación”, detalló el ministro Osuna.
Esas declaraciones las dio desde Cali, ciudad que durante esta semana ha sido el epicentro de foros organizados por el Gobierno nacional para debatir las opciones de enfoques para combatir el problema de las sustancias ilícitas. La cuestión es que queda poco por discernir, porque ya el Ejecutivo tiene lista su nueva política antidrogas y la presentará este sábado.
Lo que dice el ministro Osuna es: “Hemos querido hacer una política que sea realizable ya, que no es incompatible con el discurso que ha liderado el presidente, de ir mostrándole al mundo que lo sensato en esta materia es llegar a una regulación parecida a la que existe hoy en día con el alcohol. El alcohol hoy no está prohibido, pero tampoco es de libre comercio ni de libre producción”.
El giro en la política antidrogas
La explicación del encargado de la cartera de Justicia es la siguiente: “La persona que consume alcohol sabe los riesgos, sabe lo que está consumiendo, no cualquier cosa ahí que no se sabe qué fue lo que le vendieron. Tenemos políticas para mediar cuando hay consumo problemático, cuando hay alcoholismo. Bueno, algo parecido”.
Néstor Osuna considera que el mundo está girando hacia ese camino de la regulación, pero enfatiza que ese paso no va a ocurrir en tres años (que es el lapso que le queda a Petro en la Presidencia). Así las cosas, el Gobierno planea dejar una política trazada a 10 años, con indicadores de cumplimiento que se medirán en tres.
Es tal la apuesta del Gobierno para presentar su nueva política contra las drogas, que el evento sobre esas sustancias cuenta con la participación de invitados internacionales que han desempeñado un rol determinante en el tratamiento que se le da al problema, como Estados Unidos y México.
El subsecretario de Estado para asuntos de narcotráfico internacional de Estados Unidos, Todd Robinson, apuntó que “mientras dirigimos (Estados Unidos) nuestro enfoque hacia el fentanilo, no podemos ignorar los otros retos antinarcóticos en el hemisferio, incluidos aquellos relacionados con la metanfetamina, la cocaína y otros narcóticos de origen vegetal”.
Al evento de lanzamiento asistirá el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien viajó a Colombia exclusivamente para acompañar a su aliado político regional, su par Petro, en esta apuesta de replantear el tratamiento que se le da a la situación de las sustancias ilícitas en el país.
Las apuestas del Gobierno nacional sobre ese tema ya están sobre la mesa y el discurso del jefe de Estado será el que le ponga los puntos finales a esa gran premisa de la Casa de Nariño de dejar de perseguir cultivadores para atacar a quienes se lucran del negocio del narcotráfico.
En palabras del ministro Néstor Osuna: “El delito no es la mata, no es la hoja. El delito es traficar con cocaína y eso seguirá estando prohibido. Pero los usos lícitos, los usos no narcóticos de la hoja de coca son una de las posibilidades que le estamos ofreciendo a los cultivadores”. Los resultados, según los mismos tiempos que puso el Gobierno, se verán en 10 años.