En una ceremonia de condecoración a la Policía Nacional, que se llevó a cabo este viernes 15 de diciembre, el presidente de la República, Gustavo Petro, realizó una sorpresiva declaración sobre su estrategia de la polémica ‘paz total‘ y los procesos de negociación.
En su declaración, el mandatario colombiano fue directo en señalar que para su Gobierno del llamado cambio, no es prioritario el “cese al fuego”, asegurando que debe condicionarse a planes concretos de sustitución de cultivos ilícitos.
Mensaje que impacta a los diálogos de paz que adelanta el Gobierno con la guerrilla del ELN y con las temidas disidencias de las Farc de Iván Mordisco, procesos que vienen avanzando con representantes de esas estructuras criminales.
“Donde rige de alguna manera y de manera parcial con algunos grupos un cese al fuego, yo tengo que decirles que el Gobierno nacional no ve prioritario el cese al fuego, si no está precedido de una discusión sobre los planes de destrucción y reemplazo de las economías ilícitas”, sostuvo Petro.
Y avanzó: “Las economías ilícitas son la cocaína, indudablemente, quizás la principal, y aun la más poderosa, el oro, la extorsión y el secuestro, entre varias, estas son las fundamentales. Por tanto, en las conversaciones del Gobierno con estos grupos, no nos emociona que lo único que se logre sea un cese al fuego, porque el cese al fuego no es más sino detener –el Estado, por una parte, el grupo armado, por la otra– las acciones ofensivas entre esas dos partes”.
“Pero es que lo que nos preocupa no es si se ataca al Estado o no, sino si se ataca a la sociedad, y no por lograr que no se ataque al Estado en un cese al fuego, entonces vamos a condenar a que la sociedad quede indefensa, extendiendo los delitos sobre ella”, insistió.
También expuso: “Así no se construye un proceso de paz. Por tanto, el cese al fuego queda subordinado a acuerdos previos sobre el reemplazo de estas economías ilícitas que he mencionado. Tarea en la que se tiene que comprometer el Gobierno cuando se trata de los cultivos de hoja de coca o de las zonas mineras, porque tiene que plantearle alternativas a la población, porque esa población tiene que tener en concreto y de manera rápida y cotidiana, la manera de vivir y de progresar en la economía lícita”.
Finalmente, indicó en la ceremonia: “Decía el presidente del Senado, y en general al Congreso de la República, que en el fondo un proceso de paz en la actualidad no era así en el pasado. En la actualidad implica quitarle la primera “i” a lo ilícito y entonces volver lícito. Pareciera simple en las palabras, quitar una simple “i”, pero en la realidad, obviamente, es complejo. ¿Cómo de lo ilícito se pasa a lo lícito?”.