La espera terminó. Y el pastor Jaime Andrés Beltrán se posesionó como nuevo alcalde de Bucaramanga, en una ceremonia que se llevó a cabo este primero de enero de 2024 y la cual contó con la asistencia de varias autoridades de la región.
Algunos sectores en Bucaramanga han venido señalando, que el nuevo alcalde de esa ciudad tiene rasgos políticos similares a los del presidente de El Salvador Nayib Bukele, ya que el pastor ha enfocado su principios en la autoridad.
Jaime Andrés Beltrán, fue elegido el pasado 29 de octubre con 91.240 sufragios, el 34,62 % de la votación, con el 99,87 de las mesas informadas.
Además, en repetidas ocasiones ha señalado que no le molesta que lo comparen con el mandatario centroamericano; tanto así, que en medio de la campaña lo llamaron ‘el Bukele bumangués’.
“A mí me halaga. Yo tengo profunda admiración por Bukele, sobre todo porque después de casi 80 años redireccionó el rumbo de un país frente al tema delincuencial, hace que El Salvador sea otro”, le dijo Beltrán en su momento a SEMANA.
El nuevo alcalde de Bucaramanga es un pastor cristiano. Esa labor social que realiza desde hace décadas lo llevó a la política a comienzos de este siglo. Fue concejal de la ciudad y hace cuatro años había aspirado a la alcaldía, pero quedó en el segundo lugar con 40.607 votos.
Jaime Andrés Beltrán, promete dar mucho de qué hablar en Bucaramanga en el desarrollo de su administración, ya que intentará mezclar sus ideales políticos con su vocación “ser pastor cristiano”. Esa actividad social y espiritual la viene desempeñando desde hace décadas y precisamente le dio el impulso para empezar con la política a comienzos de este siglo. Fue concejal de la ciudad y hace cuatro años había aspirado a la alcaldía, pero quedó en el segundo lugar con 40.607 votos.
Pero las necesidades de Bucaramanga no dan espera y tiene por delante un gran reto: que los ciudadanos retomen la confianza en su ciudad. Por eso, dice que se enfocará en imponer autoridad mediante un plan candado para encerrar a los delincuentes, buscar la reactivación económica de la capital santandereana y recomponer el tejido social a través de los valores de la familia.
El pastor Beltrán está casado con Paula Ramírez, con quien tiene tres hijos. Ella ahora lo acompañará como gestora social, un cargo que, asegura, no estaba vigente en Bucaramanga desde hace dos administraciones. Se enfocará en trabajar en programas para el cuidado de la primera infancia, el adulto mayor y personas en condición de discapacidad.
Ambos pertenecen a la iglesia Ministerio Evangelístico Camino a la Libertad, la cual ha sido liderada por los padres de Jaime Andrés. Congrega a unos 2.500 feligreses cristianos y se divide en distintos ministerios que se enfocan en varias áreas sociales, por ejemplo, presos, adultos mayores, niños de escasos recursos, entre otros.
Cristian Portilla, el mejor amigo de Beltrán y su actual asesor en comunicaciones, también asiste a esa iglesia desde hace varios años. De hecho, lo conoce porque sus padres lo llevaban allí desde pequeño.
“Desde hace unos 15 años él vio que se podía apalancar un resultado mayor para que ese trabajo social que hacíamos desde la iglesia se llevara a políticas públicas de orden municipal y así pudiéramos tener una mayor cobertura del ámbito social”, aseguró Portilla.
A Beltrán lo reconocen por ser una persona apasionada, comprometida y que no se conforma fácilmente. De hecho, algunos, en medio de la campaña, creían que lo habían dado todo para lograr el resultado, pero él siempre pedía dar la milla extra. Tal vez ese esfuerzo adicional fue el que lo llevó a la victoria.
Quienes lo conocen también le exaltan su valor servicial. Es una persona que primero piensa en los demás antes que en él. Considera fundamental el valor de la amistad y el liderazgo que tiene en su iglesia, que ahora trasladará a la Alcaldía de Bucaramanga.
Hablando de amigos, se dio cuenta, en medio de la campaña, de que en política hay pocos. Cuando no estaba punteando en las encuestas lo invitaban a almorzar y lo apoyaban, pero una vez empezó a liderar los sondeos recibió ataques de esas personas. Incluso, una de las mayores críticas que le hicieron en medio de la campaña, además de llamarlo ‘el pastorcito mentiroso’ en un debate, fue que dijeron que supuestamente era apoyado por la familia Aguilar, uno de los clanes políticos de la región, que venía de tener la Gobernación de Santander. Él niega rotundamente que sea así.
El pastor, admirador de Bukele, ahora tiene el enorme reto de recomponer una ciudad que tiene todo para ser una potencia, pero que los problemas de inseguridad y movilidad, especialmente, la han deteriorado. Los bumangueses depositaron su voto de confianza en Beltrán esperando que, como el presidente de El Salvador, pueda liderar a su pueblo para poder volver a vivir tranquilos de nuevo.