Los congresistas no aguantaron más. Tras las múltiples inasistencias a los debates de control político, la Cámara de Representantes citó al canciller Álvaro Leyva a un debate de moción de censura para que responda por qué, según los representantes, no ha atendido los múltiples llamados que se le han hecho desde el Legislativo.
Cabe recordar que es deber de los ministros asistir a estas citaciones y responder a los cuestionamientos que les plantean los congresistas.
A pesar de ello, Leyva ya ha dejado metidos a los congresistas de diferentes comisiones en ocho oportunidades y, por eso, se está ambientando una moción de censura en su contra por el supuesto incumplimiento de funciones, que incluyen atender las citaciones del Legislativo.
El debate, según conoció SEMANA, se llevará a cabo el miércoles 12 de abril, después del regreso de Semana Santa, a las 2 de la tarde.
Ya hace algunos días, ante la inminencia de la moción de censura, Leyva se había referido el tema y se excusó en que había tenido un cruce de agenda.
“Uno no puede estar en todas partes al mismo tiempo. Es muy complicado (...) A la Conferencia del Agua a la que había invitado a algunos representantes para que fueran a la ONU mandé a decir que no iba. Tengo que escoger entre estar allá o acá. Llega un momento en que lo local se vuelve de mayor trascendencia porque es donde uno puede estar cuestionado”, aseguró.
El canciller reiteró que cuando lo requiera el Congreso, él asistirá. “Estaré atento las veces que ustedes quieran. Habrá temas que se pueden presentar, estudiar y tenerlos a ustedes no solo como controladores de la actividad de la política pública de la Cancillería, sino como compañeros de viaje. Ténganme como una pieza más dentro de la estrategia de buscar un mejor país”, concluyó.
Malestar en el petrismo
Lo que está sucediendo con el canciller ha generado molestias incluso en el petrismo. En el Capitolio dicen que Leyva tiene agenda propia, está concentrado en los asuntos de paz, no es clara la política exterior a la que le apuesta y ha desatado choques con su equipo de colaboradores.
Hace una semana, en una cena convocada por Francia Márquez, a la que asistieron los congresistas petristas, el tema del canciller estuvo sobre la mesa. Delante de la vicepresidenta, los senadores y representantes a la Cámara se quejaron de que Leyva no actúa como un canciller, sino como si fuera un comisionado para la paz.
La Cancillería es clave para el país. Solo durante los cuatro años del gobierno de Iván Duque, ese ministerio gestionó más de 4.128 millones de dólares de organismos internacionales que sirvieron para financiar el Plan de Desarrollo, la pandemia por covid-19, el proceso de paz, entre otros. El esfuerzo de conseguir recursos quedaría en nada si Leyva no se dedica a gestionar y abrir puertas en el mundo, según Érika Tatiana Sánchez Pinto, representante a la Cámara por el partido Liga de Gobernantes Anticorrupción.
A esto se suman los polémicos nombramientos políticos que ha venido haciendo Leyva en el servicio diplomático. En los primeros siete meses de gobierno, 94 personas han sido nombradas, y de ellas 31 en provisionalidad. “Estos últimos cargos terminaron en manos de personas que, en algunos casos, no cumplen con los requisitos mínimos”, dice un documento elaborado por Sánchez y Olaya, quienes señalan que Leyva no debe continuar en el cargo. En campaña, el entonces candidato Petro prometió respetar la carrera diplomática, pero, a juzgar por sus designaciones, no lo está haciendo.
El listado de diplomáticos cuestionados o que no cumplen con los requisitos es grande. Entre ellos se destacan Karen Natalia Carvajal, técnica en diseño de modas de la Escuela de Diseño y Mercadeo Arturo Tejada. Aunque no es profesional, uno de los requisitos para ser diplomático, desde el 2 de noviembre de 2022 fue nombrada como segunda secretaria de relaciones exteriores del Consulado de Colombia en Barcelona. Tiene funciones de cónsul y su sueldo alcanza los 4.046 dólares (19 millones de pesos aproximadamente).
Lo paradójico es que el Departamento Administrativo de la Función Pública emitió el Concepto 380811 de 2022 y dijo que podía ser nombrada, pese a que no habla un segundo idioma, otro de los requisitos. La pregunta es por qué razón una diseñadora de modas termina en un cargo consular y el Gobierno no vincula a profesionales que han estudiado la materia. Esa es una pregunta que Leyva aún no responde.