Luego de un largo silencio, el Gobierno colombiano se pronunció sobre los acontecimientos electorales que han ocurrido en Venezuela y que han sido cuestionados por distintas naciones. Desde el Gobierno aseguraron que el canciller Luis Gilberto Murillo se ha venido comunicando por medio de canales diplomáticos para que se cumplan los acuerdos de Barbados.
“Durante los días 23, 24 y 25 de marzo, el Gobierno colombiano, en cabeza del presidente Gustavo Petro y el ministro de Relaciones Exteriores (E), Luis Gilberto Murillo, sostuvieron comunicaciones constantes y adelantaron las gestiones necesarias a través de canales diplomáticos formales e informales para llamar a las partes en Venezuela –tanto al Gobierno como a sectores de oposición agrupados en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) y del movimiento Vente Venezuela– al cumplimiento irrestricto de lo establecido en el Acuerdo de Barbados, en el cual Colombia ha fungido como observador y acompañante”, afirmó la Cancillería colombiana.
Aunque dijeron que respaldan la soberanía de ese país, así como sus instituciones políticas y los actores sociales, pidieron que se lleve a cabo un proceso transparente, alejado de los cuestionamientos que han surgido en las últimas horas.
“Al mismo tiempo, reitera la necesidad de un proceso electoral presidencial libre, justo y competitivo en Venezuela, donde se promueva la participación ciudadana a través del voto como mecanismo de expresión democrática”, aseguró el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Igualmente, dijeron que el país expresa su preocupación por los acontecimientos recientes, en los que se le negó la posibilidad de participar a líderes opositores que tendrían más respaldo ciudadano que Nicolás Maduro y podrían competirle en unas elecciones.
“Colombia expresa su preocupación por los recientes acontecimientos acaecidos, con ocasión de la inscripción de algunas candidaturas presidenciales, particularmente en lo relativo a las dificultades que enfrentaron sectores mayoritarios de oposición –como la Plataforma Unitaria Democrática y el Movimiento Vente Venezuela, entre otros–, lo cual podría afectar la confianza de algunos sectores de la comunidad internacional en la transparencia y competitividad del proceso electoral que culminará con las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio”, dijeron desde el gobierno colombiano.
Asimismo, pidieron que se promueva “la necesidad de apoyar y promover el fortalecimiento democrático en Venezuela como factor de estabilidad regional”.
Y agregaron: “Las garantías políticas y electorales para todos los actores políticos por igual constituyen un eje fundamental en el marco de la democracia y, por esto, Colombia se une a los llamados de la comunidad internacional sobre la necesidad de priorizar el actual proceso político electoral presidencial, como mecanismo democrático para la toma de decisiones que afectan y tendrán incidencia en la vida del pueblo hermano de Venezuela durante los próximos años”.
En ese sentido, el gobierno de Gustavo Petro afirmó que continuará mediando el proceso que se ha venido adelantando entre sectores de oposición al chavismo y miembros del gobierno de Nicolás Maduro, para buscar una salida democrática a la crisis que vive ese país.
“Desde luego, Colombia continuará ofreciendo sus buenos oficios en el caso de ser requeridos para seguir adelantando gestiones a través de canales diplomáticos discretos y confidenciales que permitan mantener un ambiente conducente a la concreción de soluciones democráticas propuestas, acordadas y alcanzadas por los propios venezolanos y venezolanas”, aseguraron.
El pronunciamiento llama la atención porque, hasta el momento, el presidente Gustavo Petro había guardado silencio sobre lo que ocurre en ese país, lo cual fue criticado por varios sectores.
“¿Cuándo rompe relaciones con el narcodictador Nicolás Maduro? Son ocho millones de venezolanos buscando un plato de comida en cualquier parte del mundo. Petro, que posa de demócrata, guarda silencio ante el criminal Maduro, que seguirá en el poder matando de hambre a sus ciudadanos”, preguntó la senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático.