La exministra de Minas y Energía, Irene Vélez, garantizó el consulado de Colombia en Londres. SEMANA conoció que desde el 3 de mayo de 2024, el canciller Luis Gilberto Murillo, firmó el Decreto 0564 que oficializa la designación provisional de la profesional en filosofía que, en adelante, estará respaldando las labores consulares al embajador de Colombia en Reino Unido, Roy Barreras.
De acuerdo con el decreto, su cargo es “consejero de relaciones exteriores, código 1012, grado 11, de la planta global del Ministerio de Relaciones Exteriores, adscrito al Consultado General de Colombia en Londres, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte”.
Sin embargo, el documento oficial aclara que la controvertida exministra “ejercerá las funciones de cónsul general de Colombia en Londres y se desempeñará como jefe de la Oficina Consular”.
Vélez llegará al cargo diplomático en reemplazo de la periodista Marisol Rojas, cercana a Roy Barreras, al presidente Gustavo Petro, y quien ejerció un papel fundamental en la campaña del líder del Pacto Histórico.
Rojas salió del cargo tras un fallo del Consejo de Estado que estableció que hubo irregularidades en su nombramiento por parte del excanciller Álvaro Leyva.
Aunque el decreto de nombramiento de Vélez está firmado por el Gobierno desde el viernes pasado, la exministra adelantará durante la semana el curso diplomático exigido y en los próximos días viajaría hasta Reino Unido, donde la posesionaría oficialmente el embajador Roy Barreras.
El nombramiento oficial fue sorpresivo porque la hoja de vida de Vélez no fue publicada en la página web de la Presidencial, tal como ha ocurrido con otros nombramientos diplomáticos.
Vélez es cercana a Gustavo Petro, pero tiene simpatías políticas con la vicepresidenta Francia Márquez. De hecho, la vice es amiga personal de Hildebrando Vélez, el padre de la exministra. Él, actualmente, labora en el Ministerio de la Igualdad como asesor del despacho.
La nueva cónsul fue una ministra polémica. Es activista, filósofa, magister en estudios culturales y doctora en geografía política, carreras alejadas al conocimiento minero y energético del país.
En sus primeros meses en el Ministerio de Minas y Energía generó los primeros ruidos al gobierno de Petro. Sus constantes salidas en falso, los errores cuando entregaba cifras y un activismo que no escondió en favor de la izquierda, la convirtieron en carne de cañón de la oposición.
Sin embargo, su principal problema actualmente es la Procuraduría que adelanta una investigación disciplinaria en su contra porque aprovechó su cargo para tratar de sacar a sus hijos de Colombia sin que cumplieran los requisitos legales establecidos por Migración Colombia para cualquier ciudadano menor de edad.
El organismo disciplinario la citó a juicio por, presuntamente, mover influencias ante funcionarios de Migración Colombia.
Una serie de correos electrónicos enviados por funcionarios de Migración Colombia son la piedra angular en el pliego de cargos en su contra.
En los mismos, se hace mención de la situación que se presentó en el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, de la ciudad de Cali, con los hijos de la ministra, el 18 de enero de 2023.
“Llamó aquí directamente. Se le autorizó. Ella dijo que mandaba un correo más tarde, para que tenga conocimiento”, señala uno de los correos electrónicos. Esto confirma lo revelado en exclusiva por Juan Felipe García, presidente del sindicato de Migración Colombia (Osemco), quien le contó a SEMANA que, por no contar con todos los documentos, se le iba a negar la salida del país al hijo menor de la entonces ministra.
Este escándalo motivó al presidente Gustavo Petro a pedirle su salida del cargo. Ella estaba en Bélgica, en una gira diplomática, cuando tuvo que regresar y alistar su carta de renuncia.