El presidente Gustavo Petro nombró nuevamente como cónsul de Colombia en México a Andrés Hernández, su exjefe de prensa y una de las personas más cercanas a él a lo largo de su carrera política. Lo hizo contra viento y marea, después de que el Consejo de Estado anulara la designación porque no cumplía con los requisitos para formar parte de la diplomacia colombiana.

Hernández ha resultado salpicado en varios escándalos que van desde presunta malversación de recursos de la Embajada, una estafa a una de sus subalternas y el incumplimiento con el pago del arriendo en un apartamento en el que vivió en el Distrito Federal, en la primera etapa del consulado. El diario El País de España puso en evidencia cómo el diplomático petrista está en el ojo del huracán por sus malas actuaciones.

Reveló la historia de Sonia Cuesta, una subalterna de Hernández, quien trabajó durante 26 años en el Consulado de Colombia en México y quien denunció a Hernández por estafa. “Me robó”, le dijo ella al diario europeo.

En el centro de la imágen: Andrés Hernández, cónsul en Ciudad de México. | Foto: Andrés Hernández

Al parecer, según Cuesta, él se quedó con 24.564 dólares (más de 100 millones de pesos) producto de los ahorros.

“Ella debía cerrar su cuenta de ahorros en México (porque salía del país) y el cónsul la acompañó al banco a hacer el trámite. Allí le dijeron que sólo podían transferirle el dinero cuando tuviera una cuenta en Colombia. El jefe y amigo le ofreció recibir el dinero en su cuenta, y se comprometió a enviárselo cuando ella se lo pidiera. Era un favor”, aclaró el medio de comunicación.

Sin embargo, Andrés Hernández, al parecer, se quedó con el dinero de la mujer y no se lo ha devuelto desde agosto de 2023. Ella mostró al medio las transferencias que confirman su denuncia.

Meses después, tras múltiples presiones, él le entregó 3.000 dólares. Después, desapareció. Es decir, hoy la deuda se acerca a los 80 millones de pesos.

Andrés Hernández y Gustavo Petro. | Foto: NO

El diario contactó a Hernández. Inicialmente, negó lo ocurrido, pero después dijo que era “un préstamo que le había hecho una amiga” y que lo terminaría de pagar en noviembre. SEMANA lo ubicó, pero ya no contestó el teléfono celular. El caso está en poder de la Fiscalía en Colombia.

Sobre Hernández cae un rosario de quejas. El País confirmó que el 5 de julio de 2024, cuando el periodista entregó su cargo tras un fallo del Consejo de Estado, “no tenía paz y salvo de la Dirección Administrativa y Financiera del Ministerio de Relaciones Exteriores”. La razón obedecía a que tenía una cuenta pendiente por 12.700 dólares porque contrató a un funcionario experto en derechos humanos que no contó con la autorización de la Cancillería.

Hasta el 9 de octubre de 2024, documentó el medio, Andrés Hernández no había devuelto los recursos públicos. “Se contrató durante tres meses a un abogado para atender la ola de trata de personas y migratoria. Pensé que si nos daban la plata, ya se podía usar sin necesidad de permisos”, le respondió Hernández a este medio.

Además, el exjefe de prensa de Gustavo Petro, al parecer, incumplió en varias de sus obligaciones en México. Así quedó confirmado en su perfil de la red social X, en la que varios de sus cobradores lo delataron públicamente.

“Hoy, martes 2 de julio, es mi último día como cónsul general de Colombia en México, en el camino veremos dónde nos depara el destino, por lo pronto, hasta último minuto, estaremos para servir y trabajar”, escribió Hernández en su cuenta oficial de X.

Angélica Dueñas, una usuaria de X, le escribió: “Señor cónsul, la palabra se honra, usted tiene una deuda de $ 4,164 con una organización social de colombianos en México que no cuentan con absolutamente ningún recurso económico. Este dinero lo conseguimos en calidad de préstamo por su compromiso de devolverlo. ¡No se vaya sin pagar!”.

Por su parte, Ana Paula Rocha, dueña del apartamento donde vivió recientemente, le dijo: “¿Te vas de México? ¿Cuándo? Mañana se vence el plazo de pago para la renta del departamento que te rentó aunado al agua, mantenimiento y pipas de agua”.

Y siguió: “Andrés, me entero por aquí, por redes sociales, que te vas. Sigues debiendo la renta del departamento, agua y mantenimiento. Por favor, no te vayas a ir de México sin pagarme”.

En otro mensaje le insistió: “Andrés, te he tratado de contactar [por] ambos teléfonos y por WhatsApp, sin respuesta. Sigues con adeudo muy importante a la renta y mantenimiento del departamento donde hoy, 4 julio, sigues viviendo. Veo aquí que anuncias que te vas, estoy segura de que cumplirás con el contrato firmado”.

Como si fuera poco, a la Embajada de Colombia en México llegó una carta de Elba Huesa Jiménez, en la que se quejó de Hernández como arrendatario del primer apartamento donde vivió como cónsul.

“Nos percatamos de que el inquilino tuvo un gato viviendo en el departamento, por lo cual dejó el inmueble en total desaseo. Al hacer una revisión exhaustiva nos percatamos [de] que había ocasionado daños mayores, tales como: rasguños de gato irreversibles en la sala de TV, en los sillones de piel”, se lee en el documento.

¿Qué responde Hernández? Ni el presidente Gustavo Petro ni el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo, se han pronunciado frente al tema. ¿Saldrá el diplomático del consulado? ¿El jefe de Estado sabía del comportamiento del cónsul? Las respuestas son inciertas.

Canciller Luis Gilberto Murillo. | Foto: SEMANA