SEMANA: Los senadores que hundieron la reforma a la salud van a presentar un nuevo proyecto de ley. ¿En qué va ese proceso para la nueva reforma a la salud?
Lorena Ríos Cuéllar (L.R.C.): Esta semana va a ser importante. La reforma pensional sigue en debate y habrá una Comisión Accidental con los presidentes de cada Comisión constitucional para decidir el recurso de apelación frente al archivo que tenemos en la Comisión Séptima. Los ocho que apoyamos la ponencia de archivo ya estamos trabajando para una reforma consensuada que no destruya lo que se ha logrado hasta el momento y que nos permita dar solución a lo que está pasando: la atención primaria en salud hay que fortalecerla, hay que reducir el poder de las EPS, se requiere un flujo de recursos para que funcione el sistema. Estamos tomando nota de mesas técnicas para construir los lineamientos de un nuevo articulado.
SEMANA: ¿Esa nueva reforma cuándo va a llegar? Ya hay 300 comentarios que articulan a siete partidos y ocho senadores.
L.R.C.: Nuestro propósito es, el 20 de julio o antes, radicar el nuevo proyecto de ley. El día que hundimos la reforma el ministro del Interior entendió que ha habido muchas falencias en el articulado del proyecto que radicó el Gobierno porque, además, le metió mano todo el mundo: congresistas, actores del sistema y el Gobierno y al final habían artículos contradictorios entre ellos. Él es consciente de que los elementos previstos en ese proyecto de ley tenían que cambiarse y que se quiere un acuerdo con todas las partes para lograr un proyecto sencillo.
Los temas son puntuales: integración vertical, flujo de recursos, fortalecimiento a la atención primaria en salud y, sobre todo, el talento humano.
SEMANA: Usted dice que el ministro del Interior sí los escuchó, que fue consecuente y dijo que sí hacía falta reducir el articulado y aplicar cambios reales. Pero no se puede hablar de reforma a la salud sin hablar del Ministerio de Salud y quien ha estado ahí es el ministro Guillermo Alfonso Jaramillo, ¿él sí los ha escuchado?
L.R.C.: Cuando revisamos estos temas, sus viceministros estuvieron acompañándonos en el proceso. Ellos tienen claridad de cuáles son las preocupaciones y cuáles son salidas coherentes que planteamos a través de un proyecto de ley. Hay una disposición total por parte de la Comisión, por parte de los ocho, para que se consolide un proyecto de ley con un articulado coherente que nos permita una solución que zanje las diferencias en las que estamos en este momento. El ministro también es consiente de que necesita el consenso y el acompañamiento del Congreso.
SEMANA: Hay una apelación en curso contra el debate en el que se hundió la reforma a la salud. ¿La reforma a la salud sí está muerta o tiene vida dentro de esta Comisión?
L.R.C.: La apelación yo no la veo tan segura en su éxito porque los presidentes de las distintas comisiones hacen parte de los partidos que suscribimos la ponencia negativa. Sería una incongruencia entre las decisiones de partido que ayudaron a acompañar la ponencia negativa con que cambien ahora la posición dándole viabilidad a una apelación que, además, no dice nada. Solo dice: ‘Apelo’. Y aplica una norma de la Ley Quinta, pero no establece realmente cuáles son los fundamentos.
Lo que sí ha sido delicado de la situación es que se ha manifestado la apelación, pero ante los medios, ante las redes sociales, se ha indicado que el motivo de la apelación es porque supuestamente los ocho congresistas habíamos sido financiados por las multinacionales de la salud. No hay de verdad en la apelación unos fundamentos de hecho y derecho como cualquier otro recurso de ley. Además, se rompería toda una cultura, un lineamiento que hemos tenido en el Congreso en donde el respeto a las comisiones constitucionales como un ente previo técnico que sirve de filtro para los proyectos de ley no se desdibuje ni se desconozca. El trabajo que hicimos en la Comisión Séptima fue serio y técnico, la reforma se hundió por fallas de técnica constitucionales y legales, no porque haya habido un fundamento ni ideológico ni político.
SEMANA: ¿Usted cree que el Gobierno Petro y la bancada de Gobierno ha mentido sobre los senadores de la Comisión Séptima que la hundieron, sobre sus antecedentes políticos y financiación?
L.R.C.: En mi caso personal no conocía a ninguna de las EPS, las vine a conocer a raíz de las audiencias públicas y de esta reforma en la Comisión Séptima.
SEMANA: ¿O sea que sí han mentido?
L.R.C.: Si tomamos mi caso particular, yo lo he dicho públicamente: están diciendo mentiras. En mi caso están manifestando que fuimos financiados y no es cierto y sé que varios de los colegas también están incómodos porque nuestro nombre ha salido a la palestra pública como fundamento de toda esta dinámica y no es justo que se desdibuje un trabajo serio con unas manifestaciones que carecen de toda veracidad.
SEMANA: ¿Cómo califica usted las formas que ha utilizado el Gobierno de Gustavo Petro y la bancada del Gobierno para los debates de las reformas a la salud y la pensional?
L.R.C.: Las reformas son necesarias. Al Gobierno se le abona que haya puesto sobre la mesa un debate que estaba en mora de que se discutiera. En forma desafortunada, la manera en que los ministros, representantes de estas carteras, llegan a los debates y establecen unas líneas rojas, las cuales no se pueden tocar ni se pueden modificar, pues esas imposiciones que muchas veces son antitécnicas e inconstitucionales no tienen razón de ser. La manera como se ha expresado por parte de los agentes del Gobierno, en la Comisión o en el Congreso, las reformas no ha sido de la mejor manera.
Al no permitir que nosotros también como congresistas, como comisiones constitucionales, y en este caso como la Comisión Séptima no se tengan en cuenta sus proposiciones, sus solicitudes, pues también hace que estemos muchas veces hablando contra oídos sordos que no entienden que nuestro propósito es lograr un buen proyecto de ley por Colombia, un proyecto de ley que favorezca las pensiones de los colombianos y la salud de los colombianos.
SEMANA: ¿Y eso está pasando en la actualidad con el debate de la reforma pensional y la ministra del trabajo Gloria Inés Ramírez? ¿Se va a repetir la historia?
L.R.C.: Pues yo creo porque, por ejemplo, en el tema del umbral hicimos los cálculos y les explicamos las inconveniencias de un umbral de tres salarios, pero hasta el son de hoy sigue el tema. La ministra ha dicho que no se quieren bajar de los tres salarios mínimos, porque “no”. Los temas son “no”. No les vemos la importancia de entender por qué económica y jurídicamente es viable o no reducir los salarios en el caso de umbral. Entonces, yo creo que va a ser interesante la plenaria porque será el choque, la lucha de las dos fuerzas, el Legislativo y el Ejecutivo, de poder dejar plasmados unos lineamientos de una buena reforma. Como van las cosas, no sé si se tengan las mayorías.
SEMANA: El Gobierno ha dicho que el Congreso está cerrado. ¿Qué le responde a quienes consideran que el Congreso se cerró para evitar debatir las reformas?
L.R.C.: No es cierto. El Congreso ha estado muy atento, al punto que las dos ponencias negativas de la reforma pensional se sustentaron y ya continua el debate de la reforma. Se dio una situación de desconfiguración del quorum por parte de la oposición, un mecanismo legítimo que ellos tienen.
O sea, las dinámicas han sido otras y el hundimiento de la reforma a la salud sí permitió hacerle entender a los miembros, a los colegas del Gobierno, que hay que sentarnos a dialogar, que las cosas no se imponen, que las cosas se construyen en consenso y que estas reformas requieren un consenso, no solamente de las distintas líneas que estamos en el Congreso de la República, sino de los distintos actores, tanto de los fondos privados, como las EPS, los gremios y las aseguradoras, además de las organizaciones de pacientes que son las que más nos ayudaron a evidenciar las problemáticas del proyecto de ley que venía de Cámara de Representantes.
SEMANA: Su partido está declarado como independiente, pero ha votado como oposición y está hablando como oposición.
L.R.C.: No, no hablo como oposición. Los dos proyectos, tanto de salud como de pensión, requieren cumplir unos mínimos requerimientos como cualquier proyecto de ley: que se ajusten a la Constitución, que se ajusten al marco legal que está y que permitan ser una solución porque son políticas públicas sociales que requieren participación ciudadana y una comunicación efectiva para el público general. Eso no se ha cumplido.
Nosotros conocemos de política pública, no estamos allí simplemente diciendo “sí” o “no”, estamos construyendo y aportando para generar unos proyectos de ley que en verdad sirvan para el país y, si nos damos cuenta de que no se cumplen los mínimos conceptos de un Estado social de derecho, pues no es que estemos en contra de que el Gobierno lo haga, sino que tiene que hacerlo bien. Si no lo está haciendo bien, el hecho de que digamos que no está bien no quiere decir que seamos opositores, sino que invitamos a que nos sentemos a concertar y estemos en un marco legal.
SEMANA: Al presidente Gustavo Petro este fin de semana se le preguntó en una entrevista sobre la Constituyente. Él habló sobre que este tema podría tardar menos de lo esperado. ¿El Gobierno quiere saltarse al Congreso en este debate de la Constituyente?
L.R.C.: Yo también quedé preocupada con la entrevista porque nosotros tenemos un marco constitucional en el país, tenemos un Estado social de derecho en donde se respeta un marco legal para cualquiera de las acciones, entre ellas una asamblea nacional constituyente. La Constitución establece el trámite como debe ser, el presidente es consciente que como establece la Constitución el trámite, el tiempo no le alcanza.
Al promover que sean en los cabildos y la movilización ciudadana la que viabilice esos procesos está desconociendo las tres ramas del poder público y lo que va a generar es que las instituciones nos fortalezcamos, que nosotros mismos entendamos la importancia de fortalecernos para que no pasen por encima de la barda, para que no desconozcan que realmente se tienen que cumplir unos mínimos en el país. Este tipo de situaciones nos alertan como congresistas.
SEMANA: ¿Podemos concluir que, cada que el presidente Petro tiene este tipo de ideas, lo que está haciendo es fortalecer la institucionalidad?
L.R.C.: Colombia tiene una democracia fuerte, a diferencia de los otros países de Suramérica que han pasado por una situación similar. La democracia fuerte que tenemos en el país hace que las instituciones no sean vulnerables ni vulneradas tan fácilmente. El Congreso de la República es consiente de su rol y de sus competencias y creo que esto ha permitido que nos unamos.
Estoy muy agradecida con el presidente Iván Name, quien no hace parte de la Comisión Séptima, pero ha sido un defensor de nuestra honra, dignidad y buen nombre manifestando que no es justo que quieran desdibujar y desconfigurar todo un archivo de una reforma que está mal formulada queriendo denigrar de los senadores que participamos de una manera responsable.