SEMANA: ¿Cómo vive tan informado?
GUSTAVO ÁLVAREZ GARDEAZÁBAL: Primero, leyendo, algo que ahora casi nadie hace. Y leer no solamente libros, sino estar al tanto de esta revolución en internet que permite tener acceso a lo que no tuve durante tres cuartas partes de mi vida. Además, converso. Ya es algo que casi no se usa, la conversación hablada ha perdido vigencia. Es una generación en la que los muchachos están agachados, mirando la pantallita, o tratando de meter el dedo en un tablero.
SEMANA: En medio de las noticias diarias, ¿cuál es la que más le preocupa?
G.A.: El país parece que estuviera navegando en un mar muy proceloso, pero imitando el barco ebrio de Rimbaud: no sabemos a dónde vamos, ni de dónde venimos, y eso crea un estado de inseguridad e intranquilidad que está repercutiendo en la vida diaria de los colombianos.
SEMANA: ¿Por qué?
G.A.: Gustavo Petro no gobierna, delira. Ese discurso que se echó en Estados Unidos sobre la tesis de Hildebrando (Vélez), en relación con los pozos de petróleo, es un triste galimatías que nadie debe haber entendido. Si lo hubiese explicado en términos racionales, y no delirantes, habría creído que en Colombia estaba surgiendo un nuevo mesías y no un presidente sensato.
SEMANA: ¿Cómo ve los primeros meses del Gobierno Petro?
G.A.: Hace rato dejamos de tener un régimen democrático, nos gobierna un régimen de contratistas. Esos que se llaman partidos políticos no son más que unas cooperativas de contratistas que eligen a sus representantes en la bolsa estatal, donde no se reparten dividendos, sino bonos de inversión en las obras públicas. Petro está tratando de hacer el nuevo país que quiere realizar, pero con los viejos contratistas.
SEMANA: ¿A qué partidos se refiere?
G.A.: A todos. Este régimen de contratistas son todos los partidos políticos. No tenemos ideas e ideologías en los partidos. Los congresistas no son los representantes de las regiones, sino los voceros de unos contratistas que se reparten el Estado por contratos. ¿Quién reparte los contratos? El Estado, que pacta con cada uno de los supuestos congresistas cómo es que el presupuesto de la nación va para X o Y obra.
SEMANA: ¿Usted votó por Petro?
G.A.: No. Fui muy claro, no voté por ninguno de los dos. El país iba rumbo a un tobogán y no sé dónde parará.
SEMANA: ¿Previó que el arranque de Petro sería accidentado o está sorprendido?
G.A.: He sido crítico de Petro desde hace muchos años. He dicho que es leninista, no comunista. Se quedó en el leninismo, en aquel que predicaba que había que destruir lo que servía para construir el nuevo país sobre las ruinas. Eso es lo que está haciendo. Se lo he dicho a algunos de los ministros, también a Hildebrando Vélez ―el papá de la ministra de Minas, Irene Vélez―, el gran gurú de este Gobierno. No creo que el país pueda salir adelante con estas teorías delirantes de Petro.
SEMANA: ¿Qué tan gurú es Hildebrando Vélez?
G.A.: No sé qué tan gurú sea. Lo conozco hace muchos años, es un ambientalista, he estado hablando con él a raíz de lo que se está presentando. Me parece que él es el gran pensador que tiene el Gobierno. Los ha convencido.
SEMANA: ¿Pero es un mal pensador?
G.A.: No es que sea un mal pensador, es que puede estar equivocado. Pudo quedarse desfasado.
SEMANA: ¿Qué tanto poder tiene Hildebrando Vélez en el Gobierno?
G.A.: Parece que tuviera bastante porque sus ideas son las que han perdurado.
SEMANA: ¿Cómo ve las reformas de Petro?
G.A.: Eran absolutamente necesarias. En eso Petro no estaba equivocado, pero no era destruir lo que iban a reformar. Es que la pretensión de la ministra Carolina Corcho y de su grupo es destruir las EPS y ¿volver a qué? ¿Al Seguro Social? Frente a la laboral, conozco hace muchísimos años a la ministra Gloria Inés Ramírez, cuando fue presidenta de Fecode, de la vieja guardia del Partido Comunista, pero esa reforma es para volver al sindicalismo, no para crear nuevos empleos. Y si se mira la reforma pensional, es para vengarse de los fondos privados.
SEMANA: ¿Cómo le han parecido los ministros de Petro?
G.A.: Bastante ignorantes. El más brillante que creíamos era José Antonio Ocampo, pero ha resultado ser un izquierdista de Nueva York que cree en unas instituciones rígidas y toma medidas sin nunca calcular las consecuencias. Ha cometido un gran error al subir las tarifas de los aviones, los impuestos de consumo de restaurantes y bares. Acabó con un nuevo jardín que estaba floreciendo en Colombia que se llamaba turismo. El primer jardín que se secó fue San Andrés, ahora le pasará lo mismo a Cartagena, Santa Marta y a muchas partes donde se llega por avión. Y son ignorantes porque se demoraron 15 días para darse cuenta del terrible daño que ocasionaba geopolítica y económicamente el derrumbe de Rosas (Cauca). Muchas industrias de Cali quedaron colgadas y, obviamente, han tomado respuestas de contratistas, no de estadistas.
SEMANA: Pero Ocampo es el polo a tierra del Gobierno, el funcionario que da garantías a los mercados internacionales.
G.A.: ¿Usted conoce a los izquierdistas de Wall Street? Ocampo es igualito a ellos, es de esa escuela. Creen que lo que predican es aplicable en cualquier parte y a cualquier economía y eso no es así.
SEMANA: ¿Qué opina de Carolina Corcho?
G.A.: Otra ignorante. No sabe ni siquiera cómo era que funcionaba el sistema de salud, que primero calificó de malo y después empezó a desmembrarlo.
SEMANA: ¿Irene Vélez?
G.A.: No creo que sea tan ignorante. Es una sectaria convencida de su ideología desfasada.
SEMANA: ¿Gloria Inés Ramírez?
G.A.: Ha sido una sindicalista fuerte. Es lo más coherente que puede haber en el gabinete, tanto que presentó una reforma para volver al sindicalismo, que es lo que ella sabe hacer.
SEMANA: ¿Iván Velásquez?
G.A.: Me reservo todo comentario. Me parece un personaje misterioso.
SEMANA: ¿Por qué?
G.A.: Usted sabe cuál es el perfil real del doctor Iván Velásquez.
SEMANA: Pero suena para ser el nuevo fiscal…
G.A.: Puede sonar para todo, mire que ya está de ministro de Defensa, pero es un ser misterioso al que hay que tenerle respeto.
SEMANA: Debe haber un ministro bueno…
G.A.: No me vaya a decir que el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, que es estrambótico y vive diciendo pendejadas cada que puede. El menos malo es el que no existe, el que no han nombrado, el ministro de Cultura.
SEMANA: Como están las cosas, ¿cree que pasen las reformas de Petro en el Congreso?
G.A.: Creo que a lo mejor hasta suspenden las elecciones de octubre, porque Petro no puede perder. Su soberbia no lo deja.
SEMANA: ¿Y por qué cree que podrían suspender elecciones?
G.A.: Porque es un evento que convocarían para perder. ¿Cree que con este Gobierno dando traspiés van a ganar las elecciones de octubre? No las ganan.
SEMANA: El registrador Alexander Vega insiste en que hay amenazas para las elecciones de octubre en materia de seguridad.
G.A.: ¿No sería esa la disculpa para suspenderlas y ya están preparando el terreno?
SEMANA: ¿Ve al registrador como un aliado de Petro?
G.A.: A Alexander Vega lo conozco en su larga actuación pública y siempre ha actuado igual. Usted no conoce cuál es el jefe de él. Nadie lo sabe y mire a dónde llegó.
SEMANA: ¿Cómo ve el papel de Verónica Alcocer?
G.A.: Evita Perón. Es un régimen como el peronista, malo o bien calcado, pero es mucho de la estructura de ese régimen. Por eso, me parece que es una mujer capaz y poderosa.
SEMANA: ¿La ve como eventual candidata presidencial?
G.A.: La veo mandando, que es distinto.
SEMANA: ¿Verónica Alcocer manda al presidente?
G.A.: Manda en Colombia.
SEMANA: ¿Cree, como los opositores a Petro, que ella quita y pone en el gabinete?
G.A.: Ella quita y pone en la cabeza de Petro, que es lo más importante.
SEMANA: Le pregunto por algunos expresidentes. ¿Uribe?
G.A.: Calladito y mansito. Lo conocimos con perrero en mano y ¿cuándo lo volvió a sacar?
SEMANA: ¿Andrés Pastrana?
G.A.: Sigue en el mismo plan de siempre, nadie le para bolas.
SEMANA: ¿César Gaviria?
G.A.: Es como los niñitos chillones que ahora, en vez de darle un chupón, le dan un celular para que se entretengan. Lo tienen entretenido.
SEMANA: ¿Juan Manuel Santos?
G.A.: Derrotado porque él patrocinó, de alguna manera, la candidatura de Petro. Creyó que le iba a tocar una torta de poder y, aparentemente, se la dieron, pero su paz se la están volviendo trizas. No con el Ejército, sino con las negociaciones de la paz total.
SEMANA: ¿Iván Duque?
G.A.: Ha adquirido notoriedad de sabio, lo que es bastante extraño porque nunca lo vimos actuar de sabio.
SEMANA: ¿Ya vislumbra las elecciones de 2026?
G.A.: Me preocupan las elecciones de octubre. Si las hacen, las pierde el Gobierno y eso es un trauma. Y si no, es un trauma para todos.
SEMANA: Por último, ¿usted qué vislumbra en estos tres años y medio para los ‘populachos’ del país, como usted llama a los sectores populares?
G.A.: Los van a seguir jodiendo y ellos creyendo que los van a salvar.