Toda una ola de críticas ha generado en el mundo político la decisión del gobierno de Gustavo Petro de renovar una parte de la flota de aviones de la Fuerza Aérea Colombiana.

Las críticas no solo han apuntado al costo que tendría esta adquisición, que podría superar los 13 billones de pesos, sino al reversazo que dio Petro en esta materia, pues a mediados de junio, cuando era candidato, criticó fuertemente el anuncio que había hecho el entonces presidente Iván Duque de renovar la flota de aviones Kfir de la Fuerza Aérea.

A pesar de la controversia generada, el Gobierno Nacional sigue adelante con esta compra. Así lo indicó el ministro de Defensa, Iván Velásquez, quien reveló que el Ejecutivo está inclinado por los aviones de combate franceses para reemplazar las aeronaves de combate que tiene la Fuerza Aérea.

“Los aviones Rafale son los que están encabezando en este momento las consideraciones nuestras”, afirmó el ministro de Defensa, Iván Velásquez, en el espacio 6 AM 9 AM, de Caracol Radio.

Según esto, la decisión del Gobierno nacional sería inclinarse por la empresa Dassault Aviation, que ofreció al Ejecutivo los aviones Rafale C/F3. Esto dejaría por fuera a compañías como Lockheed Martin, proveedora de F-16 (Viper block 70); Saab, que ofrecía Gripen E/F, y Eurofighter, que tiene Typhoon (C.16).

Con esta decisión en firme fueron varios los miembros del petrismo que tuvieron que hacer un ejercicio de ‘contorsionismo político’ para salir a defender la compra de estos aviones, cuando hasta hace muy poco lo criticaban.

Una de las voces que salió en defensa de Petro fue la representante del Pacto Histórico María Fernanda Carrascal, quien aseguró que “nos guste o no, el cambio de flota de aviones Kfir es necesario”.

Uno de los argumentos de Carrascal es que esta renovación es necesaria “para brindar seguridad a los pilotos que, como todos los trabajadores, deben tener garantías para la protección en el desarrollo de sus actividades”.

Igualmente, señaló que esta compra es “necesaria para la seguridad nacional, para las acciones de vigilancia y control de nuestra soberanía y la protección de las comunidades”.

La congresista agregó que, como los aviones Kfir que saldrán de circulación ya cumplieron su tiempo de uso, “su mantenimiento técnico será más costoso”.

La posición de Carrascal resulta curiosa, pues hace menos de un año criticó al expresidente Duque por la compra de aviones para la Fuerza Aérea: “Este gobierno se ha dedicado a girar recursos a bancos, EPS, grandes empresarios, y a comprar vehículos para ESMAD y aviones de guerra”.

Otro de los que salió en defensa del Gobierno fue el presidente de la Cámara, David Racero, quien respaldó a la administración Petro con argumentos económicos.

“En el marco de negociación, los aviones (necesarios) solo se empezarían a pagar en 5 años. Nada de inversión social y económica proyectada en el corto y mediano plazo se afectaría. Gobernar implica priorizar y planificar para no descuidar todas las necesidades”, manifestó Racero.

¿Por qué la compra de aviones?

El presidente Petro argumentó la compra de esta nueva flota de aviones de combate para la Fuerza Aérea en la “soberanía nacional” y dijo que es uno de los “fines constitucionales”.

“Esos fines constitucionales implican unos instrumentos para que seamos capaces, en cualquier momento, de hacer respetar la soberanía nacional. Lo que consideramos es nuestra nación colombiana, nuestra sociedad, nuestra historia, nuestro territorio, nuestros valores, nuestras esperanzas, nuestros sueños, las ilusiones que hacen parte del cuerpo nacional”, afirmó el jefe de Estado al momento de informar sobre la compra.